martes, 9 de diciembre de 2008

VELAR TU SUEÑO DÉBIL

Y estoy pero no estoy. Porque quiero sentarme a tu lado, velar tu sueño débil, darte la mano un rato, reñirte por no callar las horas de silencio, besarte muchas veces, decirte que te quiero más que nunca, rendirme de cansancio, despertarme otra vez para mirarte, convencerme otra vez al contemplarte de lo inútil de todo y de lo hermoso que es sencillamente poder decirte madre, oír los ecos del mundo y no querer saber nada de él, rozar los escalones de la razón y desviarme por el vacío del corazón. Y oírte, oírte, oírte. Sencillamente eso. Certificar de nuevo que nada tiene sentido si no es vivir para querer y para ser querido.

Hoy entiendo muy bien que hay cosas inefables. Por eso ya me callo. Te seguiré hablando por conducto interno. Yo sé que tú me escuchas y me entiendes.

1 comentario:

mojadopapel dijo...

Estés o no estés, ella seguro que te siente.