domingo, 24 de febrero de 2008

DIARIO DE CAMPAÑA 3


Primer fin de semana de campaña. En estos casos se solían intensificar los mensajes y se explicitaban símbolos o presencias de personajes y de militantes por las calles. En Béjar -sospecho que en otros lugares sucede algo parecido- no hay nada que altere el ambiente. Hay algún partido principal que apenas si ha pegado en los paneles las fotografías de sus candidatos, quizás para que no sean pasto precipitado de la lluvia o de los tirones. De modo que nada diría que estamos en período electoral. El primer día de campaña me invitaron a la pegada simbólica de carteles. No asistí por diversas razones. Pero es que nada es necesario ni importante. ¿De qué pueden servir unas decenas de fotografías en los paneles al lado de cualquier imagen trasladada desde la televisión de un mitin con miles de personas?
España entera duerme en las mañanas de los domingos, serena y apacigua la resaca de sueño de la semana y del sábado, y prepara las madrugadas de los días siguientes. En Salamanca el PSOE ya ha celebrado su principal acto de campaña. Llegará al día 9 como desinflado, como de vuelta de todo. Del PP no sé nada ni espero saberlo, aunque sé que pelea cada voto como si le fuera en ello la vida. En realidad le va. Cuando el fin es ganar o fracasar, los medios se hacen prioritarios al fin y se desarrollan a costa de lo que sea; por eso ese trasiego sin descanso hasta el último aliento.
Desde la calma de este domingo sigo pensando que casi todo está ya dicho y que la gente lo debe de tener bastante claro. Sería un signo de serenidad y de madurez democrática. Nadie se puede travestir ahora sin caer en el ridículo.
A pesar de todo -encuestas dixerunt-, se prepara el debate de mañana como si del combate del siglo se tratara. Otra equivocación. Es verdad que llegará mucho más que todos los demás mítines juntos, pero como todo se vaya a tener que decidir por las palabras medidas y condicionadas de una hora o de hora y media, vaya una falta de solidez la nuestra y la de nuestro sistema. Dicen que los aspirantes se lo preparan concienzudamente. No está mal que suden la camiseta pero no sé muy bien para qué. Que no somos tontos del todo.
Y, a pesar de todo, no me parece bien pensar que todo es inútil. Estamos en la ceremonia de la confusión, pero también en el período en el que se manifiesta mejor que nunca que la convivencia es cosa de todos y que nuestra participación es importante y necesaria. Aunque sea para buscar el mal menor, que no es poco.

1 comentario:

Er Schú dijo...

Muy bien chaval. Vaya foto. La letra no he tenido tiempo de leerla. He preferido la de Alfonso Lazo. Cuando vea versos los rumiare con acento en la e. Desde el mar del norte en Bremerhaven, abrazos.