jueves, 21 de febrero de 2008

ONDAS SONORAS

Me voy recuperando, levanto la mirada, oteo el horizonte, lo encuentro despejado. Estos días grisáceos, de postración y cama, me han permitido, con el ritmo de vida al retortero, rastrear en las ondas. Siempre he sido un oyente bien avenido con la radio, pero he de reconocer que la he escuchado sobre todo en programas monotemáticos: opiniones, deportes… Estas mañanas me han permitido sumergirme y bucear en el programa matinal de la Cadena Ser. Y salgo satisfecho del intento. Es un programa grande, misceláneo, abierto a todo el mundo. Me llaman poderosamente la atención dos variables: la rapidez y la precisión. Todo marcha a velocidad de vértigo pero parece que no le falta de nada. Presentar (“conducir”dicen ellos) un programa de este tipo necesita un gran equipo y un encaje de bolillos en todas las acciones. Cuando el presentador anda en una sección ya tiene que haber olvidado los aciertos o los desaciertos de la anterior, por más que se haya producido tan solo unos momentos antes; y, sobre todo, tiene que tener la capacidad para pensar en la sección siguiente pero mostrar algo así como si no existiera en sus preocupaciones. Nada de esto se puede salvar sin un equipo coordinado. Tengo la impresión de que este programa lo tiene. Se nota en la conjunción, en la precisión, en el tono jovial, en la red extensa de gentes por toda la geografía, en el paso inmediato de la última noticia a la consideración más banal.
Y es que aquí cabe todo: he oído en el mismo programa todas las noticias de carácter mundial y nacional, la opinión más sesuda, las más variadas músicas (una de viola de gamba sencillamente sonaba fetén), los anuncios más comerciales de la moda, las opiniones de las propias modistas, las formas de desayunar en distintos lugares, los temas más frecuentes de conversación, los experimentos científicos más novedosos, las correcciones lingüísticas a sus propios errores, presentación de libros… Todo, todo lo más variado. Certificar aquí la importancia que tiene la verbalización de estos contenidos tendría que ser pleonástico pero sospecho que no todo el mundo le concede a esta verbalización la importancia que tiene. También el programa lo consigue. Supongo que a la hora de elegir presentadores tendrán esto muy en cuenta. Si a eso se le suma un sustento en la capacidad personal, tanto profesional como ética, que es la base de la credibilidad en todo, el resultado es el que es. En nada me extraña que sea el programa más oído de todo el panorama radiofónico español con mucha diferencia.
Parezco un publicitario de este programa. No hago otra cosa que agradecer los ratos que me ha hecho pasar estas mañanas, unas más en duermevela y otras más despejado. Si además me llama algún amigo, como hoy A. Merino para darme ánimos, mejor que mejor.
Parecía que la radio tendría los días contados con lo de la caja tonta. Ni hablar del caso.
¿Seguirá en el medio de nuestra vida la radio? Por luego.

1 comentario:

Sinda dijo...

hoyporhoy@cadenaser.com
Ahí tienes su dirección de correo electrónico. Por si quieres contarles lo que has escrito en tu blog. Todos pensábamos que con la marcha de Iñaki ya no sería lo mismo. Pero es lo que tu dices, el equipo -tan bien coordinado-es el mismo de antes,y el nuevo conductor lleva bien el carro.
Me alegro mucho de que estés saliendo a la luz, aunque ni un día de los que has estado abatido, has faltado a la cita en tu terraza.
Un beso (a distancia por si todavía contagias)