NO SÉ POR QUÉ
No sé por qué te escribo estos poemas,
estas pobres palabras solitarias
que, sin saber muy bien por qué razones,
se encuentran una noche en el camino,
se miran, se detienen, se analizan,
se hacen amigas todas,
se rozan, se acomodan, se acarician,
te miran, por si tú les das permiso,
se aman al fin, como el azar y el viento,
y salen a tu encuentro en la esperanza
de que su amor se junte con el tuyo
para formar un cuerpo más perfecto.
Ámalas tú: ellas también te aman
y no serán amor sin tus caricias.
viernes, 13 de noviembre de 2009
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