domingo, 21 de febrero de 2010

FE DE VIDA

FE DE VIDA

¿Para qué se repiten los días tenazmente,
sin una causa justa con que habitar las horas?
A veces se diría que el tiempo se ha olvidado
de pararse a charlar con los vecinos
o de dejar colgada en cualquier parte
una camisa limpia, o simplemente
de abrir con impudicia las ventanas
para dar fe de vida de una sonrisa inútil
o de un rayo de luz
perdido en el silencio del pasillo.

Hoy mi casa ha tenido las ventanas al aire
y olía a tiempo gozoso y a membrillos,
había camisas limpias y sonrisas rosadas
y la luz se asomaba bailando a mi terraza.

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