jueves, 7 de febrero de 2008

TODA TU LEVEDAD

Toda tu levedad gravita contra el suelo,
se adormece en lo oscuro de la tierra,
se aleja como nube y en el cielo
dibuja de tormenta una espesura.

Porque sé que te pierdo te siento más cercana,
porque sé que te marchas
me hieren más tus ojos y tus risas,
porque sé de tu adiós
no sé decirte nada.

Tu sonrisa esta tarde era más diáfana,
tu mirada más lenta y más lejana.
¿Qué me querías decir, sin prisas, madre,
desde la senda lenta de tus manos?

Porque tus leyes físicas se agotan,
porque la ley de Newton hace aguas,
déjame que te diga simplemente
que hoy es noche de llanto en mi terraza.

3 comentarios:

Er Schú dijo...

¡Jodó, macho! No tiene desperdicio. Tienes la puta manía de hacerme llorar con tus poemas. Un diez.

antonio dijo...

¡Cómo haces que me duela el alma y me ahogue el recuerdo de otra madre!. ¿Quién manda que se vayan, si nada les espera al otro lado?. Hadme un favor, amigo: cuando vuelvas a verla, dale un beso, despacio y largo, de mi parte.
Por cierto, quien pudiera, como tú, hacer del dolor belleza. Abrazos.

Er Schú dijo...

"Quizá la metempsícosis, /Aunque nada más sea,/Quién sabe./ Esa grandeza. /Inconmensurable del cerebro. /¿Va a quedar estragada?..."