domingo, 18 de noviembre de 2007

CRITIAS AL SOL





En cambio en el CRITIAS, Platón se vuelve más cercano, aunque trate asuntos mitológicos y pretendidamente situados 9000 años antes de él, o, lo que es lo mismo, en lo más nebuloso de los tiempos. Nada menos que de un enfrentamiento legendario entre Atenas y la perdida Atlántida.Naturalmente, todo lo que aquí describe siguen siendo cuentos chinos (¿Por qué apellidamos a los cuentos como chinos si todos los cuentos por definición son inventados?), pero, como hace conjeturas con elementos naturales y uno tiende a considerarlos algo más inmutables que los humanos, y además lo hace desde una perspectiva de agencia de viajes, pues no es difícil soñarse en una isla afortunada y paradisíaca. Como que a uno le dan ganas de pedir billete para Canarias o algo así.
En realidad, el filósofo lo que hace es describir una forma de gobierno al cuidado de los dioses y otra al cuidado de los hombres; la primera fuera del tiempo, la segunda en el discurrir del tiempo y en la debilidad humana. El resultado es que, en el período humano, todo tiende a corromperse y a tornarse manifiestamente mejorable. Bendita corrupción. Por lo que a la Atlántida se refiere, a su ubicación más allá de las columnas de Hércules, a su clima, a su concepción geográfica, a su flora y a su fauna, a su concepción urbanística, a su forma de gobierno monárquica, a la felicidad e inmutabilidad de sus habitantes, todos tan contentos, todos tan memos, todos tan lelos, todos tan tontos, todos tan felices en su situación, nada parece más próximo a un paraíso soñado pero absolutamente alejado de una concepción histórica de participación ciudadana y de enfrentamiento y cambio en los gobiernos y en las leyes que de ellos dimanan. Sé que todo esto es base de la concepción política de Platón, que dasarrolla en otros Diálogos, pero hoy me interesa poco esta variable. Me quedo con la vereda de paraíso soñado, de lugar ideal para unos días al sol, de lugar adecuado en el que soñar un rato y acaso escuchar un poco música de Falla o de Amancio Prada. Como lo puedo hacer, creo que voy a ello. Gracias, Platón. Menos mal que concebiste un Diálogo corto e inconcluso y me dejaste a mí como lector que completara con lo que me diera la gana. Lo que tienen que aprender las agencias de viajes.
N.B. Un par de horas al sol por el camino de la Ruta de la Plata sientan la mar de bien. Esta mañana hacía buen tiempo por allí. Me dice Nena que es tal vez el lugar en el que mejor se escucha el silencio. "La música callada, la soledad sonora..."

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