jueves, 5 de marzo de 2009

SIGO CUMPLIENDO VIAJES

Sigo cumpliendo viajes a Salamanca para ver a mi madre y estar con ella unas horas. Y sigo cumpliendo plazos, que voy desgranando y casi contemplando como tal vez no me hubiera gustado hacerlo nunca. Porque el final del trayecto se acerca y acaso yo he llegado a la meta muchas veces mentalmente.

Qué guapa está en su mundo susurrante. Qué lejos y qué cerca. Hoy le hemos llevado natillas que Nena ha hecho especialmente para ella. Le gustan mucho y come muy mal. Por eso tratamos de engañarla con ese gusto. No ha habido demasiado éxito.

Después de pasearla y de achucharla, de besarla mil veces y de llorar un poco junto a ella, la he dejado con mi hermana Asunción, que se ha quedado allí hasta ayudar a darle la cena y acostarla. Nos ha llamado para decirnos que ha estado muy tranquilita y hasta ha intentado un esbozo de juego con sus gestos. Ahora duerme tranquila. Yo dormiré tranquilo sabiendo que ella descansa, que reposa, que recupera un poquito sus fuerzas diminutas. Mañana ya veremos. Ya no me hago ilusiones ni estoy ilusionado; solo espero paciente.

2 comentarios:

mojadopapel dijo...

La impotencia es hiriente...saber que no puedes hacer nada, solo esperar, el único consuelo posible es pensar que ya no sufre, solo sufrimos nosotros.

antonio merino dijo...

Un abrazo, Antonio.