miércoles, 13 de agosto de 2008

MÁS ME EMPUJO AL SILENCIO



Cuanto más tengo que decir menos digo y más me empujo al silencio. Estoy en la vorágine de agosto y de mi madre, con la tensión a tope, pensando en sus cuidados. Y más que un gasto físico es un gasto mental que va minando la sensación de ser provisional en que me muevo. Ahora mejor que nunca reconozco lo importante de todos los que están a mi lado, todos más fuertes que yo mentalmente y todos dispuestos a empujar y a dar cariño. Me siento más dependiente y más agradecido que en mi vida. Tendría que instalarme en la normalidad, en comprender que hay mucha gente que también regala horas a los suyos durante mucho tiempo, y otra mucha gente que las regala sin que sean los suyos directamente, que el mundo es muchas cosas, también estas tan dulces y tan amargas de saber que la vida va pasando y el tiempo sigue su curso como si nada le torciera la atención.

Pues eso, que a querernos y a sentirnos muy cerca. Lo he declarado en otras ocasiones: solo quiero querer y que me quieran, es mi único objetivo. Aquí tengo un terreno muy extenso. Voy a labrar en él, tengo que hacerlo. Y lo tendría que hacer sin alharacas, sencillamente haciéndolo, porque es lo que ahora toca, simplemente.
Me anunciaba esporádico en estos días, como sin ganas de dejar líneas a diario.
Tenía el presentimiento y se me va cumpliendo. Me sigo presintiendo irregular para los próximos días. Veremos lo que el tiempo va dando de mí.

2 comentarios:

mojadopapel dijo...

No te quedes en silencio y si es posible busca un ratito para desfogar, no hay nada mejor para ello que escribir.

antonio dijo...

Carezco de sabiduría y no tengo capacidad para encontrar las palabras precisas que te ayuden a levantar el ánimo y te den la fuerza necesaria para vivir estos momentos con entereza. Además del cariño de los tuyos, que sé que es mucho, tienes también nuestra cercanía. Iremos unos días al Sur. Fuerza y abrazos.