martes, 18 de mayo de 2010

VOY AGOTANDO PLAZOS

Empiezan a cerrarse puertas y a concluir cursos. Ayer mismo terminé las clases de la UNED. Me han ocupado las tardes de los lunes y me han puesto en contacto con alumnos absolutamente heterogéneos. Acaso era uno de los pocos grupos con los que no había tratado. Echo la vista atrás y me veo -cuántos años ya- impartiendo clase en todos los niveles y compartiendo con personas de todo tipo: universitarios, extranjeros de casi todo el mundo, niños, jóvenes, gentes de la tercera edad…

La UNED es una universidad muy especial: la relación profesor alumno es indirecta y eso convierte todo en algo espumoso y virtual. En mi caso, como se trataba de una tutoría, he procurado que el contacto fuera directo y presencial, casi como si se tratara de una clase “normal”. Lo he conseguido con un grupo pequeñito y espero que en el resultado final se noten los beneficios. Por lo demás, son alumnos con muy buena disposición pero que llevan mucho tiempo sin contacto con el estudio regular y diario. Ponerlos de nuevo en forma y sistematizar su trabajo es tal vez el esfuerzo mayor.

Tengo que ir descargando horario con el grupo de alumnos a los que ayudo en sus recuperaciones (me queda una sesión de dos horas) y con mis clases de inglés, que ya van también llegando a su fin (con cierto aprovechamiento, of course). Si a esto le sumo que varios de mis alumnos regulares terminan en una semana sus clases, empiezo a ver el horizonte despejado y casi libre de carga lectiva. Es verdad que hasta finales de junio hay tarea, pero el ritmo va a calmarse poco a poco. Y me va a venir bien porque llevo un año casi apoteósico.

¿Y después? Ay, después. Después esas vacaciones que no tienen fin y que me dejan el tiempo libre para mí solo. Con mis ideas, con mis lecturas, con mi escritura, con mi ritmo personal, con otras sensaciones diferentes…

Pero siempre viendo pasar la vida presurosa y despistada, sin que yo tenga ninguna seguridad de que me tiene en cuenta para ninguna cosa. Qué le vamos a hacer.

1 comentario:

mojadopapel dijo...

La vida no te tiene en cuenta,eres tú el que tienes que vivirla.