jueves, 10 de junio de 2010

UN EJEMPLO SUGERENTE

Me apetece copiar este pequeño texto (era un ensayo elemental de narración) de un alumno de muy corta edad -unos catorce años-. No lo hago -se nota enseguida- por su calidad ni lingüística ni menos literaria precisamente, sino por dejar constancia de las circunstancias en las que se mueven algunas personas desde las primeras edades.
Cuántas cosas me recuerdan estas líneas, y qué guantazo les daría a aquellos que se quejan de vicio. Maquillo solo la ortografía más gruesa. Vamos.

“El sábado me levanté como siempre, me vestí, desayuné. Después se levantaron mis hermanos e hicieron lo mismo. Luego nos montamos todos en el coche y fuimos del pueblo a la finca donde tenemos los animales.

Al llegar, como todos los fines de semana, nos pusimos a ordeñar las cabras y después de dos horas acabamos de ordeñarlas. Mi madre se llevó la leche a casa y yo me quedé con mi hermana mayor. Los dos barrimos el pasillo de la nave y ayudamos a nuestro padre a hacer una pared de bloque en la pajera.

A las tres de la tarde llegó mi padre y mi otra hermana con la comida. A las cinco de la tarde echamos de comer a las cabras y después a las ovejas. A las ocho acabamos de echarles de comer y después nos fuimos al huerto. Allí lo regamos y al regresar nos montamos en el coche y nos fuimos a casa. En esta nos duchamos y cenamos, vimos un rato la tele y nos fuimos a dormir.

A la mañana siguiente hicimos lo mismo que la anterior, pero esta vez nos levantamos todos a la vez. Excepto nuestro padre que, como siempre, se levantó antes para ir echando de comer a las cabras.

Al llegar a la finca, ordeñamos a las cabras e igual que el día anterior ayudamos a nuestra madre mis hermanas y yo a hacer la pared. Luego comimos, echamos de comer a los animales y yo me quedé ayudando a mi padre mientras mis hermanas y mi madre se fueron al huerto.

Mi padre y yo acabamos la pared y luego nos fuimos todos a casa e igual que el día anterior cenamos, nos duchamos, vimos menos la tele, así nos fuimos antes a dormir.”

Juro que se me abren las carnes. Conozco bien el carácter de este alumno. Sé que no miente. Me parece estar escuchando un cuento de hace cincuenta años.

Pues, además, es un alumno ideal: siempre está atento, siempre interviene, jamás deja nada sin hacer, nunca levanta la voz… ¡Y sus hermanos, también alumnos, son igual! A este muchacho, aunque cometiera cien errores por línea, le pondría un sobresaliente a final de curso.

1 comentario:

PENELOPE-GELU dijo...

Buenos días, profesor Gutiérrez Turrión:

Hay familias en las que todos sus miembros están unidos como en una piña. Como en la de su alumno, al que espero que le guste lo que hace en el horario extraescolar, pues si no, durante todo el tiempo que está trabajando, tendrá la cabeza puesta en lo que realmente le llene.
No quiero entrar en comparar con lo fácil que lo tienen otros jóvenes y lo desaprovechan.
En cuanto a su calificación, sé que es una hipérbole. Usted sabrá darle la valoración justa, sopesando las circunstancias que no se le escapan.
Les pongo una canción. Para los dos.

http://www.youtube.com/watch?v=UW3IgDs-NnA

Saludos. Gelu

P.D.: Si hace click en el icono comillas, del vídeo Youtube, que aparecen junto al número de reproducciones, encontrará la letra de la canción en inglés. Encontrará alguna palabra para aprender.