lunes, 23 de mayo de 2011

YO TAMBIÉN LAS HE PERDIDO

Cómo no dedicar unas líneas de reflexión a los resultados de las elecciones locales y autonómicas. Me lo pide el cuerpo, pero me lo exige también la cabeza.
Me marché a Ávila después de dejar mi voto en las urnas. Allí pasé el día con mi familia, ese reducto que me solaza y que me hace ver la vida con alegría y con el sentimiento de que merece la pena. Volví por Salamanca para dejar a Juan Pablo y, en la carretera de Béjar, me enteré por la radio de los resultados locales en esta ciudad estrecha.

Sabía que el río bajaba revuelto pero nunca creí que las aguas fueran tan turbias. Porque, si los resultados de casi cualquier lugar son los que son, los de Béjar los
empeoran hasta casi el infinito para el PSOE.

No me apetece un análisis, ni siquiera somero, porque me llevaría mucho rato y muchas páginas. Solo anotaré algunas ideas.

El principio de que unas elecciones más que ganarlas se pierden no debería olvidarse, pese a todos los turbiones y ventiscas.

Critiqué en público la forma de elección del candidato del PSOE porque no me parecía la más equitativa y, desde entonces, apenas me he significado en nada que tuviera que ver con estas elecciones. Por favor, que nadie me pida entusiasmo. Pero eso no quiere decir que no piense que yo no he perdido las elecciones; claro que las he perdido, y por goleada. Me siento solidario con aquellos que creo que están un poquito más cerca de mis pensamientos y que defienden -con acierto diverso- algunas de las cosas en las que creo.

Algo, sin embargo, se tiene que haber hecho rematadamente mal para que en todos los lugares, y en todas las mesas, la derrota del PSOE haya sido incontestable. Se hace inevitable un análisis sereno y con consecuencias para que se clarifiquen esos posibles errores y se subsanen en el futuro. Ojalá se haga y se haga en estas condiciones; en otras no tiene ningún sentido, salvo el de ver fantasmas en todas partes y el de mantener las mismas caras impasibles frente a los primeros calores de la derrota.

Sigo pensando que la izquierda necesita hacer más visible una suma de ideas que sustenten su quehacer diario. Si con esa cesta de ideas (a eso hay que llamarlo ideología) se pierden unas elecciones, al menos la conciencia sigue tranquila y estudiando si lo que fallan son esas ideas antes de sentirse mal porque hayan fallado los votos.

Creo que a la vista está que el PSOE también gestiona el capitalismo, aunque con una cara más amable que la derecha, y que, en los momentos actuales, además, le ha tocado bailar con la más fea del baile, de tal manera que ha parecido y parece el patrón más despiadado. Y ojo, que puede que le esté dejando el campo limpio de la peor paja al PP que se adivina en el futuro. Si así fuera, tendríamos PP para varias décadas y el sentimiento (a mi juicio radicalmente equivocado) de que el socialismo es sinónimo de pobreza y de paro.

Parece claro que la gente ha votado en clave nacional y que los asuntos aquellos de primum vivere, deinde philosophare los ha entendido a la perfección y solo en el sentido literal y más egoísta. Tal vez al PSOE le ha faltado tener un poco más de coraje a la hora de reconocer públicamente que sencillamente no puede con los mandatos de los mercados y que sus fuerzas son las que son.

¿Cuándo este partido va a analizar sin tapujos la actuación de los medios de comunicación y la influencia que ejercen sobre los ciudadanos?

¿Cuándo va el PSOE a proceder ante la opinión pública como un colectivo que busca la explicación de las ideas y no casi exclusivamente la victoria en elecciones?

¿Para cuándo algún lavadito de democracia interna que no cumpla solo los requisitos formalistas sino los criterios de la democracia real y la participación de todos en igualdad de condiciones? Esto es aplicable a todos los partidos, pero a mí hoy me interesa el PSOE.

¿Por qué tengo impresión de que casi todos los esfuerzos se realizan en clave electoral?

¿Para cuándo la promoción de discusiones, de análisis de la realidad, de coloquios sobre la evolución de las sociedades…?

¿Habrá que recordar una vez más que los partidos no son más que un instrumento al servicio del desarrollo de unas ideas y no el acomodo de nadie ni de eternos aspirantes a no se sabe qué?

Estoy convencido de que los componentes del Equipo de Gobierno del ya antiguo Ayuntamiento han prestado sus mejores esfuerzos en pro de la ciudad y que su trabajo respondía a un modelo de ciudad y no a impulsos inmediatos ni instintivos. ¿Ha respondido ese equipo a las inquietudes de los componentes de la agrupación que los sustentaba, o se han aislado en actuación separada? Si fuera cierta la segunda opción, la carga de eso que llaman responsabilidad recaería sobre sus cabezas. ¿Se han explicado las acciones a los ciudadanos? ¿Qué se ha hecho con la emisora municipal?

Nunca quise ni alabar demasiado a los vencedores ni querría ahora denigrar a los perdedores. Al fin y al cabo, lo que tendría que contar es la buena voluntad y el criterio de honradez. Y seguro que estos se han aprobado. La vida sigue y los vientos van y vienen, como van y vienen las estaciones y los años, y nosotros con ellos.

Lo único que tal vez no deberíamos hacer es estorbar sus movimientos ni pensar que solo van a mojar nuestro tejado.

En fin, habrá otros lugares y otros momentos. A ellos me remito.

1 comentario:

Manolo dijo...

Para los que entren en este blog y vean que, aparentemente, Antonio no ha seguido subiendo entradas, le comunicamos que sí, continúa en el siguiente enlace:

Desde mi terraza

que es el nuevo blog de Antonio y con el mismo título.
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Saludos y gracias.