Voy rematando algunos de mis quehaceres, aunque todavía miro hacia final de mes y me veo en un montón de actividades. Good bye.
Mañana quiero trabajar con mis alumnos en esta creación: las greguerías. Me parecen un género que raya lo sublime y lo insignificante a la vez, pero que se ajusta a su creatividad por la extensión, por la chispa y por la sorpresa.
Copio aquí algunas de Gómez de la Serna. Todas son de su primera época. Me quedo con las más visuales.
. Los que se desperezan son como salvajes que disparan su flecha al aire.
. Las gallinas blancas están en paños menores.
. La S es el anzuelo del abecedario.
. ¡Qué dura le ha salido la barba al erizo!
. El grillo mide las pulsaciones de la noche.
. El hielo se derrite porque llora de frío.
. El beso es una nada entre paréntesis.
. La chicharra es el timbre despertador de la siesta.
. El reloj que atrasa es un reloj ahorrativo.
. El camello tiene la nuez en la joroba.
. El cráneo es la bóveda alta del corazón.
. El cacahuete tiene algo atravesado en la garganta.
. Las gaviotas nacieron de los pañuelos que dicen adiós en los puertos.
. El rayo es una especie de sacacorchos encolerizado.
. En el rebuzno, el burro se suena sin pañuelo.
. Los cigarros son los dedos del tiempo que se convierten en ceniza.
. La gaita es una especie de bota de vino musical.
. La espina dorsal es el bastón que nos tragamos al nacer.
. Los hongos y las setas vienen del mundo de los gnomos.
. Los perros nos enseñan la lengua como si nos hubiesen tomado por el doctor.
. La T es el martillo del abecedario.
. En la veleta, el viento monta en bicicleta.
. La A es la tienda de campaña del alfabeto.
¿Qué capacidad de producción tendrán ellos? Ya veremos.
miércoles, 9 de junio de 2010
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