TENGO EL CORAZÓN GRIS
Tengo el corazón gris
de tanto hollar la vida en solitario,
de ver pasar la vida con desgana,
la vida que está ahí,
mirándome de frente y a la cara.
Me duelen las arrugas, pues son huellas
que comprimen el tiempo en sus canales,
en esas costras lentas y confusas
de sangre contra células dormidas.
Hay un jardín ajado y polvoriento,
como olvidado siempre por la lluvia,
una inyección de luz por la ventana
que apenas llega lenta y mortecina
hasta el rincón oscuro de mi alma.
La fuente ya no canta su salmodia
y el musgo gana todas las batallas.
Hay una sombra densa en los cipreses
que recuerda jazmines de otras tardes.
Se ha dormido la tarde entre mis brazos
y yo guardo silencio por si acaso
despierto entre los brazos de la sombra.
miércoles, 28 de octubre de 2009
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2 comentarios:
Buenas noches, Don Antonio Gutiérrez Turrión:
¡Vaya, hoy parece que va de grises en los blogs. ¿Se han puesto todos de acuerdo?.
- ¡Qué precioso el poema de hoy!. Pero, ...lo he ido leyendo hasta el final pensando:...¿no lo estropeará en los últimos versos?.
Ahora lo imprimo. Bueno,... mejor lo haré mañana, que es tarde y hace ruido la impresora.
Saludos. Gelu
Tenemos la gran suerte de vivir en un lugar donde existe la mejor medicina para borrar el gris que a veces nos invade....la increible mezcla cromática del otoño Bejarano.
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