lunes, 21 de diciembre de 2009

LA ESCUELA DE BÉJAR

Vengamos a lo de aquí, “cómo en un punto s´es ido e acabado”.

Leo en un periódico provincial (siempre que se cita a estos periódicos hay que hacer la salvedad de que se trata de datos y no de opiniones) lo siguiente:
Escuela Técnica de Béjar: Año 1999/2000: 1617 alumnos; año 2009/2010: 483 alumnos.
Y describe algunas especialidades: I. Técnica Textil: de 107 a 9 alumnos; I. Técnica Electrónica: de 512 a 94 alumnos; I. Técnica Eléctrica: de 416 a 110 alumnos.

Apabullan estos datos para esta ciudad estrecha, que se estrecha cada día más en demasiadas variables. Incluso sería interesante conocer las circunstancias de algunas de esas matrículas.

No tengo capacidad para describir ni para analizar todas las razones que han conducido a esta lamentable situación, aunque se me ocurren varias. No es difícil comprender que son muchas y que las responsabilidades hay que repartírselas entre todos, pero, una vez más, si no empezamos por reconocer la situación, será difícil que le pongamos remedio. Incluso reconociendo la necesidad de echarle optimismo al asunto, algo casi obligatorio en los tiempos que nos toca vivir.

Pero hay deducciones que se imponen por sí solas. La primera, sin duda es la de considerar que esta realidad no se pude mantener demasiado tiempo. Sin unos mínimos criterios de rentabilidad, no es posible seguir pensando en que esta realidad se siga teniendo en pie. La educación de estos estudiantes en cualquier institución del mundo, en buenos hoteles y hasta con gratificación, nos saldría mucho más barata que con el modelo actual.

La segunda es la de analizar serenamente y sin conjeturas ni cabezas de avestruz qué es lo que cada cual puede aportar para que todo mejore, y siempre desde unos parámetros de verosimilitud, no siendo que nos toque también aquí tener que fabricar todos los días nieve porque nos falta siempre. Y hay bastantes variables que considerar: realidad demográfica, realidad del profesorado, situación de la ciudad, necesidades sociales y de mercado…

No es agradable ver cómo una realidad tan floreciente en otros tiempos se ve ahora languideciendo en cuanto al número de alumnos, sus principales activos. Los suyos y tal vez también los de la ciudad.

No estoy seguro de que los representantes políticos sean los que más pueden hacer. Cada cual sabrá en qué medida puede aportar soluciones. Se necesitan ya. Si es que aún hay tiempo.

1 comentario:

mojadopapel dijo...

Tienes razón Antonio, algo falla, no solo es cuestión de políticos... es cuestión de revisar actitudes, ¡algo habrá que hacer!, hay que moverse como propugna la canción "moving" de Macaco(acción, reacción, repercusión), tendremos que intentarlo. ¡¡¡FELIZ NAVIDAD PARA TI Y LOS TUYOS!!!