Acabo de leer en El País un artículo de opinión que me parece de un alcance extraordinario. Se titula “Una derecha mediática en plena forma” y lo firma Ignacio Muro. Reflexiona el autor sobre el vuelco que cree que se ha producido en el marco de opinión. En esa evolución es la derecha la que ha crecido y la que ha arrastrado a una parte de intelectuales aparentemente de izquierdas.
Con independencia de los ejemplos españoles, en los que se recrea el autor, el asunto es de aplicación generalizada y uno, hasta donde le alcanzan las antenas, cree que algo similar sucede realmente en todo el mundo.
Analizar las causas tiene acaso algo más de alcance que salir a comprar unos regalos para Navidad o a encargar una cena para la Nochevieja. No es el lugar el de mis escasas líneas, pero sí me llega para llamar la atención acerca de su importancia y de las múltiples variables que lo explican. Esto sí que es realmente un bosque y no solo un árbol; esto sí que es la luna y no solo un dedo.
Se hacen conjeturas acerca de la propiedad de los medios de comunicación, verdaderos cauces para la expresión pública y armas poderosísimas para la creación de opinión. La derecha más extrema de este país, que da la impresión de ser muy numerosa, asegura que casi todos los medios de comunicación están al servicio de la izquierda. Y lo afirman repetidamente y sin ningún rubor. ¿Pero cómo se puede ser tan cafre y tan mal nacido? ¿Hace falta demasiada perspicacia para saber en manos de quiénes están las acciones, y por tanto la línea editorial, de todos esos medios de comunicación? A ver si ahora los multimillonarios nos están saliendo de izquierdas y el PSOE o izquierda Unida ganan en el Barrio de Salamanca? ¿Por qué insultan al sentido común? Así que, primer y fundamental elemento de análisis, el de la propiedad de esos medios. Y está tan claro… A partir de este, todos los demás. Por favor, jerarquicemos ideas y no confundamos ni manipulemos.
Creo que se analiza todavía muy poco la importancia y la relevancia que está adquiriendo la propagación de ideas desde la individualidad. Pienso sobre todo en la modalidad de los blogs de Internet. Creo que con este formato nos hallamos ante una aproximación un poquito mayor entre la opinión pública y la opinión publicada.
Existe un número de periodistas y de grupos de presión organizados que se someten sin poder de réplica a las organizaciones que los acogen y que, desde una relación laboral, “ya saben dónde se meten y lo que tienen que hacer”, ellos solos se imponen la censura.
Y, además, uno cree ver cómo se crecen muchos periodistas que, en sus manifestaciones orales o escritas, van muy por delante de las organizaciones políticas de la derecha. No hay más que ver sobre todo televisiones o leer columnas de periodistas que parecen supervisadas por el director de algún periódico, o alegatos de cualquier llamado contertulio que se apunta a cualquier bombardeo con tal de disparar.
Que se confronten ideas solo puede resultar beneficioso para la convivencia. Que se haga desde la desigualdad resulta escandaloso y manipulador, que se acuda a la igualdad numérica y que para alcanzar esa igualdad se dé paso a voceras y personajillos cuya única capacidad parece la de levantar la voz y dar juego al morbo y a la tontería y a la exageración es una forma vergonzosa de los medios para azuzar el negocio y la venta del producto.
A algunos nos cuesta pensar que la cultura esté en la derecha. A mí desde luego. Pienso que en la derecha lo que anida son los intereses y la mirada alicorta y egoísta. Me baso en mi valoración del sentido común, en alguna lectura que ya amaso a estas alturas de la feria y sobre todo en la experiencia vital.
Pero algo no funciona y en algo o en mucho yo también tengo que estar equivocado porque la cosa está como está y la afirmación genérica del principio, a día de hoy, es difícil de rebatir. Habrá que seguir razonando serenamente. También en estos días de lluvia y de ocio.
jueves, 24 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario