martes, 3 de febrero de 2009

PATRIOTISMO

Tengo la inmensa suerte de trabajar en algo que me gusta. Siempre el trabajo es una tortura, y aquel que afirma que le gusta trabajar anda en mi consideración cerca de la mentira, y empiezo, en consecuencia, a desconfiar de él y a tildarlo en silencio de posible vago redomado. A la etimología me remito y a aprender a Salamanca. Afirmo, pues, que me gusta el asunto de mi trabajo, no el trabajo. Para que no haya malos entendidos.

Y mi trabajo tiene que ver con las palabras, con ese instrumento maravilloso que da cobertura a las ideas, que facilita la comunicación y que, por ello, contribuye a que los que las dominan estén en condiciones de ser un poquitín más felices. Este es mi esquema de trabajo y es el que transmito a quienes me quieren escuchar. Sin ideas, no hay razón (ni ser humano), sin palabras no hay certeza ni visibilidad de la razón (ni de ser humano), con el dominio de las palabras se controla la inevitable comunicación entre las personas, con el dominio de la comunicación estamos en condiciones de esa pretendida felicidad. Y así, repetido, hasta que todo hijo de vecino lo automatiza y, al menos delante de mí, parece convencido de que es y tiene que ser así. La práctica empieza entonces, a partir de este sencillo encadenamiento de ideas. Desde ese momento, el trabajo -eso que no debería gustar a nadie (¡como coños va a gustar la tortura: eso es lo que significa trabajo!)- comienza a funcionar. No parece mal objetivo el de alcanzar un poquito más de felicidad. O sea, que mis alumnos estudian para ser más felices. Ahora ya sí merece la pena estudiar.

Trabajar con palabras implica muchas variables, demasiadas. Y te ofrece muchas posibilidades, muchísimas. A veces, si no te contienes, empiezas y no puedes tener conciencia de por dónde vas a terminar.

A mí los padres esos que protestan por la Educación para la Ciudadanía me tenían que acusar, procesar y condenar a cadena perpetua. Por lo menos.

Hoy mismo hacían mis alumnos derivaciones para otras categorías de palabras. Entre los términos propuestos aparecía “patria”. Rápidamente seleccionaron “patriota”, “patriotero” y otras para la categoría de adjetivos. Y nos enredamos con ella. Me enredé yo, naturalmente, con su significado. Como para no aprovechar el momento con una palabra tan interesante. Enseguida comprobé que la noción estaba absolutamente confusa. El paso siguiente fue el de intentar fijar una posición oficial acerca de su significado. Diccionario en ristre y a la página de “nación” y de “patria”. Y comprobación de que tampoco para los doctos de la casa el asunto anda claro, ni mucho menos. Y una corta explicación del significado etimológico, del significado sociológico y del significado popular de las palabras.
Todavía la gran mayoría pensaba que el patriota era aquel dispuesto a dar hasta su vida por su “patria”. Ay, “dulce et decorum est pro patria mori”. Qué chorrada. Y lo ligaban sobre todo con el territorio. Intentaba hacerles ver que siempre tendrían que decidir ellos pero que eso de dar la vida por algo hay que pensárselo mucho y que vete a saber si merece la pena; y sobre todo les indicaba que, si se trataba de defender un territorio y no un grupo de personas, parecía una exageración defender con la vida un prado o una montaña, por muy extensos que fueran, pues eso más bien parece propio de los leones o de los perros cuando mean y marcan el territorio; y, además, me detenía en lanzarles alguna pregunta del tipo siguiente: ¿quién te ha dado a ti la propiedad sobre un territorio?

Los ánimos se calmaban, el silencio se hacía algo más espeso y yo lo rompía tratando más bien de sonsacarles otras posibilidades de ser buenos patriotas sin necesidad de dar la vida por nada. Y pensaron en un día cualquiera y les salían los ejemplos por las orejas: ser solidarios con los miembros de la familia, estudiar lo suficiente, concentrarse en el trabajo, no molestar a los demás, plantearse cuál es la situación de su familia, de su barrio y de su ciudad, plantearse una mejora individual aunque sea pequeña, ser respetuosos con los diferentes, guardar un orden físico elemental, mejorar el lenguaje para facilitar su comunicación con los demás… Ufff, menudo montón de ejemplos. Y para ninguno se necesitaban balas, ni siquiera de fogueo.

Y hasta creo que entendieron de una jodida vez en qué consiste eso de ser buenos patriotas. Y se alejaron un poco de todas las monsergas que oyen cada día en tantos sitios. Y lo mismo hasta comprendieron que la semántica tiene estas cosillas. Y tal vez hasta alguno pensó que vaya un pelma de profesor porque a ver cómo se respondía esto en un examen.

Yo creo que soy carne de cañón para estos padres de Educación para la Ciudadanía. Pero mi abogado será de oficio: no pienso gastarme ni un euro en mi defensa. Eso sí, salí contento del aula. Que no es poco.

Por cierto, ¿seré yo buen patriota?

3 comentarios:

Sinda dijo...

Jo, Antonio, la posición de duda metódica que mantienes invariablemente, te impulsa a hacerte preguntas sin respiro.

Yo voy a responderte, pero primero te haré preguntas.

Acaso no eres solidario con los miembros de tu familia? No estudias lo suficiente? No te concentras en el trabajo? Molestas a los demás!!?(bueno, ahí habría que definir "demás", y en todo caso sería problema de ellos.)
Acaso no sabes hasta durmiendo cuál es la situación de tu familia? Y la de tu barrio? Qué me dices de la de tu patria chica, de la que conoces los entresijos al dedillo? Te pasas la vida intentando querer y que te quieran.
Y qué decir de la mejora del lenguaje y de la comunicación con los demás...que en tu caso es algo constante y enriquecedor.

Besos desde el trabajo en una hora de guardia, pedazo de PATRIOTA.

Sinda dijo...

Me he molestado en mirar las acepciones (según la RAE) de "patriota" en otras tierras, y mira lo que sale:

3. m. fest. coloq. Cuba. Billete o moneda de un peso.

4. m. Nic. Plátano maduro.

Ya le diré yo a alguno "patriota" en nicaragüense, jajajaja.

mojadopapel dijo...

Antonio perdona que aproveche tu pagina para reirme un rato con Sinda,pero es que no es para menos con su comentario,jajajajajaja...., y atrevete a decir ahora que eres un patriota.