martes, 5 de agosto de 2008

UN CUENTO CHINO


Un cuento chino refiere que, cuando es uno joven, intenta cambiar todo, cambiar el mundo entero, producir la revolución. Cuando se hace mayor y ha pasado por el casamiento, intenta un cambio más acotado, el cambio de su mujer. Cuando es persona madura, intenta el cambio de sus hijos. Y, cuando su edad es ya avanzada y ni la mujer ni el hijo le hacen caso, intenta un cambio aún más acotado, procura el cambio de sí mismo como lo único posible.
Obsérvese que se trata de un cuento, y además chino. Retírense de él todos los elementos de cultura machista y todos los demás que desentonen. Aún se mantendrá el esqueleto semántico. El proceso vital es un proceso de impulsos y de fuerzas. Y estas fuerzas no son siempre las mismas.
Me parece que el cuento resulta un poco fallido por incompleto. ¿Qué ocurre cuando también se ha sobrepasado el tiempo del cambio de uno mismo y se sostiene uno sólo en el nivel de la supervivencia? ¿Dónde quedan entonces los ideales, las sensateces y las verdades? Ese nivel existe, aunque hasta a la tradición popular le cueste situarlo en el sistema.

1 comentario:

antonio dijo...

¿Crees tú que alguna vez conseguiremos cambiarnos a nosotros mismos?. Si has actuado siempre con honestidad y de acuerdo a unos parámetros que consideras en la línea adecuada ¿cómo aceptar, al cabo de los años, que estabas equivocado? Demasiado para el cuerpo.
Pon en las entradas alguna foto de esa tierra, cuya vista mitigue los calores insufribles de esta Extremadura. Abrazos.