miércoles, 27 de mayo de 2009

CÓMO OLVIDAR

"Ya ayer va susurrante como un río" A. González.

Cómo olvidar que nos quisimos tanto,
con ese amor que se derrama en nieve
cuando no rige el tiempo.
Cómo sentir de nuevo las espadas
sangrando en cada poro
cuando el silencio se sustanciaba en besos.

Hoy acaso la nieve es más escasa
(es el cambio climático, sin duda),
el tiempo se medita a cada paso
(también el tiempo pasa, que es lo que siempre pasa),
la piel anda arrugada y no es sensible
ni a espadas ni a caricias.

"Ya ayer va susurrante como un río"
y el eco de los ecos
es un débil recuerdo de otros días.

3 comentarios:

PENELOPE-GELU dijo...

Buenas noches, D. Antonio:

¡Cómo olvidar!
Imposible olvidar,
Si no se quiere olvidar.
Ni con tiempo ni con nada.
Y¿ por qué hay que olvidar?.

Pero pronto llegará Sara
Y tendrá en sus ojitos bellos
Reflejos de ella en su mirada.
Y en sus manitas caricias
Que entusiasmarán su alma.

Si al llegar la primavera
D. Antonio vió aquel olmo
Que reseco, herido por el rayo, y viejo
Lucía unos brotes de hojas
Y sintió que la ilusión le llegaba.
Cuando vea a su nietecita
Se le desbordará el alma.

Le volverá la alegría,
Y tendrá ganas de cantar
Pues contemplando a su Sarita
sus gracias le embargarán.

Y por la tarde
tendrá tanto para escribir
Y serán tantas las cosas nuevas
para contar
Que el tiempo como por magia
Le volará.

Y se sorprenderá pensando
En cada gesto de la niña.
Y reirá en la mañana
impaciente por
volver a ver su carita

Y cada día será nuevo
Y el eco de la pequeña
Que resuene por la casa
Llenará, en su ausencia
El aire de mil colores
Hasta su vuelta
Tan esperada.


(Y le dejo, que ha ganado el Barça, y los ruidos y los cohetes lo llenan todo).

Saludos. Gelu

antonio merino dijo...

Acaso recuerdes que, no hace tanto, sin la música del verso y sin la belleza plástica de las imágenes, te hacía partícipe en privado de mi añoranza por la pérdida de tantas sensaciones, vividas cuando jóvenes, diluidas ya en el tiempo y casi muertas. Me decías entonces cómo hemos de asumir con naturalidad el paso de los años, asumir con dignidad nuestro desgaste y hallar la fuerza necesaria en otras sensaciones que te hagan seguir viviendo con análoga intensidad. En ese ejercicio ando y, hasta que logre nuevamente el equilibrio para afrontar este tramo de la vida, he aceptado un contrato de aprendiz.
Por cierto, ¿qué hay de Sara?. Tiene razón Penélope, ella te ayudará a recuperar sensaciones.

Sinda dijo...

Con un día de retraso acabo de leer tu bello poema.
Tengo el presentimiento de que esta noche serás abuelo.
Buena noche, don Antonio