Manolo Casadiego es un tipo que merece muy mucho la pena. Siempre anda al quite y me llena de música y de libros de la red. Sabe de sobra que no puedo con tanto, que mi curiosidad es mucha pero mi tiempo es poco y que ya ando metido en demasiados fregados. Pero él no ceja. Y yo se lo agradezco porque, en el fondo, soy un poco insaciable. Luego departimos en los caminos sobre lo humano y sobre lo divino. A veces tengo la impresión de que quiere que lea yo todo lo que él no puede leer. En fin, repito, es un tipo que merece la pena.
Hoy me ha enviado el enlace a un programa en el que Matthieu Ricard, biólogo y monje budista, hijo del filósofo francés Jean François Revel, dialoga con Eduard Punset acerca de la mente, de la compasión y del altruismo. Creo que ya le viene rebotado de su amigo Juanfran. Es muy larga la signatura pero la copio:
http://www.rtve.es/mediateca/videos/20100516/redes
A él que me he ido enseguida y en él que me he regodeado un buen rato. Anoto algunas de las ideas que en ese diálogo se enumeran:
a) La meditación es una necesidad para seleccionar la realidad. Son tantos los elementos que nos envía la realidad exterior, que tenemos la necesidad de seleccionar para que nuestra mente no esté llena de correos basura. Hoy lo esencial no es la información sino la selección que de ella hagamos.
b) La felicidad no es una sucesión interminable de placeres que terminan con el agotamiento sino una forma de ser. Así que acaso sea una adaptación serena y racional que nos cause satisfacción continua y no solo momentánea.
c) La meditación tiene como fines fundamentales la consecución y la práctica del amor, del altruismo y de la compasión. Y esto sin enfocarlo a nadie en particular pues tiene que alcanzar valor universal.
d) A mayor concentración le corresponde menos ansiedad más equilibrio y mayor grado de felicidad.
e) El culto al egoísmo actual no se corresponde con los resultados de los estudios neurológicos más actuales; estos estudios aseguran la existencia del lado positivo de la naturaleza y no solo la verdad del homo homini lupus. De modo que se puede asegurar que existe el altruismo sin egoísmo. Quién lo diría a la vista de lo que sucede en estos tiempos y en casi todos los lugares (véanse los mercados financieros y las crisis de todos los colores).
f) La potencialidad de la conciencia no está condicionada de antemano sino que se va formando con la actividad humana, sobre todo con la labor de la meditación.
g) La meditación nos va descubriendo el lado luminoso de la mente y en él aparece la capacidad real de conocer; de ese modo estaremos en condiciones de cambiar el mundo interior, siempre más fácil que cambiar toda la realidad exterior que nos invade.
h) El objetivo, entonces, es lograr la libertad interior y, desde ella, la conciencia de una mente y de una sociedad compasiva.
i) El altruismo y la compasión son las únicas formas productivas de la transformación individual y social.
Como para contarles esto a los mercados y al liberalismo, añado yo.
j) Existe una necesidad perentoria de aplicar este esquema al mundo de la educación.
k) No solo necesitamos tener herramientas. Hace falta saber utilizarlas y entender que existen para algo, que no valen nada por sí mismas.
Cómo me suena esto, añado yo.
l) La compasión es lo que nos hace más humanos, más sociales y nos permite una mejor convivencia.
m) La naturaleza del ser humano es compasiva y el hombre altruista tiene cabida y acogida en la naturaleza y en sus leyes.
n) La compasión es, en el fondo, la conciencia de la ciencia y de sus aplicaciones.
o) Por todo lo esquematizado, se asegura la necesidad de la atención y de la concentración para mejorar la mente.
p) Una práctica muy positiva es la de aplicarla en la respiración. Así la mente se calma, se vuelve más clara y permite practicar un mejor altruismo y compasión entre los seres humanos.
Miro a los mercados y me dan ganas de pedir auxilio a Matthieu Ricard, me asomo a la enseñanza y directamente le suplico un poco de ayuda y de por favor.
Se decía en la introducción del diálogo que hace algunos años había sido declarado Matthieu el hombre más feliz del mundo. Qué gozada.
miércoles, 26 de mayo de 2010
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2 comentarios:
La compasión sin generosidad, no me vale.
Buenas noches, profesor Gutiérrez Turrión:
- Sí. ¡Qué gran persona Manuel Casadiego, y buen amigo!.
- El hombre dedicando un tiempo a la meditación, a lo largo de la vida, puede descubrir todos los puntos que señala.
Matthieu Ricard es un privilegiado, casi obligado por lo tanto a ser feliz, para corresponder a todo lo que le ha sido dado.
La compasión debería ser innata en el hombre, sin necesidad de ponerse medallas cuando se tiene; pero muy preocupante cuando se carece de ella.
Y escojo el final de la carta de D. Quijote de la Mancha a Sancho Panza, gobernador de la ínsula Barataria:
[...]Y a Dios, el cual te guarde de que ninguno te tenga lástima.
Qué maravilla Cervantes, hace terminar la carta con un: 'Tu amigo'.
¿No era Sancho un hombre afortunado?.
Saludos. Gelu
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