jueves, 22 de enero de 2009

MACEDONIA

A)Con frecuencia lamento lo que yo creo que es falta de personas que alcen la vista y miren tratando primero de describir la realidad que les rodea y que después se propongan la búsqueda de alguna solución que mejore el presente. Pues claro que las hay. Y lo mejor es que lo hacen sin aparente necesidad y sin que ello les suponga ningún beneficio personal, al menos inmediato. Admiro a esas personas y, cuando las descubro, procuro darles las gracias.

Ya conozco pros y contras de la acción individual pero la vida en sociedad resulta sencillamente inevitable. La dificultad cada día más esencial es la de la población y la organización de las vidas de las personas que la componen. La variante social como componente del ser humano me parece tan evidente que no se puede dejar en el olvido, ni siquiera en su definición. Vivimos en comunidad: me levanto y encuentro gente, me acuesto y sigo encontrando gente a mi lado. Y el día me ofrece relaciones de todo tipo. De muchas huyo y otras las procuro. Todas están ahí.

De tarde en tarde rebota hasta la superficie la presencia de alguien que se embarca en esa búsqueda de soluciones para todos de una manera racional. Me daré cuenta de ello pronto. De momento anoto mi contento por la existencia del intento. Los resultados serán los que sean y tampoco espero demasiado; las intenciones ya están puestas. Gracias.

B)La tarde me ha llevado hasta Manolo y la casualidad ha querido que tuviera encima de la mesa una antología de Ángel González. Enseguida nos hemos puesto manos a la obra con alguno de sus poemas. Ha sido solo un ratito, pero un ratito para salvarlo del olvido. Hace ahora un año que se marchó el poeta. Nos dejó su palabra. Y con ella sus ideas, su ironía finísima, su alma llana y su ejemplo. Me gustaría encontrar gente que de manera espontánea se prestara a la lectura y al comentario poético. Sé que hay gente por ahí pero yo no soy capaz de sacarla de casa. Lo pasaríamos muy bien.

C)Tengo varios ahijados creciendo y dando guerra. Se me van haciendo mayores todos ellos. Nunca he sabido yo qué es eso de ser padrino y siempre se han empeñado en que lo sea. No ejerzo de tal, pero los quiero a todos y algún día tendría que reunirlos en torno de una mesa, que tendría que ser grande pues son varios. Hoy cumple años Felipillo. Y se ha hecho ya mayor: dieciséis años. Él es un buen testigo del paso del tiempo y de lo que eso significa para mí. Felicidades, ahijado. Siéntate un rato, si eres capaz de estarte quieto, y échate a pensar en esta vida, en tu vida, en ti mismo y en todo lo que te rodea. Verás qué espectáculo tan variado. Y bébetela a sorbos sin descanso, no lo pienses, que toda es para ti. E invítame a un pastel, no seas tacaño. Un beso y un estirón de orejas.

4 comentarios:

mojadopapel dijo...

Me ha gustado esta Macedonia tuya....aunque no lleve fruta es muy frutal.

mojadopapel dijo...

Me ha gustado esta Macedonia tuya....aunque no lleve fruta es muy frutal.

Adu dijo...

[...]
Me gustaría encontrar gente que de manera espontánea se prestara a la lectura y al comentario poético. Sé que hay gente por ahí pero yo no soy capaz de sacarla de casa.
[...]
¿Lo de "sacarla de casa" es literal?...
Si se puede hacer desde el hogar dulce hogar, puedes contar conmigo -si es que me ajusto a tu búsqueda-, pero te advierto que no tengo mucho tiempo libre y que sé poco de Poesía.
Por lo demás, meterme en otra historia nueva me atrae como la tierra al sol (¿o es al revés?): la cabra tira al monte.
Post.data 1.- Soy bastante gamberra, si vais de serios no te valgo.
Post.data 2.- ¿"Váis" lleva acento?

Sinda dijo...

Yo me dejaría sacar de casa de mil amores, y más para ir a leer poesía-es algo que me encanta-, pero tendrías que venir tú a sacarme, si no, no puedo: todavía no me dejan salir sola.
Besos, Padrino