domingo, 21 de octubre de 2007

ME VALE ESTE POEMA DE AUDEN

Buen día de paseo el de ayer por las llanuras del Sangusín. El Sangusín, a día de hoy, sigue sin agua, sus riberas y su cauce son paso franco para mis pies y para los de Nena. Por ellos anduvimos, y por el camino llano y amplio que conduce desde la carretera hasta Valdehijaderos. El sol calentaba tibiamente el campo y nuestros cuerpos. Nadie prácticamente por aquellas llanuras, solo el cielo y nosotros, la luz y los peñascos, el sol y los sentidos. También ayer se nos iban con la memoria a Londres, al lado de Juanito y de su muerte súbita que tanto me ha golpeado.
Hoy sigue su recuerdo velando otras imágenes. Tantos años en Londres lo hicieron medio inglés. Él me permitirá compartir estos versos de uno de los grandes poetas ingleses del S XX, W. H. Auden. Cámbiese lo de amor por amistad y nada sobra:

"Detened los relojes, descolgad el teléfono,
Haced callar al perro con un hueso jugoso
Y silenciad los pianos; con tambor destemplado
Salga el féretro a hombros, desfilen los dolientes.

Den vueltas los aviones con vuelo inconsolable
Y escriban en el cielo las nuevas de su muerte,
Que lleven las palomas crespones en sus cuellos
Y los guardias de tráfico se enfunden negros guantes.

Era mi Norte y Sur, mi Oriente y Occidente,
Mi día laborable y mi domingo ocioso,
Mi noche, mi mañana, mi charla y mi canción;
Pensaba que el amor era eterno: fui un crédulo.

No queremos estrellas; apagadlas de un soplo;
Desmantelad el sol y retirad la luna;
Talad todos los bosques, vaciad los océanos;
Pues ya nada podrá llegar nunca a buen puerto".

Descansa en paz, amigo, compañero.

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