FUE UN INSTANTE MÁS LARGO
Del sueño en la penumbra vaporosa,
se despertó la tarde en un instante.
Todo el pasado en negro y en la sombra,
todos los días de oscuridad y niebla.
Fue un instante más largo aquella tarde,
una gota de luz esplendorosa,
una rugosidad con luz más asentada,
un momento dispuesto a hacerse eterno.
En él fraguó su estancia la memoria
y levantó del surco del olvido
unos labios besando, claros, tiernos,
empeñados en ser fin y principio.
Fue un instante más largo aquella tarde,
encendiéndolo todo,
haciendo luz la sombra
para que ardiera en llamas el olvido.
viernes, 15 de enero de 2010
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