viernes, 6 de marzo de 2009

OTROS PALOS

Quise pasar un rato intentando otro palo. Es tan vario el flamenco… Son tan torpes mis manos… Quise también hacerme más cercano, ponerme a ras de suelo, hacer segundas y terceras voces, que en poseía son guiones y paréntesis. Me puse fingidor e ideé un receptor indefinido ¿o definido?, que apenas se sugiere en el poema. Seguí con los contrastes como forma de intensificar todo. Busqué un último verso con vista panorámica. Y eché todo a la calle. Este es el resultado.

ME ACUSAN DE LOCURA

De nuevo en el reloj las siete y media
-y no es nombre de juego,
pues no puedo pasarme-. La ventana
me da cuenta del ánimo del día.
Un poco de gimnasia –sin pasarse-,
la ducha, hacer la cama, el desayuno,
lavarme bien los dientes y a la calle.

Me llevo en mi cartera de pedidos
un esquema sencillo de Cervantes
-frente a tanto truhán de pacotilla,
hoy toca darle gloria a don Quijote-.

Mi agenda me señala, tras las clases,
una cita a las once con el médico,
un respiro en el bar sobre las doce
-necesito explorar con alimentos:
aunque no soy abstemio, bebo poco-,
un rato de lectura de periódicos
-cuánto canalla suelto por el mundo
(no sé usar las mayúsculas con tino)-
y, a las dos, vuelta a casa.

Pero llego a la Plaza y te descubro
saliendo, como ninfa, de las aguas,
plantada en el asfalto, acariciada
por los rayos del sol de la mañana.

Y lo que eran Cervantes, don Quijote,
Sancho Panza, Novelas Ejemplares,
el estilo realista, los refranes,
las reglas tan estrictas de la caballería,
los héroes de ahora mismo y los de entonces
-resulta de buen gusto
hacer literatura comparada-;
en fin, esos decálogos insulsos
que rellenan las clases,
se convierte en zozobra y desvarío.
Abro el libro al azar y, por las líneas,
solo caminas tú.
No hay ínsulas, ni ventas, ni castillos,
ni torneos inventados
en los que conquistar una doncella.

Se me acusa, en consejo sumarísimo,
de haber perdido el juicio.
¿Sabrán estos fiscales
qué es la sabiduría?

1 comentario:

Sinda dijo...

Ay, Don Antonio, si es que ya lo decía el viejo tango, y usted siempre fue bailongo:
Si soy así,
¿qué voy hacer?
Pa mi la vida tiene forma de mujer.
Por eso, NENA, no hagas caso de este loco
Que no asienta más el coco
Y olvidá tu metejón...
Si soy así,
¿qué voy hacer?
Tengo una esponja donde el coure hay que tener.

Un beso, hermoso.

PS: En cuanto a los fiscales, los habrá que sí y los habrá que no. Los que a ti te acusan seguro que lo saben. Qué sería del mundo sin ese puntito de locura?