Sin tiempo para nada, me sacaron del tiempo y me dejaron anclado en el verdadero tiempo, en el que a mí me gusta, en el de las sonrisas y en el de los contentos y no en el de las horas y minutos.
Ayer celebré mi cumpleaños y acaso alguna cosa más. El día completo fue para mí una sorpresa casi única. Ya llegaron mis hijos Miguel Ángel y Merce, con su angelito Sara, la noche anterior para darme una sorpresa grande. Y el resto de las horas fue todo una sorpresa deslumbrante y un vuelo sin fronteras. Mi familia, mis seres más queridos, me estaban aguardando en el Castañar. Creí que iba a comer con mi esposa y con mis hijos pero allí estaban todos los que podían estar. Y yo no sabía nada. Qué alegrón tan enorme. Y al poco de empezar la comida llegaron los abrazos por escrito: un librazo con colaboraciones de casi todos, también de mis amigos.
Nena lo había preparado todo con sigilo y con tino. Mi falta de reflejos hizo el resto pues no pillé ni duda hasta que todo se me vino encima.
Tengo cada día más clara la evidencia de que las palabras son pobres aproximaciones a la realidad, de que aquello que predicaban los místicos como inefable existe y toma cuerpo. Ayer fue un día total de sensaciones. Y todas en el límite de lo que no se puede decir con palabras..
Por eso será mejor que todo lo reduzca a dar las gracias, a deciros a todos que os quiero, que acaso más que nunca proclamo mi deseo de querer y de ser querido como mejor estado, que esas muestras de cariño próximas me gustan más que otras vestidas de oropel y de protocolos, que lo que vive cerca -en la distancia o en el corazón- es lo que más me mueve y me moldea, que tengo mucha suerte con tenerlos tan cerca, que queriéndoos me quiero también.
El día de ayer quedará en el calendario grabado a fuego porque me sentí robado del tiempo para situarme en otro tiempo de mirada lenta y amorosa.
Y alargaré ese día con otro libro de recuerdo y cabecera. Qué páginas tan bellas las que me habéis escrito todos. Sé que unos empujaron más que otros porque tenían más fuerzas. Pero yo quiero abrazaros a todos con la misma intensidad. Y Nena a la cabeza de todos los esfuerzos. La quiero mucho, mucho. No nombraré a los demás pero sabéis bien quién compone la nómina.
Así que a todos vosotros, familiares y amigos, un abrazote enorme. Sé bien que me queréis, ahora soy yo quien tiene que quereros. Pondré todo mi esfuerzo.
HA MANADO ya el tiempo muchas aguas
y el polvo sin sabor de los caminos
lo sacuden las lunas y las nadas
mientras me miro y en mi ser me abismo.
Hay tan poco seguro cuando cada
copo de tiempo corre fugitivo
y todo lo demás deja anotada
la huella renovada del bautismo…
Los días serán muestra definida
de lo que ofrece el tiempo a cada instante
pues que no he de ser yo causa bastante
de lo que más importa de mi vida:
la luz me velará mientras me habito
y velará también los demás ámbitos.
lunes, 30 de agosto de 2010
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5 comentarios:
¿Por qué Béjar?
Felicidades Antonio. Te envié un abrazo, que seguro te dieron, entrañable y sincero.
Hoy te dejo otro por escrito.
Felicidades, Antonio y un fuerte abrazo,
Diego
Bien merecida la sorpresa y el homenaje. Felicidades, Antonio.
Muchas gracias a todos. Un abrazo.
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