…QUE FELIZ LA MIRADA
Se cerraron mis ojos para poder mirarte
y solo descubrieron
la deslumbrante luz de tu mirada.
Entonces seguí ciego de una mortal ceguera
pero sentí que todo
se desnudaba en musgo de verdes vegetales.
Por don inmerecido y silencioso
mi cuerpo cedió blando
y alzó su vuelo altivo buscando tus alturas.
Estoy de vacaciones en el cielo,
sin billete de vuelta:
hay miradas que matan para vivir en ellas.
sábado, 26 de marzo de 2011
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1 comentario:
Bueno es... después de un tiempo muerto, volver a leerte y robar sentimiento ajeno a través de tus poemas para hacerlo propio, es lo que nos regaláis los poetas.
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