Se siguen desollando todos los pormenores del debate del lunes. Lo mismo que en el primer momento puede parecer negro o blanco, en cuanto pasa un tiempo se convierte en gris y ya no es tan fiero el león ni tan cobarde el cordero. Así que las aguas vuelven a su cauce y, en época de sequía, se encalman y vuelven a la lentitud.
Algunos partidos de ámbito nacional se quejan por no haber sido invitados al convite. Creo que lo hacen con toda la razón del mundo. La justificación termina siendo una pescadilla que se muerde la cola. Porque es verdad que IU no tiene espectativas de gobernar, pero, si se la excluye de los debates, no las va a tener nunca y siempre quedará relegada a una posición marginal. Si a eso se le suma el llamado voto útil, la pobre IU se queda compuesta y sin novio. Hoy mismo realizan su acto central de campaña en Béjar. Porque siguen animados con sus actos. Se juntarán unos cuantos en un aula del colegio de La Antigua y se animarán durante un rato. Después se irán y el día de las votaciones recogerán solo un puñado de votos que para muy poco les van a servir pues la representación ni la sueñan. Pero los votos de todas las circunscripciones unidas dan un buen puñado de ellos que apenas quedan reflejados en un grupo exiguo de diputados que apenas si se dejan oír a lo largo de la legislatura. Con otro sistema de representación tendrían un buen grupo y la gente se animaría a votarlos sin pensar ni en votos útiles ni en otras posibilidades.
Pero si IU realiza hoy su acto central de campaña en Béjar, el PSOE ni está ni se le espera. A estas alturas no saben si Caldera se dará una vuelta y actuará en algún acto o lo dejarán todo al sentido común de los electores. Ya he dicho más veces que para poco sirven las campañas electorales y tal vez para menos los mítines, porque van los convencidos y en ellos no se mueve ni un voto, pero de ahí a que el candidato no aparezca por aquí media un abismo. Hay razones que a mí se me escapan pero que son difíciles de entender. Habrá mucho que hacer en Madrid, que para eso se es coordinador del programa electoral, pero algo hay que concretar, aunque solo sea para que los militantes se den una voz de ánimo. A día de hoy, la militancia está totalmente desconcertada y sin saber a qué carta quedarse, sobre todo por falta de información y porque nadie le pide nada. Del PP no sé tampoco nada ni he visto anunciado nada. Me extraña que no realicen ningún acto. De momento son solo las pancartas las que lucen al viento los nombres de los dos grandes partidos. Acaso sea suficiente porque, como decía alguien, tendría bemoles que, después de la legislatura que llevamos, no tuviera todo el mundo suficientes elementos de juicio como para depositar su voto con claridad.
Mientras tanto, como para llenar hueco, alusiones a la violencia de género, en un día aciago y desgraciado. Cuando se aprobó la ley, ya tuve ocasión de comentar algo sobre el asunto. El asunto es más complejo que lo que pueda recoger una ley o un reglamento; tiene que ver con la cultura, con la escala de valores, con la historia, con la concepción de vida, con el sentido de propiedad, con la religión, con... Menos mal que parece que al menos esto no nos lo echamos unos a otros a la cara. O al menos no del todo.
miércoles, 27 de febrero de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario