Ya estoy aquí de nuevo, cargado de sensaciones que se me acumulan en cascada incontrolable. Y, sin embargo, no tengo aún tiempo de soltarlas.
He llegado de Grecia, con el monte Athos casi a cuestas y con un peso de imágenes muy denso. Pero estoy enfrascado hasta los dientes en un fin de semana completito: el encuentro de escritores en Béjar me lleva cada hora y me ocupa cada minuto. Es otra experiencia intensa en la que prometí ayudar lo que pudiera y en ello ando, en ello andamos. De todo daré cuenta en otros ratos.
Hoy solo doy noticia de que estoy de nuevo al tajo, al tajo de las horas y los días en mi Béjar de siempre, con mi gente más próxima, con mi Sarita en Ávila creciendo dulcemente, con el reposo eterno de otros seres muy cerca de mis días, con el mundo ahí al lado, como fuego que quema, como abrazo que hiere, como beso que gusta. En fin, vamos a ello. De nuevo hay ya señales de humo y de existencia. Aquí estamos de nuevo.
sábado, 4 de julio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
No te tardes, que me puede la impaciencia y ardo en deseos de conocer al detalle cada uno de vuestros peregrinos pasos. Bienvenidos a casa.
Publicar un comentario