jueves, 24 de marzo de 2011

UN MAL ROLLO (DE PAPEL)

He tomado la resolución de deshacerme de libros y de papeles. Hay varias razones poderosas que me empujan a ello. Alguna es sencillamente de tipo físico: en mis estanterías no cabe ni un centímetro más de papel; no hay rincón de la casa en la que pueda hacer hueco para libros o cuadernos. Y hay muchas más, como por ejemplo la convicción de que muchos de ellos no me van a servir ya de mucha utilidad, de que internet es mi mejor biblioteca, de que, salvo a los clásicos, a los demás es mejor dejarlos dormir en paz, de que casi todo tenía que estar en las bibliotecas al servicio de todos, de que… Así que voy a ver si lo pongo en práctica.

Esta misma mañana buscaba algo y, entre tanto papel, he dado con un recorte que en mala hora conservé para mí. Volver a verlo me ha puesto de los nervios por la miseria que acumula en tan pocas palabras. Se trata de una página de un periódico provincial (viernes 15 de junio de 2001): nada menos que diez años. Palabras del entonces edil de cultura en el Ayuntamiento de Béjar, Luis F. Martín, acerca de los socialistas: “Realmente me dan pena, porque me recuerdan a esas personas muy mayores que, en su época joven, fracasaron, que se reúnen en la tasca o en los parques y que dan ideas”. Y se quedó tan fresco y sacando pecho el susodicho. Las declaraciones las hacía “ante las propuestas y críticas planteadas por el PSOE durante las últimas comisiones de gobierno”, o sea, no en una conversación cualquiera ni para aplicarlas a cualquier persona.

La formación académica de esta persona no es conocida por nadie sencillamente porque no se puede conocer lo que no existe, la educación ya se ve en qué grados se manifiesta, la inquina personal en la que se movía (no sé cuál es el grado actual) no tengo por qué glosarla pues a la vista está, lo que le sucedió después y cómo se aprovechó de los impuestos de todos cualquiera lo puede conocer y revisar (sentencias judiciales a la vista)…

Lo peor no es que un día a cualquiera se le caliente la boca, sino que este calentón sea la temperatura natural y se repita a menudo la ebullición. Y aun peor es que encima la vida y estas instituciones que nos hemos echado a la cara le permitan salir a flote y estar a la vista de los demás mientras otros se pierden en el anonimato y hasta en el olvido. Revisar su situación actual y sus últimas actuaciones me da certeza de lo que digo.

Creo que ya no estoy en condiciones de echar ningún cuerpo a cuerpo; desde hace muchos, muchísimos, años he desistido de cualquier pelea personal pues no veo en ellas ningún provecho ni para mí ni para mi posible adversario. Pero me desagrada sobremanera que en nuestras sociedades pululen personas con estas ínfulas que no encuentran anclaje nada más que en la nada y en la huida hacia adelante, en buscar la supremacía personal aparente desde el insulto cuando no hay ni base de barro siquiera en la que sustentarse, en hacer de todo un pelea personal y no de ideas precisamente porque estas faltan.

Es verdad que este ejemplo lo viví personalmente y acaso mi mal humor se acentúe por ello, pero proclamo que lo que me interesa no es la persona -nunca quiero tener nada contra ninguna persona, porque, como decía el maestro, ninguna dignidad es superior a la de ser persona- sino el ejemplo, que se puede repetir -y creo que se repite- con demasiada frecuencia.

Sospecho, por desgracia, que este esquema se repite en todos los niveles de la vida. A los medios de comunicación de masas este esquema tan sencillo, tan grosero y tan demagógico, les viene pintiparado para su asunto del morbo y de la cuenta de resultados, para su amarillismo y para la creación de la opinión pública que les conviene. Ay, los medios.

Tiraré el papel a la basura -ni siquiera lo voy a reciclar, por su asqueroso contenido- y abriré la ventana de mi habitación; después respiraré hondamente para limpiarme yo también por dentro de los malos humos que me puedan quedar y para procurar no caer yo mismo en tan detestables formas. Ah, y seguiré formándome un poquito para que, cuando exprese opiniones, no lo haga desde la indigencia mental y desde la miseria intelectual.

1 comentario:

fotosbrujas dijo...

Y parecía que fue ayer... Recuerdo, lo recuerdo, esta y otras recuerdo. Lo viví de cerca.