Es el mundo una hermosa verdad perecedera.
Lejos aquellas tardes con la verdad eterna,
con las sombras y el sol acompasados,
dispuestos a explicar cualquier verdad:
no existían dudas.
De los despojos lentos de aquel tiempo
solo quedan los restos
que perviven apenas escondidos.
Mi corazón debe fundar su amor en esta vida,
acariciar sus muros desconchados
como pintor en forma y a destajo,
dibujar arabescos en los muros,
gritar de gozo al mundo,
a ese mundo que anida en el crepúsculo,
camino de la noche, y ser lo mismo
que un fragor de palomas en el aire
o un olor a jazmines por el suelo.
Y así pasar las horas lentamente,
con el dolor y el gozo parte a parte.
jueves, 20 de agosto de 2009
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2 comentarios:
El dolor y el gozo parte a parte,son lo que provocan tus hermosas palabras.
Buenas noches D. Antonio Gutiérrez Turrión:
REALIDAD
Es tan bello el mundo
a nuestro alcance
que quisiéramos que fuese eterno
y entero para nuestro disfrute,
pero está irremediablemente presente
el Tiempo.
Con su reloj implacable.
Y no hay que perder un segundo
Comencemos a pintar nuestros muros
marcados con su huella
que traspasa nuestra piel.
Y si llegamos al crepúsculo,
que no seamos despojos
de aquellos cuerpos bellos
que fuimos
que soñaban
y que no tenían dudas
dispuestos a explicar cualquier verdad.
Habremos dibujado a destajo,
sin descanso, en sosiego,
cual decorados de arabescos
nuestros momentos,
salpicados de gozos
y algún duelo.
Y ya viejos, pasaremos las horas,
lentamente,
Contemplando la vida que hemos dejado
renaciente en nuestros hijos y
Pensaremos que ha valido la pena,
al escuchar los gritos alegres,
que lanzan nuestros nietos,
mientras juegan.
Saludos. Gelu
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