lunes, 2 de agosto de 2010

¿ESTÁ EL PAÍS PARADO?

¿En estos días de sol y de descanso quién descansa? ¿Está el país parado? Falsedad de toda falsedad. Es otra de las metonimias en las que andamos embarcados para poder vivir sin que se nos abran los ojos y comamos del árbol de la ciencia del bien y del mal.
Mientras mucha gente deambula por los espacios, se acomoda como puede en las playas, da cima a las montañas, o se refresca en el agua, otros muchos trabajan al sol que más calienta y siguen su tarea incombustibles.

Casi nadie habla de ellos pero ahí siguen ajándose las pieles: camareros, taxistas, limpiadores, gentes de esas llamadas del orden, agricultores, escritores, amas de casa, en casa o en los lugares de verano, que sigue siendo lo mismo, vendedores, intermediarios, transportistas y hasta enterradores.

Es este -ya lo he dicho en muchas ocasiones- un país de extremos que abre de par en par medio año y que cierra por derribo la otra mitad. Buena parte de la economía es estacional y la estructura y la estabilidad se hacen casi imposibles. Mientras no nos paremos a modificar un poco esto, no tendremos nada mínimamente sostenible y con horizontes despejados. ¿Qué pasó de aquel proyecto de economía sostenible que tan bien me sonaba cuando se anunció?

Anoche mismo tuve la oportunidad de dar un paseo por el Castañar. No cabía un alma. Sé que era un día especial y que todavía quedaban restos y olores del calderillo popular de la mañana. Parecía que todo el mundo se había dado cita en el paraje para gustar un poco del vientecillo que a esa hora se suele levantar y que ayuda a soportar los ardientes calores del día.

Quiero subir ahora otro momento. Seguro que voy a estar casi solo tomando el fresco. ¿Qué es eso de que todo el mundo está de vacaciones? No es verdad. De nuevo, los medios de comunicación hacen metonimia, recogen la parte por el todo y elevan a rango de primera realidad lo que quieren y lo que les interesa, lo más vistoso y lo que más beneficios les produce.

Buscar huecos y razones para explicar por qué unos sí gozan de esos descansos y otros muchos no resultaría un poco más trabajoso y menos productivo económicamente. Y sobre todo, nos haría pensar un poco más y extraer consecuencias tal vez no deseadas. Y a eso ya no estamos tan dispuestos desde las cuentas de resultados.

Pero es tiempo de luz y de amor por la vida. Sea como sea, aquí van unas notas de amor por esa vida:

a)Menos imagen de muerte en el horizonte porque ya viene sola sin que tengamos que llamarla.

b)Más vida mundana. Mundana solo quiere decir “de mundo”, no exactamente volver a casa a las tantas de la madrugada, es decir, de remover y de gozar con todo aquello que compone este mundo.

c)Descubrimiento feliz de nuestro cuerpo.

d)Superación de aquel dilema entre la carne y el espíritu que tantos quebraderos de cabeza nos ha dado.

e)Descubrimiento, análisis y gozo de la naturaleza y del ser humano.

f)El amor humano es siempre positivo y siempre es expresión de la belleza.

g)Dar importancia al arte y a la palabra en las relaciones humanas.

h)Perder el sentido del pecado y asentar el sentido de la injusticia.

i)Analizarse al lado de los otros.

j)Pensar que todo vive muy cerca de nosotros.

Para gozar del verano en el trabajo y en el descanso. Y para que no nos engañen con tópicos al uso y a beneficio de la cuenta de resultados.

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