lunes, 24 de septiembre de 2007

LAICISMO Y RELIGIÓN

Menuda murga la de los medios de comunicación con esto de la famosa asignatura. No paran, no descansan, ya estamos esperando que salgan a la calle, que tomen la Gran Vía y la Castellana, que llenen las carreteras de autobuses rezando el rosario mientras piensan cómo invertir en bolsa el lunes siguiente, que salgan por la calle con el cilicio del escándalo a cuestas. Todo este personal argumenta que estamos en un Estado aconfesional y no en uno laico. Qué semánticos se nos ponen y qué melindrosos. Podríamos encontrar matices diferenciadores entre ambos términos hasta conceder más concreción al segundo que al primero, pero,en el fondo, comparten lo esencial para el caso: "la independencia del Estado de cualquier organización o confesión religiosa". Y de lo laico al laicismo como doctrina. ¿Qué otra cosa se puede pedir a un Estado moderno y democrático? Lo paradójico del asunto es que a todo este atajo de talibanes habría que hacerles entender que, desde un Estado laico es desde donde mejor se defiende la libertad de religión. Claro que, para ello, hay que estar dispuesto a que otros defiendan otra posibilidades desde otros parámetros; y esto, desde los monoteísmos, es tarea harto difícil.
A ver si lo resumo. a)Reconocer que la tradición religiosa ha servido de cohesión entre comunidades a lo largo de la Historia es obligado. Esto no significa que la tal cohesión se haya hecho bien o menos bien, pero este ha sido un factor importantísimo en las comunidades occidentales. Y en las demás. b) Las iglesias oficiales han sido las encargadas de dar bulas de moral y de interpretarla; como si la razón no tuviera capacidad para crear una moral racional: qué cachondos. Por eso, en cuanto se extiende la moral civil, nos salen con la monserga de que no hay valores; para ver si pueden volver al púlpito o a los idearios como únicos focos de "luz". c) Las creencias religiosas son derechos de quienes las asumen pero nunca obligación ni imposición para nadie. Por eso es fundamental que se tolere la existencia de diversas religiones. Ya me contará quien pueda cómo se come eso desde los monoteísmos. Ahí le han dado, como decía el anuncio. d) Desde las religiones (púlpitos, templos, clases...) se puede decretar lo que es pecado pero no lo que es delito. El delito es un concepto civil y lo proclaman las sociedades por acuerdo de sus miembros. Y e) Lo más importante: Cuando hay colisión entre criterio religioso y criterio civil, NUNCA puede prevalecer el criterio religioso, pues este pertenece al ámbito privado. ¿Se entiende ahora por qué, por ejemplo, la religión tiene que ir fuera del ámbito académico público, donde hay que enseñar elementos que se puedan comprobar desde la razón?
Si nos moviéramos en un Estado laico, la supervivencia de las distintas religiones, sometidas a estas premisas anteriores, estaría totalmente asegurada. Me parece, no obstante, que hay un grupo grande de personas que no está demasiado dispuesta a someter a discusión este esquema porque tal vez lo que defiende son otros privilegios sencillamente intolerables en en el S XXI.
A ver si cambia el tiempo porque este sol me tiene monopolizado y algunas de mis lecturas de los últimos días me retienen en un ámbito del que quiero salir ya. Vale.

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