viernes, 22 de agosto de 2008

MIEDO A DORMIR O A DESPERTAR

“Hombre occidental, / tu miedo al Oriente, ¿es miedo / a dormir o a despertar?”.

De nuevo palabras del maestro don Antonio Machado. En contextos distintos, con perspectivas diferentes, pero con la misma validez. El mes de agosto anda engolfado para todo el mundo con el asunto de las olimpiadas. Es el ocio y el deporte la ocupación y el negocio más importante desde hace casi un siglo. Demasiadas cosas se van supeditando al éxito o al fracaso en estas variables. Sus tentáculos, en formatos de industrias, reconocimientos, puestos de relieve, pregoneros y referentes, a la vista están para todos. Y nadie se ve libre de esta escala de valores.

Las olimpiadas han tomado tierra en esta ocasión en el lejano oriente, en un país muy peculiar política, social y económicamente. Todo se cifra en imágenes y en deslumbrar a los demás, y los países del socialismo han caído en la misma trampa, con igual o superior intensidad. En China están tirando la casa por la ventana con tal de mandar a los otros países una imagen cristalina y sin deficiencias. Los medios de comunicación se prestan a ser efecto multiplicador de esos fogonazos continuados que se producen en quince o veinte días. Y esa imagen especular será la que quede. Los análisis desapasionados y pausados que se hagan más tarde se perderán ya en el baúl de los recuerdos pues otras imágenes se habrán ya superpuesto dejando a estas esquinadas y perdidas.

Resulta empobrecedor y lamentable que todo se supedite a un número de medallas o al fulgor efímero de unas instalaciones. “La vida de más de mil millones de personas reducida a cuatro esfuerzos y a unos gastos suntuosos que en casi nada benefician al hombre normal”. Qué barbaridad.

Oriente es muy diverso, China encarna una escala de valores que conviene analizar sin pasiones, seguramente tiene mucho que enseñar a este occidente de la imagen y el comercio, y mirar a oriente tendría que ser ganas de despertar, no “miedo a dormir”. Me temo que ellos han caído en el error de imitarnos a nosotros y no precisamente en lo mejor.

A mí me quedan ratos para doblar mi vista y mi atención en las imágenes que llegan desde China. Poco me importa que los chinos ganen en número de medallas a los norteamericanos o que suceda lo contrario. En realidad no me importa nada. Quisiera otras palabras y otras reflexiones que me ayudaran a entender la vida desde otros puntos de vista, por ejemplo el suyo. Por si me sirviera para algo. No sé si es eso lo que me llega por la caja tonta. Sospecho que no es eso. Seguramente no.

2 comentarios:

Sinda dijo...

¿Que no has escrito nada en todo el fin de semana? Esto no puede seguir así. Ya te quiero ver escribiendo en cuanto amanezca.
Amanece todos los días, y sabes bien que no es poco.
Te queremos un montón.
Leticia te manda besitos.

Unknown dijo...

Por favor, ¿me podrías decir la obra a la que pertenecen los versos de Machado del principio? Sale en un artículo que estoy trabajando y tengo que citarlo, pero no hay manera de encontrar ni el año de publicación, ni el nombre ni ninguna información relevante.

Gracias de antemano.