viernes, 15 de enero de 2010

FUE UN INSTANTE MÁS LARGO

FUE UN INSTANTE MÁS LARGO

Del sueño en la penumbra vaporosa,
se despertó la tarde en un instante.
Todo el pasado en negro y en la sombra,
todos los días de oscuridad y niebla.

Fue un instante más largo aquella tarde,
una gota de luz esplendorosa,
una rugosidad con luz más asentada,
un momento dispuesto a hacerse eterno.

En él fraguó su estancia la memoria
y levantó del surco del olvido
unos labios besando, claros, tiernos,
empeñados en ser fin y principio.

Fue un instante más largo aquella tarde,
encendiéndolo todo,
haciendo luz la sombra
para que ardiera en llamas el olvido.

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