Apenas puedo dar señal de que sigo viviendo. O eso creo. Los calores me matan, me dejan sin resuello y no encuentro la forma de combatirlos. Apenas unos ratos de lectura y huida hacia donde puedo del sofoco y del sudor.
Pero ha estado Sara con nosotros. Y eso es otro cantar muy afinado y con un son perfecto. Lo siento también por sus calores. Más que por los míos. Menos mal que no ha perdido ni su sonrisa ni sus imitaciones ni su felicidad. Y si ella está feliz yo no puedo decir que no lo estoy. Sus manitas agarradas a las mías ya empiezan a dar los primeros pasos y su figurita se yergue como una reina en pequeñito. Pronto serán sus primeros tropiezos en solitario. Ahí andamos.
Ah, y con el asunto de la “roja” a cuestas. Que yo también me animo y me pongo contento al ver a tanta gente contenta. Aunque me gustaría que el personal se alegrara también y sobre todo por otras muchas cosas que ve pasar a diario y tengo la impresión de que ni siquiera las saluda. A ver si hay suerte el domingo y hablamos de ello en medio del triunfo. Si seguimos sobreviviendo y la ola de calor nos abandona.
jueves, 8 de julio de 2010
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1 comentario:
Buenas noches, profesor Gutiérrez Turrión:
- Así andamos todo el mundo con este calor: sobreviviendo.
- Disfrute de la compañía de su preciosa nieta. Seguro que será cantarina.
- En cuanto a lo del fútbol, me admira la felicidad de la gente, tan entregada.
En fin, quizás siento un poco de envidia, por no disfrutar -en la misma medida- con estos eventos. Si bien, lógicamente, me haría ilusión que ganara España.
Saludos. Gelu
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