domingo, 25 de noviembre de 2007

POST FESTUM



Post festum, pestum; o Después de la tempestad, viene la calma; o Días de mucho, vísperas de nada. Vamos, que de nuevo estamos solos y en silencio después de poco más de un día de compañía deseada, con Miguel Ángel y Juan Pablo en casa. La vida está hecha de contrastes y a ellos nos tenemos que someter. Uno de los contrastes más evidentes es el que muestra cómo los hijos son algo deseado pero terminan siendo una cosa que vuela por su cuenta y que, si así no fuera, sería prueba de alguna disfunción. El último fin es precisamente el de darles vuelo para que vivan a su aire y en sus propios nidos. Así que, venga, vale, estupenda la venida y estupenda la ida; o menos estupenda, pero qué le vamos a hacer. Porque hasta la estancia en casa es la que es, con los amigos y las salidas más que con las paradas en casa, con los deseos de presencia y con las realidades del poco tiempo que en realidad están con nosotros. En fin, todo así, como tiene que ser. Vale.

El viernes asistí a ver la película "Las trece rosas". Una más sobre la guerra incivil, aquel desastre de hace setenta años que sigue coleando. Qué desagradable todo. Lo peor -se lo comentaba a una de las escasas espectadoras al terminar la película- es que todo lo que se cuenta fue verdad, que los horrores lo fueron y que los odios, la chulería, las venganzas y la mala baba también fueron como se ve en la pantalla. La película va, creo, de menos a más, en una concentración dramática iteresante. No me gustó demasiado el apartado de interpretación y de realización; pero eso, al lado del tema y del ambiente que refleja, bien poco puede importar. Y todavía siguen negando el derecho a recordar serenamente a todos los asesinados y muertos anónimos de entonces. La madre que los parió. Si sirviera al menos para entender de una vez que no hay idea que merezca una muerte. Nunca. Ni una.

Se ha aprobado estos días la reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla y León. No es extraño -o sí- que, en el nivel nacional, esto haya pasado desapercibido. Lo que resulta escandaloso es que los periódicos y demás medios de la región y de la provincia hayan pasado por ello como de puntillas. Se le concede más espacio a cualquier espacio famosete que a este hecho. Parece que les diera vergüenza. Este Estatuto, como todos, aspira a mayores cuotas de poder y autonomía, se parece en mucho a los de Cataluña o Andalucía, por ejemplo. Pero hay algo diferente: afecta a esta región, la región más amplia de Europa.Pues a los otros Estatutos, páginas y páginas, calentando al personal continuamente; y a este, al propio, lo dicho, lo imprecindible y en letra menuda, por si acaso. La vida sigue siendo una representación y una farsa. Toda, enterita.

Yo he querido dedicar unos buenos ratos a la relectura -otra vez relectura, cuántas relecturas- de la poesía de Víctor Botas. Me provoca muchas sugerencias y me doy por aludido. De ella beberé. Y a ella vuelvo, que me quedan sorbos.

1 comentario:

pancho dijo...

Espectacular la foto que hoy nos presentas.