jueves, 8 de octubre de 2009

NICE TO MEET YOU (II)

Es verosímil que la mente no le ande a la zaga y que no esté muy alejada de sus pensamientos pues fue despertarme, sentarme en otro sillón y se me desvelaron varios sueños que tenían que ver con algún culo. No los desvelaré todos pero sí alguno de ellos.

En una extraña mezcla que no sabría bien cómo se pudo llegar a conseguir, vi asomándose el culo de la ilustre fondona de Amarcord sobre el cuerpo del joven muchacho que la aupaba en sus brazos, vi que alguien perdía el culo por llegar a una cita de extraños invitados, reconocí los esfuerzos que alguien hacía por intentar conseguir sentar su culo en cualquier consejo de administración, al lado de tanto culo inquieto por no perder su asiento ni el rellano de sus amplias posaderas; y siempre con el culo haciéndosele gaseosa cuando le anunciaban los rendimientos de su capital, seguramente porque conocían bien el dicho de que “lamiendo el culo subió Miguel y ahora le lamen el culo a él.”

Muy bien se conocía que no eran precisamente el culo del mundo y que nadie los había mandado a tomar por el mismo sitio. Aunque más de uno se hubiera sentido satisfecho y hasta hubiera dejado exhalar algún suspiro de regusto. A algunos los vi caminar deprisa, como tomados del azogue, al rebufo de algún culo, como pensando en lo inicuo que resultaría que aquel balón tan redondo pasara un poco de hambre. Qué ligereza, que ritmo y qué menudeo en sus pies por aquellas cuestas arriba.

Alguien se arrancó con sus frases hechas y dejó al culo sentado y contento, como espectador interesado en sí mismo:

No existe culo honrado, solo existe culo mal trabajado.

Quien quiera peces que se moje el culo.

¿Qué tiene que ver el culo con las témporas?

Como come el mulo, así caga el culo.

Al niño y al mulo, en el culo.

Por muy alto que sea el trono, siempre será más alto el trono que se siente en él.

Y así continuó hasta que apareció el aspirante a filósofo con su cuarto a espadas, blandiendo en el aire las densísimas sustancias del culo:

Pienso, luego existo. ¿Veo un culo y también existirá?

El culo y las teorías sobre la esfera terrestre.

El culo y el fin del mundo.

¿Realmente piensa el culo?

Teorías sobre la esfericidad del culo.

Tangentes y secantes en la esfera del culo.

¿Encular es similar a comer chorizo del bueno, de tripa cular?

Teorías sobre el movimiento cular.

La sociedad masculina y sus implicaciones en la obesidad.

Y allí lo dejé pensando y resoplando en su mente y en su cuerpo, mientras aparecían otros personajes perorando sobre taxonomías y usos del culo. Tengo que confesar que los sueños fueron muchos, largos y muy divertidos, y que casi todos tengo que guardármelos para intentar conservar el buen nombre del culo y de todos los culistas que en el mundo han sido y serán. En realidad, aún ando mirando con atención mi culo por si puedo hacerlo objeto de una buena tesis doctoral que me libere de tanta duda existencial como abrigo en él. La decisión y el esquema de trabajo me llevarán varias semanas y, de momento, prometo reposo y reflexión. Veremos.

2 comentarios:

mojadopapel dijo...

53 lineas gloriosas!!, nunca creí encontrar un texto tan bien escrito y literario sobre el tema "culo". Fantástico Antonio.

Sinda dijo...

Vaya culo inquieto que estás hecho.
(te olvidaste del "culo veo, culo quiero")
"Encular" como en francés= dar a uno por el mismo, se usa también aquí como sinónimo de estar locamente loco por una mujer (o estar "encoñao").
Bravísimo