martes, 19 de agosto de 2008
MEMORIAS DE UN HOMBRE DE ACCIÓN
Me gustaría en muchas ocasiones ser uno de esos personajes de Baroja que hacen y hacen sin demasiado sentido, sin saber qué les puede acarrear el destino y sin pensar en el futuro. En realidad yo no soy un hombre de acción sino de mirada y de reflexión. Y sé que gano cosas pero que pierdo otras. Pierdo, por ejemplo, el gozo del momento en muchas ocasiones, el olvido de lo pasado y de lo que pueda venir, y la falta de concentración en el momento Acaso en estos días lo noto un poco más pues tengo la mente siempre dividida entre lo que hago y lo que tengo que cuidar en casa. Y me retengo, y no inicio nada nuevo, y no me aventuro en casi nada, como en espera intranquila de que pasen los días. Seguramente sería muy eficaz una huida hacia adelante, llenarme la cabeza y los brazos de acciones que no me dejen demasiado sosiego y que ocupen mis horas y minutos densamente. Sencillamente porque los días van a pasar del mismo modo, sin remedio y sin falta, y todo lo que tenga que suceder lo hará sin contar con nada ni con nadie. En estas fechas me gustaría ser un hombre de acción. Ya lo creo.
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