OTRA VIGILIA NUEVA
El alma que se olvida de sí misma
en el salón de atrás de la memoria
y vuelve cuando quiere y sin pedir permiso
a ocupar en mi mente un blando espacio.
Hay en algún lugar desconocido
un lento mecanismo que se engrasa,
que sale de paseo y que se despereza,
agita sus resortes en forma de lechuza,
y se marca unos pasos al son de la dulzaina,
cuando la noche se repliega y hace mutis
por el foro febril y oscurecido
de todas las esquinas.
Entonces se hace fuerte, se engrandece,
renueva su figura y planta cara,
se recuerda de alguna otra vigilia
y muñe con descaro y sin pudores
otra vigilia nueva. Nadie entiende
cómo ha llegado a ser tan fuerte ahora,
cómo se recompone y se armoniza
con otras leyes nuevas más procaces.
Es la nueva conciencia que se baña
en otros ríos con el agua fría
con regatos ocultos, con espumas
de blancas torrenteras.
Allí todo es distinto, todo fluye
como visión fugaz, como relámpago
que ilumina otro cielo más dorado.
Cuando retorna el día,
la luz y la medida de la anterior conciencia
quedan como el tranquilo y dulce poso
de una comida intensa y de un perfume
que evoca placidez, relajamiento,
sosiego, paz, olvido, ausencia, nada.
jueves, 4 de noviembre de 2010
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1 comentario:
Buenas noches, profesor Gutiérrez Turrión:
Y MAÑANA OTRA MAÑANA
Cuánto tiempo le ha costado
a la conciencia nueva
entender,
que lo que parecía el fin del mundo,
al día siguiente,
es en la repetición,
olvido, ausencia, nada.
Y que al llegar la mañana,
el sol sigue en el cielo;
y las horas, tan insensibles,
esperan les planten cara,
inconscientes de las vigilias negras,
de las gentes preocupadas.
¡Y qué hermosura
el canto de los pájaros fuera,
y las flores que alegran la ventana!.
¿Qué les importan las penas
que alguien pueda guardar
en el alma?.
Saludos. Gelu
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