lunes, 23 de febrero de 2009

NO PUEDE SER VERDAD

No puede ser verdad lo que yo pienso. Padezco de manía persecutoria, producida tal vez por algún deseo mal curado que se esconde y se niega a dejarme y marcharse. Me tengo prometido no hablar de algunos temas pues me repito más que la morcilla. Pero no puedo hacerlo. Algo me tira de no sé qué tripilla y no me deja quieto ¡Yo quiero ser normal, soñar con lo que sueña todo el mundo, dejarme de pamplinas y gastarme las horas en esas cosas tan sabrosas que complacen a todo hijo de vecino!

Por eso hoy, con la mayor seriedad del mundo, vengo a pedir auxilio a quien caritativamente pueda ayudarme a poner mi cabecita en orden y sosiego.

Los siguientes son datos, no opiniones. En el telediario de mediodía de TVE han dedicado nueve minutos y quince segundos al asunto del cese del ministro de justicia, a su sustitución, a las opiniones de los representantes políticos y a lo que este hecho puede suponer para la justicia en España. En el mismo informativo se ha cubierto la noticia de la entrega de los oscar con trece minutos exactos. Y aún me queda la duda de si no he contado un minuto menos. La prueba la he hecho reloj en mano porque ya me esperaba algo así. En honor a la verdad he de decir que este asunto de Hollywood lo han dividido en dos bloques y que lo han ofrecido como segunda noticia del día. Tengo derecho a pensar que el hecho de darla como segunda noticia les ha chafado el entusiasmo de haberla dado como primera y que la división en dos bloques de la segunda obedece a la vergüenza que habría supuesto endilgarnos casi un cuarto de hora seguido de fastos cinematográficos y a lo que significa envolver el telediario con el mismo hecho al principio y al final. Pero estas son opiniones mías y puede que no respondan a la lógica. O sí.

Pues estos son los datos en minutos. Después vienen las caras, la división de contenidos, los comentarios añadidos, los escenarios utilizados, la aquiescencia y lo otro. En fin, todo ese mundo.

No escucho en ningún sitio ni pizca de protesta, ni un poquitín de duda, ni un átomo de reticencia. Y por ninguna parte, ni de derechas ni de izquierdas. Todos cerca del cielo, a un paso del orgasmo, con la patita al aire y otras cosas, rendidos sin condiciones, como con un espasmo.

No puede ser verdad lo que yo pienso. Yo pienso que esa meca de ilusiones, eso llamado Hollywood no es más que una infinita fábrica que exporta en monopolio una escala de valores que muy escasamente tiene que ver con la razón y con el esfuerzo, que basa sus productos en elementos físicos, en estrellas y dioses de la nada cuyos únicos méritos, en demasiados casos, son sus medidas justas para asuntos de sexo y poco más. Y pienso que la escala de valores que pasean a golpe de talonario y de falsas apariencias sirve sobre todo para continuar con el estatus en que se encuentra el mundo, sobre todo los de ese mundo tan selecto en fiestas, apariencias y cartera. Y pienso muchas cosas que no me atrevo a poner en el papel porque son demasiado gruesas.

No puede ser verdad lo que yo pienso. Hay demasiados millones de personas que se rinden y se entregan a todo este mundillo. Y no deberían estar todas equivocadas.

No puede ser verdad lo que yo pienso. Tengo que hacer algún cursillo acelerado de cine para que no me asusten todos estos saraos, para no despotricar con todas mis fuerzas contra tanta gente, para apreciar los valores de un vestido de moda, de unos pechos al viento, de un discurso aprendido de unos treinta segundos, de unas vidas cortadas por el patrón del lujo, de creerme que todo lo que dicen responde a la verdad y no a la pose más asquerosa y sucia, que se enseñan a medias para crear más morbo. Tengo que aprender a cantar las excelencias del cine americano con toda su potencia, con toda su verdad.

No puede ser verdad lo que yo pienso. Necesito de veras la ayuda de la gente. Estoy dispuesto a ello pues tengo que andar ciego en mi conciencia, negado en mi cabeza para entender lo bueno de este asunto, la incalculable ciencia que destila, lo hermoso de su esencia y su existencia.

No puede ser verdad lo que yo pienso pues es mucho peor que lo que escribo. ¿Alguien quiere ayudarme? Se recompensará. Estoy dispuesto a ser un buen alumno. Tengo una gran ventaja: me queda todo por aprender pues ahora mismo soy alumno objetor pero en proceso de conversión sincera.

¿Hay alguien que me salve? ¡Pero qué bueno es Hollywood!

10 comentarios:

Luis Felipe Comendador dijo...

Yo no te pienso salvar, chiquitín.
Y el asunto que cuentas no es el más extremo, pues los premios Oscar se dan una vez al año [que no hace mucho daño]... y el cine no deja de tener su puntito de cultura [a veces de muy elevado calado]... lo jodido es aguantar esa media hora Madrid/Barça detrás de cada comida diaria [incluye la pensión completa, colega]... y peor si se trata de Raúl y la Selección Española de Fútbol... eso sí que me saca de quicio.
En fin, prefiero a Penélope que a Raulito... la trago mejor.

Antonio Gutiérrez Turrión dijo...

Supongo que no quieres decir que yo trago fácilmente todo eso de Raúl, del Madrid y del Barça, no me jodas. Por mi parte, no tengo nada ni contra Raúl ni contra Penélope (contra esta, menos, que a la vista está). Se trata de todo lo que hay detrás y de lo que simboliza todo esto. No nos vayamos a confundir ni confundamos a nadie.
Un abrazo.

Adu dijo...

Por una vez (y sin que se acostumbre nadie), estoy de acuerdo con LFC.
A mí me repatea el tiempo que dedican al fútbol y la ausencia de novedades culturales, pero el fútbol vende, eso sí que vende: carnaza para la tribu. Y eso es a diario, nadie protesta. En fin.
Yo sí que no te puedo salvar, es obvio.

Antonio Gutiérrez Turrión dijo...

Pues sigo pidiendo humildemente ayuda. Veamos.
Adu, creo estar en lo certo si aseguro que eres mujer (si así no fuera, me valdría lo mismo). Pero, desde esa condición, ¿te has parado a pensar en qué nivel queda la mujer en todos estos saraos? ¿Supera acaso el nivel de rastrero objeto sexual? Y una cosita más: En la entrada se habla de las ceremonias, de la parafernalia y de la escala de valores que impone en todo el mundo mundial la factoría Hollywood. Naturalmente que allí también se producen excelentes películas. Solo nos faltaba que no se salvara ni una.
No puede ser, tengo que estar equivocado. Necesito que alguien me abra los ojos. Sigo pidiendo ayuda.

Donce dijo...

Lo que está clarísimo es que el mundo se asienta tras una grannnn vidriera y, Antonio, tú y yo hoy no escogimos el mismo color para ver la vida!

"O sea" que tú solo te fijas en la alfombra roja? vaya, vaya...
y lo del Óscar como reconocimiento del TALENTO interpretativo -recuerda que aún sigue siendo el séptimo arte!- también te parece ser un mero y rastrero objeto sexual!??, vaya, vaya...

Acaso tú no te pones guapetón para ir a una boda? -por supuesto!-
¿y por eso ya eres un objeto sexual?? -hombre, yo eso no lo dudo! jeje-

Pues yo reivindico el poder pintarnos la pestaña -cuando nos apetezca- sin que la pintura, o el escote, reste valor a nada de lo que hagamos!!!!
ea!

(Se despilfarra mucho, sí, pero ahora dicen que hay que consumir... no?!)

Antonio Gutiérrez Turrión dijo...

¿Que yo me fijo solo en la alfombra roja? !Pero qué dices, hermosa!!!??? Conté los minutos que le dedicó una televisión, no yo. Repito: fue la televisión. Y anoté el día anterior que la corresponsal estaba casi llorosa porque no había conseguido saber cuál iba a ser el vestido que la actriz luciría en la gala. ¿Es ese el principal valor de una actriz? No es eso servir de objeto sexual y de ser más deseado. ¿Deseado para qué? Me cuesta seguir desarrollando. Es la televisión la que lo hace, !!!no yo!!! Y la tele crea opinión. Y escala de valores. De hecho habría tropecientos millones de espectadores con el mismo morbo en las pupilas y en otros sitios.
Y otro apunte más para pinchar: ¿En qué sobrepasa el valor y el esfuerzo de esta actriz (o de otra cualquiera) al que manifiesta un obrero poniendo tejas? ¿Reciben elmismo reconocimiento? ¿quieres que comparemos qué hace la televisión -y la sociedad- con cualquier premio literario?
Sigo necesitando salvación. Que alguien me ayude.

Adu dijo...

Entre Bacon y los Oscars, me habéis dado trabajo extra, chiquis. Procuraré seguir en breve.
(Antonio: si hubieras pinchado en mi perfil, hubieras visto que soy una mujer pero opino como tú: qué más da. Te invito a que leas mi entrada "De los Goya y otros premios", así como los post de ese día, tal vez arroje alguna luz -tal vez no-). Temas a debate, me gusta, mmm... la cosa se pone interesante.

pancho dijo...

Antonio, Tú que ves la tv, ¿Contaste los minutos que dedicaron al 70 aniversario de la muerte del poeta que murió de país, en el exilio, al mes justo de dejar la España por la que tanto luchó hasta el final? Menos mal que estáis los blogueros para recordarle, gracias por tu gran entrada.

Donce dijo...

Ay Antonio, no te enfades hombre! que yo me estoy riendo...
(y falta me hacía, de verdad!)
si además te voy a decir una cosa, a mí me parece que el Óscar de Pe se ha conseguido a base de influencias... no te digo más!

Y cuando quieras le hacemos un homenaje al señor de las tejas, o a los mil y pico compañeros que tengo en las obras, incluyendo -por supuesto- al que se mató la semana pasada con una máquina.

Y venga, hombre, no te enfades conmigo!
(otro día tengo que consultarte una cosita seria, a ver si puedes indicarme algunos pasos...)
Muacccc

-Pancho, en Informe Semanal le dedicaron unos minutillos preciosos-

mojadopapel dijo...

Marcar la diferencia no es malo, no pidas que te salven de lo que seguramente no admitirias ser salvado en el fondo... que eres raro!! ...puede ser... también eres auténtico y eso puede doler a los demás y a veces a ti mismo.