lunes, 28 de febrero de 2011

ME ASUSTA LA INTENCIÓN DE DEFINIRTE

Me asusta la intención de definirte
con las reglas de lógica aprendida
en clases de inducción y deducción:
el canon de belleza, las medidas
que exigen recias dietas, o esas modas
que ordenan la salud,
todo es orden, escala, raciocinio,
licencia para ahogar la identidad.

Cada vez que resuelvo un silogismo
en el que las premisas
definen al detalle tus medidas,
te me disuelves, como sal en agua,
como pez que se escurre y se va al mar.
Ya no eres tú con ese pelo al viento,
ni son tus desengaños a las tres,
no es tu tarde, mi tarde, nuestra tarde,
es la tarde sin más, conceptual.

Quiero sentirte cerca, conocerte,
imaginar que pesa tu presencia,
en segunda persona, singular,
comerte y saborearte hasta el delirio,
arrebatarle al árbol de la ciencia
todo el fruto sabroso que madura
sin esperar el plazo que ordenan al unísono
las reglas y las pautas de la naturaleza.

Me he roto el corazón
en lucha cuerpo a cuerpo hasta la muerte
con lo que me dictaba la razón.
No fue la paz posible, la tragedia
tuvo su sitio exacto en esa lucha eterna
en la que nunca supe
cómo hacerte más cierta y cómo hacerme
más fiel a mis deseos,
de ser más hasta siempre en mi conciencia,
buscándote en mí mismo y absorbiéndote,
con el placer de ser los dos el mar.

2 comentarios:

Gelu dijo...

Buenas noches, profesor Gutiérrez Turrión:

Una vez más decirle, que escribe unos poemas preciosos.
Quería enviarle otro a cambio, ya que está en Béjar, alguna Soledad de Góngora, pero como no se va a pasar por mi blog, y estoy ahora con los de Antonio Machado en la cabeza, le copio este a cambio del suyo:

Soledades (1899-1907)
Del camino
XXIX

Arde en tus ojos un misterio, virgen
esquiva y compañera.
No sé si es odio o es amor la lumbre
inagotable de tu aljaba negra.
Conmigo irás mientras proyecte sombra
mi cuerpo y quede a mi sandalia arena.
-¿Eres la sed o el agua en mi camino?
Dime, virgen esquiva y compañera.
-Antonio Machado-
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Ya puesta con silva-romance, y por la hora, estos versos de D. Miguel de Unamuno

AL SUEÑO

En tu divina escuela,
loca y desnuda y sin extraño adorno,
la verdad se revela,
paz derramando en torno;
al oscuro color de tu regazo,
contenta y regocijada,
como el ave en su nido,
libre de ajeno lazo,
desnuda alienta la callada vida,
acurrucada en recatado olvido,
lejos del mundo de la luz y el ruido;
lejos de su tumulto
que poco a poco el alma nos agota,
en el rincón oculto
en que la fuente de la calma brota.

Saludos.

P.D.: Enhorabuena por la reunión y lectura de poesía del sábado.

mojadopapel dijo...

A veces las reglas de la lógica se dejan a un lado cuando las sensaciones nos inundan y no nos queda más remedio que ahogarnos en nuestro propio placer, mi mente...mi razón,lucha infinidad de veces porque no sé si robar el fruto al arbol de la ciencia, o comerme simplemente una manzana.