Certifica la luz estos paisajes
donde deja la tarde
tu figura pausada
y ese olor a jazmines que penetra
por todos mis sentidos.
Nada impide que te mire a los ojos,
cada espacio
es un espacio abierto, sin ventanas
ni goznes que separen de tus puertas
las ansias de mis voces.
Está llamando marzo con su viento,
las cigüeñas se asientan en sus nidos,
vuelan alto, festonean el cielo.
Hay almendros en flor y las violetas
alfombran cualquier prado.
Mi corazón se marcha,
lánguido, extenuado y taciturno
en busca de otro marzo florecido,
con fuentes sempiternas
que dibujen las tardes en sus aguas.
También en esos fondos cristalinos
aguardo tu mirada en mi mirada.
jueves, 13 de marzo de 2008
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1 comentario:
Otra vez habló Don Antonio.
Ya me has alegrado la mañana, me voy al trabajo con este olor a jazmines..., aunque aquí y ahora es el olor de azahar el que embriaga por donde quiera que vayas.
Buen día
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