martes, 8 de septiembre de 2009

NO SÉ POR QUÉ

No sé por qué te veo y te descubro
en el preciso instante en que te miro
-siempre me siento cierto en la mirada-
y noto la sorpresa del milagro
que suscribe feliz a fecha y hora
lo que era pasto y fábula del tiempo.

Porque tú ya eras ser sin yo mirarte,
deambulabas sin rumbo las aceras,
rumiabas la tristeza,
te dejabas mecer cuando soñabas
el ritmo de la vida en los cristales.

Pero has de confesarme
que imaginarte mía, por ejemplo,
es darte vida cierta, revivirte,
despertarte del sueño, coronarte
con la palabra exacta
del envite final de la existencia.

También soy un verdugo y responsable
-Imploro tu perdón por tanta pérdida-
de reducir tu voz a mi mirada,
de mutilar tu ser, de hacer contigo
mengua infinita del panel eterno
de posibilidades.

Por eso tú eres yo cuando te miro
y yo soy tú si quiere tu mirada.

1 comentario:

mojadopapel dijo...

Precioso, profundo, y sentido poema.