lunes, 6 de julio de 2009

"VOCES DEL EXTREMO"

Hoy me siento en un horario conocido, en un ritmo de tiempo que me resulta propio. He descansado bien, me he levantado tarde, he vuelto a mis cosicosas. Y a estas páginas.

Terminó ayer el Encuentro de Escritores y hoy ya todo es pasado. Acaso no del todo porque queda el resumen, la mirada, la evaluación de todo, el resumen tranquilo, ese esquema que busca acomodo y poso en la conciencia y que dura más tiempo. Vinieron muchas “Voces del extremo” para sentirse juntas y seguir afirmando de forma muy diversa que siguen en el tajo. No es fácil delimitar qué es eso del “extremo” ni si todos lo que por aquí han llegado seguirían en el “extremo” si su situación vital y editorial fuera un poco más positiva. Pero allá cada uno con sus cosas. Lo cierto es que el aroma del Encuentro sigue siendo el de la diversidad y el de la libertad, el de la presencia diversa y el de los hallazgos magníficos al lado de presencias que son menos audaces y de otras que tienen muy poca base en la que poner pie. Hay aquí un aroma de “poesía de la conciencia” que se sigue filtrando por bastantes rendijas. Algunas de las fórmulas poéticas que se proponen a mí no me complacen pero otras las siento muy cercanas. Se habló en algún momento de un marbete tan claro como “poesía obrera”. Y a mí no me gustó su formalización. Por supuesto que comulgo con su fondo significativo y social, pero me quedo sin duda con la formulación de Fabio Rodríguez de la Flor y no me atrevo a tomar en mis manos la de Vicent Camps, a pesar de su extraordinaria dicción.

Me gusta, sin embargo, que se siga pensando que el sistema tal vez no es el mejor, y hasta acaso que sea sencillamente una mierdita pura. Que se cuestione todo y que se alce la voz y que se grite pidiendo paso a otras formas de vida y de creación, que aún queden individuos que se rebelen y que no admitan que el canon, si es que hay alguno, tenga que pasar por la lista de los más vendidos ni por las modas impuestas por Jesulín o por la tontita de turno. Sí, señor, viva la conciencia, y que la conciencia alumbre formas poéticas claras y elegantes, capaces de mover a muchos seres en busca de otras vidas más humanas y más pegadas a cada uno de los individuos.

Hay muchas variables en este tipo de encuentros literarios. Hay gentes que responden, que respetan al grupo, que son agradecidos y sencillos, que aportan su presencia y su poesía sin aspavientos. Buena gente, en resumen. Suelen ser, además, de aquellos que tienen suelo sólido y cabeza serena y amueblada. Y los hay de los otros, de los que llegan tarde sin encomendarse a nadie, como si dar la nota estuviera en sus genes y no tuvieran mucho más que ofrecer. Los hay que casi se ponen estupendos y que todo lo arriman a cuestiones sociales y políticas; los hay que pasan días como pasan las gentes por la calle; los hay que son más tímidos y los que se pasean como si estuvieran en casa. En fin, es tan variable esto…

Vinieron creo que sesenta o setenta entre creadores y participantes. Reunir a todo este caleidoscopio de personas supone un trabajo anterior muy intenso. Y aquí, Antonio Orihuela y Felipe Comendador tienen mucho que decir. No estoy nada seguro de que fuera del encuentro se les sepa agradecer, que así somos demasiadas veces por aquí. Y fue muy importante ver como María Rosa, nuestra concejala de cultura, se lo tomaba con ganas y estaba cada hora allí en el tajo, acaso un poco sola y sin ayuda de sus demás compañeros de corporación. Y Ángela, solícita con todos, y Germán, y Celestino, un poco más nervioso, quizás por ser novato en el asunto, y José Luis Morante, allí entre bambalinas, por si acaso. Y yo mismo que anduve todo el tiempo en la sala, como maestro de ceremonias, distribuyendo tiempos y palabras, conviviendo con todos durante estos días densos.

Vinieron los blogueros de la zona, con Manolo a los mandos, con Adu y su energía, con la hermosa Donce, con Cuarentaydosymedio y Marina, con Mojado Papel, con Isabel Huete, y Sinda al otro lado del teléfono, con Celes y Pedro Ojeda, con… Me hubiera gustado estar un poco más con ellos pero qué le vamos a hacer, andaba uno como un zascandil pendiente de demasiadas cosas.

Y vinieron también nuestros artistas, que completaron una parte fundamental de estos días. Ese genial Caraoscura que improvisaba todo desde un fondo de sabiduría popular apasionante, Jesús Márquez y Paco Ortega, y el inefable Alberto Pérez. Qué artistas estupendos de la música, del gesto, de la mímica.

Y nos acompañaron de fondo las exposiciones, tres nada menos. ¿De dónde sale tanto artista en la pintura para dejar mandiles tan hermosos? Y el puntito que puso la representación de la coral. Qué buen ratito.

Eché en falta la presencia de algunas de las personas del entorno de Béjar. Desgraciadamente, como tantas veces. Es esta, no hay que olvidarlo, una ciudad estrecha por demasiadas cosas, y a mí me sigue doliendo esta ciudad, porque es la ciudad de mis días, porque en ella envejezco, en ella amo y en ella veo pasar el tiempo. Ya pensaremos en cómo mejorarlo

Anoche, cuando acababa todo, nos quedamos a cenar Alberto Pérez, Jesús Márquez, Paco Ortega y compañera, Felipe y yo mismo. Y hablamos del encuentro y de otras cosas. Después nos diluimos en la noche. Yo estaba muy cansado. Y bastante satisfecho
No sé si este intento positivo seguirá en otros años, pero las bases están ahí ya puestas. Yo me vuelvo a ofrecer para ayudar en lo que pueda. Merece bien la pena. Gracias, Felipe, por todos tus esfuerzos. Seguiremos abriendo nuevos cauces. De la forma que sea.

5 comentarios:

Donce dijo...

Pues qué quieres que te diga, Antonio... que je suis enchantée de faire votre connaissance, y gracias por lo de hermosa, pero para hermosura la vuestra, bejaranos lindos.
Un besazo y gracias
-Ah, y espero mi libro!-

pancho dijo...

Cuando hay un trabajo serio detrás, es difícil que las cosas salgan mal. Fueron unos días intensos, tensos e inolvidables. Me llevo una magnífica impresión de la gente de la poesía: educados, cordiales y colaboradores.
De acuerdo contigo, la única tacha que le encuentro a las jornadas es la escasa participación de los paisanos en las lecturas poéticas. Una pena, que no se sepan valorar como se merecen estas ofertas culturales, cuando Béjar ha sido la envidia de la España de la cultura durante estos tres días. Mucho habrá que trabajar y muchas cosas tendrán que cambiar en este país para voltear la situación.

Por otra parte, magnífico resumen. yo, encantado de poder haber sido útil en algo.

Marina dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Marina dijo...

Querido Antonio, en este mi primer encuentro y con un blog de menos de medio año, echo de menos las mismas cosas que tú, pero al igual que a ti me gustaría mejorarlas desde distintos púlpitos, incluso estaría dispuesta a subirme a una montaña... pero no tengo que decirte que dejaré, como tú la dejaste, la intención en el camino, las montañas están demasiado altas y yo tengo vértigo, compañero.

El fin de semana me pareció una visión desde arriba, desde el sentimiento y desde lo social e intempestivo.

Isabel y Marisa, por lo desconocido emocionaron mi sonrisa y les dediqué mi tiempo, meno del que yo quería y mucho menos del que ellas se merecían. Adu y Mayka compartieron mi aire, Cuarentay dosymedio mi insomnio, auque no el suyo. Manolo estaba detrás de las lentes (de ambas) y nos dejará momentos gratos en el recuerdo. Pipe (como se le conoce en la irreverente Béjar) descansó a medias en la comida del domingo y nos regaló risas, mil confidencias y compañía. Mi Arturo estuvo fantástico dándome cobertura, conmigo y a solas. Y tú, sereno y entregado, ponías un poco de cordura mirando por encima, por debajo, de lado y a trasmano. Tengo que mencionar las carcajadas de Guadalupe que se me quedaron en la cabeza para echar mano de ellas cuando más falta me hagan.

Es decir, que me gustó, que discutí, discurrí y escurrí, escuché, conocí, canté y me llevé un verso dedicado de Urceloy quien al final se convenció (aunque a regañadientes, de que yo no era aquella chica alta y rubia que conoció un día en Béjar).

Si me quedo con algo.... elijo quedarme con la gente, eso fue lo mejor.

Creo que no era aquí donde me habías pedido que lo escribiera verdad?. Bueno copia y pega compañero que para eso, entre otras cosas, tenemos Internet. (je je)

Un abrazo ANTONIO

P.S. EL comentario que he eliminado era este mismo, pero escrito desde el sueño y con la mitad de las letras.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Subscribo tus apreciaciaciones en su totalidad. Cuando lo de mi padre me dé cierto descanso publicaré mis apreciaciones.
Vaya hoy, por delante, mi agradecimiento a todos vosotros: la organización fue impecable, la atención que nos dispensasteis, excelente. Y mil gracias al Ayuntamiento de Béjar, que expreso aquí hacia Rosa, Concejala de Cultura, que, como bien dices, estuvo siempre con nosotros.
Fue todo un placer.