ME CUENTAN que has dejado
de invitarme a tus sueños,
que ya no me haces sitio
entre los pliegues tersos de tu cama.
Ahora en mí es todo invierno, todo frío,
todo es hielo en las ramas de los árboles,
puñales recubiertos como espadas desnudas,
todo es descenso térmico en el cielo.
Las estrellas tiritan sin encontrar cobijo,
los cielos, las ventanas, las farolas, los ríos,
el suelo y los tejados, las noches, mis sentidos.
¿Vendrá la primavera hasta mi casa
con el regalo de sus rayos tibios?
¿Tendré que acostumbrarme, sin remedio,
a esta vida de iglú sin tu cariño?
Acógeme de nuevo,
que tengo mucho, demasiado frío.
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Buenas noches, Don Antonio Gutiérrez Turrión:
Esta noche no debo estar inspirada. Hay un tono en el poema -desde el primer verso- que no le encuentro su música habitual.
Había pensado no ser desagradable, y no ponerle comentario, pero soy así.
No. Hoy no me ha gustado.
Saludos. Gelu
Publicar un comentario