martes, 23 de febrero de 2010

HOY COMO AYER

Leer textos de Valle Inclán siempre resulta un ejercicio agradecido. Aquí copio algunas palabras suyas. Dice Max Estrella en Luces de Bohemia: “Ilustre don Gay, de acuerdo. La miseria del pueblo español, la gran miseria moral, está en su chabacana sensibilidad ante los enigmas de la vida y de la muerte. La Vida es un magro puchero: La Muerte una carantoña ensabanada que enseña los dientes: El Infierno un calderón de aceite albando donde los pecadores se achicharran como boquerones: El Cielo una kermés sin obscenidades a donde (sic), con permiso del párroco, pueden asistir las Hijas de María. Este pueblo miserable transforma todos los grandes conceptos en un cuento de beatas costureras. Su religión es una chochez de viejas que disecan al gato cuando se les muere.”

La segunda cita va de medios de comunicación y de politiquería. Son palabras de don Filiberto en la sede de un periódico: “…Citaba mi definición de periodismo. ¿Ustedes la conocen? Se la diré, sin embargo. El periodista es el plumífero parlamentario. El Congreso es una gran redacción, y cada redacción un pequeño Congreso. El periodismo es travesura, lo mismo que la política. Son el mismo círculo en diferentes espacios.”

Y una última. De nuevo habla Max, el escritor Max Estrella: “!Vivo olvidado! Tú has sido un vidente dejando las letras por hacernos felices gobernando. Paco, las letras no dan para comer. ¡Las letras son colorín, pingajo y hambre.”

Cualquiera de los parlamentos da para una reflexión interesante. Hay que tener cuidado con caricaturizar situaciones y épocas, pero, aunque la realidad se pase por el Callejón del Gato y por sus espejos, el recuelo es de sabor amarguísimo y de aspecto desolador. Estamos a comienzos del siglo veinte, los contextos son un poco diferentes. No estoy seguro de que el álbum final de fotografías sea tan distinto.
Religiones, medios de comunicación y valoraciones sociales. No es mal conjunto para considerar cómo andamos. “Cráneo privilegiado.”

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