Cada día leo noticias que evidencian las dificultades por las que pasa este sistema económico imperante en todo el mundo. Esta crisis de contabilidad financiera ha generado un efecto dominó que tiene a todo el engranaje patas arriba. Ayer mismo escuchaba la afirmación de que, en los últimos tiempos, se estaba “jugando” con una cifra de dinero superior en treinta veces a la realmente existente. Y todavía habrá quien se extrañe de que pase lo que está sucediendo. Por definición, el dinero es mentira y únicamente representa simbólicamente la realidad. Pero si, además, especulamos con una cantidad treinta veces superior a lo existente ya con el valor solo de símbolo, es que hemos entrado en el mundo de la locura. Y en él estamos, por supuesto. De manera que lo que realmente ha venido interesando no es la producción y distribución de productos reales sino el cambio de números de una cuenta a otra. Estos eran los señores productivos y los que recibían todos los aplausos, los de la pura especulación, los que se levantaban y compraban a cinco para vender antes de acostarse a seis.
¿Podremos seguir diciendo algunos que todo es mentira? Proclamo de nuevo mis limitaciones infinitas en el mundo de la economía teórica (y en la otra), pero sigo aspirando a estar en el nivel del sentido común y eso me basta para comprender esta especie de sofisma. Uno tiene la impresión de que casi todos los economistas han tenido como misión no el intento de cambio del sistema financiero sino la de sacarle el máximo provecho personal o para su empresa. Tal vez por eso ahora se escondan como niños cogidos en renuncio y no sepan a qué carta quedarse.
Porque no dan la cara y nadie es procesado como lo es cualquiera que estafa diez euros a la hacienda pública. ¿O es que no tiene caras visibles este fracaso? En este nuestro mundo ponemos en la picota a los que se saltan la más mínima norma civil o penal, pero el mundo financiero sigue quedando al margen de la ley. Como si no afectara todo esto a la comunidad. La solución será buscada prestando ayuda pública a los principales causantes del desaguisado. Antes y después seguirán siendo los mismos los que tengan el poder de decisión y enseñarán sus dientes a todo el que ose pedir responsabilidades personales. El mundo al revés.
Y es que la vida fluye, como el agua, pero los principios aspiran a pervivir como el lago.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
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1 comentario:
La Especulación es algo, lo mismo que la Seguridad Social, a lo que nadie, absolutamente nadie ha tenido narices por no decir otra cosa de meterle mano.
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