miércoles, 14 de octubre de 2009

Y SOLO CUATRO PADRES

Hoy he pasado un poco de tiempo con algunos padres de mis alumnos. Cuatro, solo cuatro. Había citado a unos veinte y acudieron solo cuatro. Es verdad que hay edades en las que parece que el alumno tiene que conducirse por su cuenta y ha de tomar decisiones desde su propia persona, edades en las que todo parece que se nos va en oponernos a los más próximos, edades en las que parecemos tomados por un pudor imbécil y por una tendencia a la afirmación personal que raya la tontería. Pero cuatro, solo cuatro, son muy pocos padres. O madres, que tanto monta.

¿Por qué sucede esto? Tengo la sospecha de que existe una idea muy lejana y hasta confusa de lo que significa esto de la educación. Es este un asunto muy complejo y en él intervienen demasiadas variables. Pero solo cuatro padres. Y no era mal horario pues ya era por la tarde y no había mucho impedimento de trabajos y ocupaciones.

Esto es tarea de todos, y de todos a la vez. Lo demás, como en casi todo lo que ocurre en la vida, es un sálvese quien pueda, bandéese el alumno como mejor le conduzca su instinto de supervivencia y hasta la nota final. Y, si se salta la valla con el aprobado, todos contentos, y, si no, pues vuelta a empezar. Y siempre desde la desconfianza y el recelo, desde la mirada de reojo y desde la suspicacia y la prevención. Así no puede ser.

Hace muy poco tiempo, demasiados profesores se mostraban contrarios a la presencia en común de los padres de alumnos en ninguna reunión. Eran los de la misma cuerda política que los que gobiernan en esta comunidad desde casi siempre. Ahora estos políticos que los representan tratan de imponer reuniones aunque no sé muy bien si creen algo en ellas. Y solo cuatro padres.

Aún necesitamos plantear lo que sucede para darle un impulso diferente a esta actividad. Cualquier cosa con tal de empujar a los que tendrían que estar más interesados en la educación para que se acerquen, conozcan, pregunten y exijan. No se puede convertir esto en una pantomima. Y solo cuatro padres. Solo.

¿De verdad piensan que sus hijos cuando rondan la mayoría de edad ya están en las mejores condiciones para que anden solos por la vida? ¿Con los tiempos que corren se puede pensar eso? Pero si la convivencia en la casa paterna se alarga casi hasta el infinito. No puede ser. Y solo cuatro padres. Solo.

Pues cantaremos el estribillo de la copla; las estrofas exigen otros intérpretes. O diferentes receptores, vete a saber. Y solo cuatro padres. Solo.

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