lunes, 17 de noviembre de 2008

HE JUGADO CASI TEMBLOROSO

He jugado casi tembloroso a acariciar las formas primigenias de una figura en ciernes que se anuncia en los colores de una ecografía. Todo el campo se ofrece a los brazos de la imaginación. En esas formas cabe todo el futuro, en esos puntos en blanco y negro se encierran todo el silencio y toda la oscuridad. El tiempo y el espacio han roto su infinitud, han hecho un hueco y se han apiadado de unas células. En ellas todo el germen de la vida, todo el porvenir a cuestas, todo el misterio en reino. Ojo, se abre el paréntesis, se concreta un proyecto, se ilumina un espacio. Aún parece que todo es de algodón y que se escurre entre las manos de la fantasía. Pero tomará cuerpo y afirmará la sed de su presencia. Y otra vez el espacio y el tiempo jugarán a ser niños y a romperse entre juegos, entre amores y odios. Ojalá cuando entienda la luz sea la del rayo del amor entre los suyos y cuando oiga el sonido sea el de la melodía de las buenas palabras que convoca a la paz y a la justicia.

Espero que le sirva el poema aunque fue imaginado hace ya tiempo:

LLEGARON de muy lejos
Los primeros vestigios de la noche.
La piedra, demolida por la espera
De siglos en el centro
De aquella red tejida por la nada,
Se sorprendió extendiendo sus junturas
Hacia el eco indeciso, susurrado,
Acunado a sí mismo en el regazo
De su imprecisa sensación de ser.

Desde el otro confín del horizonte,
Donde se une el deseo con la tiniebla,
Se fue acercando sigilosamente,
Como arañando brumas,
Hasta hacerse presente en los dominios
Del reino del olvido.

Tus ojos comprendieron, tus oídos
Sintieron que una ruta, marcada
Por la voz de otros gemidos,
Te aguardaba en su seno. No podías
Negarte a su susurro. Tras los ecos
Llegaron nuevos ecos y, a su lado,
Nuevos ecos, y ecos y más ecos.

Y te erguiste hacia el cielo,
Buscando hacerte fiel, enderezarte,
Tocar tus manos tibias, sorprenderte
Tú mismo hacia lejanas tierras.

Ni surcos, ni senderos ni sandalias;
El cielo y las arenas
Contra las exigencias
Del tiempo y del espacio.

Y un eco debilísimo y seguro
Tirando de tus carnes
Hacia otro puerto extraño y misterioso.

4 comentarios:

mojadopapel dijo...

Jo antonio, que preciosidad de palabras, me has emocionado.

Manolo dijo...

Tu alegría es nuestra alegría. Un fuerte abrazo, Antonio

gel dijo...

Me encanta leerte, se toca la emoción ...ENHORABUENA!!!!!por la vida, ya te has sobrevivido, poeta.

altairbejar dijo...

Enhorabuena. Esto es una de esas cosas que le dan verdadera emoción a la vida.

Un abrazo.