viernes, 29 de febrero de 2008

DIARIO DE CAMPAÑA 8

Solo las estrellas relucen en el firmamento y solo a ellas se les hace caso. Ayer por la noche tuve la oportunidad de ver un rato de un debate político en la primera cadena. Había portavoces de los siete partidos más representativos. Cuatro eran nacionalistas y tres nacionales. De nuevo le dieron un repaso general a la actualidad, mostrando cada uno su punto de vista. Hoy he ido a mirar en qué medida se veía reflejado en los periódicos y apenas alguna referencia aislada y sin importancia. Es esta la voz más orquestada y sinfónica que se puede escuchar, la que ofrece más variables, la más plural. Pues nada de nada. Y es que no interesa, lo que importa es el enfrentamiento, la lucha, el vencedor y el vencido, el ganador y el perdedor, lo que ofrecde más morbo y hace vender más anuncios en medios de comunicación. La realidad anda toda subvertida y todo en el mundo es pantomima y teatro mal disimulado y peor representado. No importa la idea propia sino lo que quiera oír el espectador, escasamente interesa el desarrollo de un silogismo y sí mucho la consecuencia inmediata y la respuesta fácil.
A estas alturas de la fiesta los candidatos concretan poco y así se hacen algo menos creíbles; sobre todo cuando alguno tiene siempre la boca llena con aquello de yo lo voy a cambiar todo sin especificar de qué manera lo va siquiera a intentar. Los genéricos no son malos, sobre todo si son para dar cara a una realidad compleja y con muchas aristas; cuando lo son para rebatir y no se hacen con contrapropuestas, se termina cayendo en la fanfarria y en la vacuidad. El que lleva tiempo gobernando tiene la ventaja de que los electores visualizan mejor lo que puede llegar a pasar porque tienen la imagen del pasado reciente. Qué le vamos a hacer, así es la vida. El aspirante tiene que añadir ese esfuerzo de hacer patentes esas medidas que puedan hacer a los electores cambiar la situación. Ventaja que tiene la izquierda en estos momentos. Y cuantos más días dure la visión catastrofista, más ventajas se le irán acumulando.
Hay temas que no han aparecido y que tendrán que saltar al cuadrilátero porque forman parte de la lucha. Uno de ellos es el de la justicia, tan crucial en una sociedad como la nuestra. Ahí andan el Supremo y el Constitucional a la greña, sin renovación, con unos magistrados que no hay quien los mueva del asiento y que han hecho de sus actos una sucesión de sentencias sospechosas de partidismo. O la educación. ¿En qué va a concretar la derecha eso de la cultura del esfuerzo, del respeto, del trabajo y de la disciplina? Ardo en deseos de saberlo porque llevo años oyendo la misma monserga y cada vez entiendo menos. ¿Empezarán, por ejemplo, por ser más rigurosos con los trabajos del profesorado y con sus asistencias exactas a clase? Por ejemplo. ¿Qué impide al profesorado ser rígido, constante, duro, y hasta ogro en sus clases con sus alumnos? ¿Qué? Y, como la eneñanza, la justicia social. ¿Qué pasa con esas desigualdades de sueldos? ¿Y con esas diferencias de propiedades? A mí me basta para empezar con que se me solucione esta pregunta: ¿Por qué hay gente que gana más de tres veces lo que yo gano? ¿Es que sus días tienen más de veinticuatro horas? ¿No descansan para comer y para dormir? Aquí falla algo y a mí no me cuadra. Me lo tienen que explicar. Y claramente porque las explicaciones clásicas de que no somos todos iguales no me sirven pues ya las he considerado muchas veces y no me arreglan nada. Dejaré dicho una vez más que la vida es como una carrera en la que nada vale si no salen todos a la vez de la meta y en las mismas condiciones. Como esto se desajusta cada minuto, prefiero estar un poquito más cerca de los que andan a la ayuda del que se queda para atrás que del que anda sacando pecho y justificando al que va sacando ventaja. Acaso en algo tan sencillo como esto consistan las posturas políticas. Tan sencillo y tan complejo.
Y un pensamiento para que me saque de la mediocridad y me salve el día: El amor no muere, mueren los amores.

jueves, 28 de febrero de 2008

DIARIO DE CAMPAÑA 7

Ya media, ya media la cosecha, y la mies, y la trilla, y la era. Ya se va pudiendo mirar hacia atrás y hacia adelante. Hacia atrás sigue dibujándose una campaña que ha durado cuatro años y que nos ha dejado exhaustos; hacia adelante parece que nos quedan pocos días para sentarnos a descansar.
Se afanan los líderes en poner temas importantes sobre la mesa. Está bien; es la mejor manera de que conozcamos cuáles son sus formas de pensar al respecto. Esto si no lo supiéramos ya, porque, en realidad, no hay nada nuevo bajo el sol y todo lo reconocemos como algo gastado y repetido. ¿Quién no sabe, por ejemplo, cuál es la forma de pensar de los grandes partidos respecto de la emigración? Como sucede con todos los demás asuntos, la derecha anda siempre a la defensiva, con miedo de perder los privilegios de los que goza y en una especie de temor a ser contaminada por otras formas de vida y por otras costumbres. El asunto es delicado y deberían tener buen cuidado en la forma de plantearlo. Porque el fenómeno es complejo y ataca directamente al bajo vientre y a las vísceras de los votantes. ¿Quién podría negar que hay que regular con calma este fenómeno y que es bueno que los que vienen lo hagan sabiendo a qué vienen, con qué dificultades se van a encontrar y qué obligaciones tienen que cumplir? Resulta demasiado sencillo, y peligroso, largar más de la cuenta y poner en guardia a todo el mundo. Creo que la derecha, con un discurso que raya la xenofobia, pesca a redes llenas también entre los votantes de izquierda, sobre todo en época de incertidumbre económica. Ellos sabrán por qué lo hacen. En la res publica no sirve todo, y el ser humano es algo más que dinero y bajos instintos. Se me ocurre una pregunta que cambiaría totalmente la visión de este asunto: ¿En nombre de qué puedo yo reivindicar este territorio como mío y no de otras personas que llegan de otros lugares? ¿En nombre de qué? ¿Acaso de la Historia? ¿De qué historia? ¿No está globalizado el mundo? ¿Por qué los capitales sí y la circulación de los seres humanos no? ¿Por qué se les ponen pegas a los que llegan en pateras y se aplaude a los que llegan en avión a las playas, como turistas, a dejar los dineros? ¿Qué pasa con esa doble moral? ¿Por qué los que rechazan a los emigrantes los esclavizan contratándolos clandestinamente por cuatro perras y en condiciones de clandestinidad?
Youssouph y Malick llegaron en patera y vieron la muerte de cerca. Llevan entre nosotros más de dos años. No han dado ni un ruido nunca. Están dispuestos a trabajar honradamente; de hecho ya lo hacen. ¿En nombre de qué tengo yo que pedir su expulsión? Ni lo hago ni lo voy a hacer. Me he sentado con ellos a la mesa y lo volveré a hacer. El mundo es un pañuelo y el ser humano es, por encima de todo lo demás, un ser humano.
Y seguirán diciendo que no existen las derechas y las izquierdas. Qué cosas hay que oír.

Pero la jornada dio para algo más, para algo más gozoso y reconfortante para mí. He acudido a ver a mi madre y me ha gustado verla un poco más recuperada, en una especie de mar de la serenidad pero algo más erguida y hasta con un poco de fortaleza. Sus sonrisas son mi felicidad, y hoy se sonreía mucho. Cuando yo le acariciaba las manos, cuando yo la besaba, cuando yo la miraba. Su estado de debilidad la ha situado como en un plano de cierta satisfacción, y esto me complace. Bien sé que hay ciertos niveles que ya no recuperará nunca, pero al menos no la he visto postrada y a merced de cualquier fuerza. "Mi corazón espera / también, hacia la luz y hacia la vida, / otro milagro de la primavera".

miércoles, 27 de febrero de 2008

DIARIO DE CAMPAÑA 6

Se siguen desollando todos los pormenores del debate del lunes. Lo mismo que en el primer momento puede parecer negro o blanco, en cuanto pasa un tiempo se convierte en gris y ya no es tan fiero el león ni tan cobarde el cordero. Así que las aguas vuelven a su cauce y, en época de sequía, se encalman y vuelven a la lentitud.
Algunos partidos de ámbito nacional se quejan por no haber sido invitados al convite. Creo que lo hacen con toda la razón del mundo. La justificación termina siendo una pescadilla que se muerde la cola. Porque es verdad que IU no tiene espectativas de gobernar, pero, si se la excluye de los debates, no las va a tener nunca y siempre quedará relegada a una posición marginal. Si a eso se le suma el llamado voto útil, la pobre IU se queda compuesta y sin novio. Hoy mismo realizan su acto central de campaña en Béjar. Porque siguen animados con sus actos. Se juntarán unos cuantos en un aula del colegio de La Antigua y se animarán durante un rato. Después se irán y el día de las votaciones recogerán solo un puñado de votos que para muy poco les van a servir pues la representación ni la sueñan. Pero los votos de todas las circunscripciones unidas dan un buen puñado de ellos que apenas quedan reflejados en un grupo exiguo de diputados que apenas si se dejan oír a lo largo de la legislatura. Con otro sistema de representación tendrían un buen grupo y la gente se animaría a votarlos sin pensar ni en votos útiles ni en otras posibilidades.
Pero si IU realiza hoy su acto central de campaña en Béjar, el PSOE ni está ni se le espera. A estas alturas no saben si Caldera se dará una vuelta y actuará en algún acto o lo dejarán todo al sentido común de los electores. Ya he dicho más veces que para poco sirven las campañas electorales y tal vez para menos los mítines, porque van los convencidos y en ellos no se mueve ni un voto, pero de ahí a que el candidato no aparezca por aquí media un abismo. Hay razones que a mí se me escapan pero que son difíciles de entender. Habrá mucho que hacer en Madrid, que para eso se es coordinador del programa electoral, pero algo hay que concretar, aunque solo sea para que los militantes se den una voz de ánimo. A día de hoy, la militancia está totalmente desconcertada y sin saber a qué carta quedarse, sobre todo por falta de información y porque nadie le pide nada. Del PP no sé tampoco nada ni he visto anunciado nada. Me extraña que no realicen ningún acto. De momento son solo las pancartas las que lucen al viento los nombres de los dos grandes partidos. Acaso sea suficiente porque, como decía alguien, tendría bemoles que, después de la legislatura que llevamos, no tuviera todo el mundo suficientes elementos de juicio como para depositar su voto con claridad.
Mientras tanto, como para llenar hueco, alusiones a la violencia de género, en un día aciago y desgraciado. Cuando se aprobó la ley, ya tuve ocasión de comentar algo sobre el asunto. El asunto es más complejo que lo que pueda recoger una ley o un reglamento; tiene que ver con la cultura, con la escala de valores, con la historia, con la concepción de vida, con el sentido de propiedad, con la religión, con... Menos mal que parece que al menos esto no nos lo echamos unos a otros a la cara. O al menos no del todo.

martes, 26 de febrero de 2008

DIARIO DE CAMPAÑA 5

Debate sobre el debate. Sociológicamente este es el verdadero debate. Yo me quedé sentado mirando cómo uno y otro se explicaban, o intentaban hacerlo. Algunas notas a vuelapluma: a) Como esperaba, nada especialmente nuevo; b)Demasiado encorsetado todo y con escasa agilidad; c) Rajoy posee agilidad mental y discursiva, y eso siempre pega bien en un debate; d) Zapatero sigue teniendo temple y eso, a medida que pasa el tiempo, le favorece; e) Todo se le fue a Rajoy en acusaciones al presidente sobre la legislatura que ahora termina. Esto no está mal, pero esperaba propuestas por ambas partes. Un razonamiento se completa decubriendo fallos y proponiendo posibilidades de cambio y de mejora; f) En cuanto se la deja suelta, la cabra tira al monte, y Rajoy se manifestó a veces con una crueldad gratuita que a mí me desagrada; g) Todas las encuestas dan ganador a Zapatero, incluso las de los medios de la derecha (hasta las del Mundo y la COPE), algo debe de indicar esa tendencia; h) Me sigo reafirmando en lo mismo, con independencia del ganador de turno: nadie tendría que ir a tumbar a nadie ni a hacer morder el polvo a nadie, sino sencillamente a exponer ideas y programas, o sea formas menos malas de gobernar un país; i) Espero que en el debate segundo se esmeren un poco más en las propuestas de futuro; j) Me sigue despertando más confianza la serenidad de Zapatero y menos esa falsa seguridad de Rajoy...
He hojeado algunos medios de la derecha y, a pesar de las encuestas, no dan su brazo a torcer y siguen sacando la cara por su preferido. Ellos sabrán por qué; seguramente porque tienen que dar satisfacción a sus clientes, que quieren lo que quieren. Nos empeñamos en ver las opiniones al margen de la venta de los medios y seguramente este es un error imperdonable. Hasta ese nivel caen las verdades y las opiniones, hasta el de la venta de números y poco más.
Sigo pensando que, aunque solo fuera por lo novedoso, vendería, y mucho, una opción de análisis desde la serenidad y la calma, viendo que nada hay absoluto, que todo el mundo tiene parte de razón y de sinrazón, que no por mucho levantar la voz se tiene más razón, que la visión tiene que ser comunitaria o no podrá ser nunca del todo, que la demagogia no termina de convencer ni de vender salvo en un primer impulso, que habría que empujar a cualquier gobernante a poner siempre su cargo en cuarentena y a entender que, lo mismo que ellos, existen en capacidad y ganas muchos otros que lo harían al menos tan bien o tan mal, que todo pasa y todo queda, pero lo suyo es pasar, pasar haciendo caminos... Tendrían que leer un poco más a Machado y a Mairena: se le bajarían pronto los humos.
Pues ya, ya pasó todo, el primer debate. Pronto llegará el segundo, y después el día de las votaciones, y el del escrutinio, y el de los ganadores y el de los perdedores, y seguirá la vida, y seguiremos todos como siempre en estas coordenadas del tiempo y del espacio en que habitamos, mirando a todas partes sorprendidos de tantas tonterías y pequeñeces, así, en un quita y pon de cielo y tierra, y con la primavera pisándonos los pies con sus perfumes. "Apártalos, Amado, que voy de vuelo".

lunes, 25 de febrero de 2008

DIARIO DE CAMPAÑA 4

Con el respeto que públicamente profeso a las imágenes que aquí cuelgo de Manolo, continúo sumando líneas de escritura que quieren se mi reflejo de aquello que veo y oigo, de lo que siento y pienso. Y lo hago desde Béjar, esta ciudad estrecha en la que habito. Dicen que viajar enseña mucho. Será verdad. Pero no estoy seguro de que siempre sea de este modo. El pensamiento viaja, como viaja la imaginación, en trenes velocísimos. Va y viene, se extiende y se encoge, planifica, se duerme, se adecenta, a veces se equivoca. Para ello no siempre es necesario que uno vaya a bañarse a las playas de otros mares. No seré más explícito, no debo serlo.

Es el día del debate. Día grande en campaña, de los señalados con cruz roja. Media campaña es esto; la otra media lo será el otro debate. Leo y no paro la cantidad de menudencias que han acordado los dos grandes partidos para que este sumulacro de debate pueda llevarse a cabo. Hasta a cincuenta acuerdos han llegado los representantes. Entre ellos algunos tan peregrinos como el tamaño de la silla, la luz, la duración de los planos, el número de asesores y las veces que estos pueden hablar con los candidatos... Los candidatos cuidan sus vestimentas, el color de sus corbatas, el tono, la velocidad, la dirección de la mirada... Por supuesto, todo lo importante está regulado: tiempos, temas, réplicas, dúplicas, orden... La madre que los trajo al mundo. ¿Dónde está la espontaneidad del debate? ¿Qué se puede esperar que no sea conocido por todos? De este modo, nadie puede ganar el debate, como mucho perderlo por simples convencionalismos.
Ya he dejado dicho antes que, en los tiempos que corren, todo está ya contado y recontado de manera directa o por los medios de comunicación. Vivimos en una sociedad mediática y nada se le puede escapar a estos poderosos medios, que son los que, día a día, van marcando la pauta para todos nosotros. Cuanto menos espontáneo sea, menos jugoso resultará; cuanto más se escondan los protagonistas y menos se manifiesten como son, menos verosímil y honrado resultará todo.
Pero los debates son más jugosos en las segundas partes. Y las segundas partes son las que sirven de mesa en la que degluten los leones su parte de botín, aquella en la que los comentaristas se afanan en marcar los territorios de ganadores y de perdedores. Cuando la lid queda en tablas o algo parecido, se les queda una cara como de resabiados que no pueden con ella. Lo que ellos siempre piden es la victoria rotunda de uno de los contendientes y la derrota humillante del contrario. Es entonces cuando la épica y hasta los instintos más bajos se sacian y se explayan. No hay debate sin encuesta posterior que reparta trofeos y vergüenzas. Me pregunto con insistencia qué sentido tendrá esto de los ganadores y de los perdedores, de los buenos y de los malos, de los listos y de los torpes. ¿Pero es que los contendientes no van a ser lo mismo un minuto antes del debate que un minuto después? ¿Un sistema de intervención pública va a ser peor o mejor porque su representante gane una discusión? ¿Acaso se deshacen las desigualdades sociales porque gane el debate el representante de la izquierda o de la derecha? A otro con esa filfa, a robar a Sierra Morena.
Que vengan los debates, que en ellos reine la cordura, que nadie sea humillado ni nadie se erija en vencedor de nada, que sigan siendo las ideas las que florezcan y las que nos guíen, y que el buen "rollete" nos siga acercando y haciendo convivir en armonía. Fale.

domingo, 24 de febrero de 2008

DIARIO DE CAMPAÑA 3


Primer fin de semana de campaña. En estos casos se solían intensificar los mensajes y se explicitaban símbolos o presencias de personajes y de militantes por las calles. En Béjar -sospecho que en otros lugares sucede algo parecido- no hay nada que altere el ambiente. Hay algún partido principal que apenas si ha pegado en los paneles las fotografías de sus candidatos, quizás para que no sean pasto precipitado de la lluvia o de los tirones. De modo que nada diría que estamos en período electoral. El primer día de campaña me invitaron a la pegada simbólica de carteles. No asistí por diversas razones. Pero es que nada es necesario ni importante. ¿De qué pueden servir unas decenas de fotografías en los paneles al lado de cualquier imagen trasladada desde la televisión de un mitin con miles de personas?
España entera duerme en las mañanas de los domingos, serena y apacigua la resaca de sueño de la semana y del sábado, y prepara las madrugadas de los días siguientes. En Salamanca el PSOE ya ha celebrado su principal acto de campaña. Llegará al día 9 como desinflado, como de vuelta de todo. Del PP no sé nada ni espero saberlo, aunque sé que pelea cada voto como si le fuera en ello la vida. En realidad le va. Cuando el fin es ganar o fracasar, los medios se hacen prioritarios al fin y se desarrollan a costa de lo que sea; por eso ese trasiego sin descanso hasta el último aliento.
Desde la calma de este domingo sigo pensando que casi todo está ya dicho y que la gente lo debe de tener bastante claro. Sería un signo de serenidad y de madurez democrática. Nadie se puede travestir ahora sin caer en el ridículo.
A pesar de todo -encuestas dixerunt-, se prepara el debate de mañana como si del combate del siglo se tratara. Otra equivocación. Es verdad que llegará mucho más que todos los demás mítines juntos, pero como todo se vaya a tener que decidir por las palabras medidas y condicionadas de una hora o de hora y media, vaya una falta de solidez la nuestra y la de nuestro sistema. Dicen que los aspirantes se lo preparan concienzudamente. No está mal que suden la camiseta pero no sé muy bien para qué. Que no somos tontos del todo.
Y, a pesar de todo, no me parece bien pensar que todo es inútil. Estamos en la ceremonia de la confusión, pero también en el período en el que se manifiesta mejor que nunca que la convivencia es cosa de todos y que nuestra participación es importante y necesaria. Aunque sea para buscar el mal menor, que no es poco.

sábado, 23 de febrero de 2008

DIARIO DE CAMPAÑA 2

Día 2
Las caravanas están en marcha. Toda una parafernalia de medios y resortes siguiendo las actividades de los llamados líderes hasta el último detalle. Todo se escudriña, al menor descuido surge un titular que llevarse a la boca para mojar pan y llenar páginas. De cualquier descuido se hace un mundo que se explota hasta la náusea. Siempre los medios de comunicación al fondo. ¿Por qué no certificar que el ser humano, cualquiera, también estos llamados líderes -qué imbecilidad-, se equivocan, usan las palabras desde la miseria de las mismas, esbozan intenciones pero no las concretan sencillamente porque no se puede, apuntan pero no disparan porque las decisiones corresponden a cada persona y cada entidad es poseedora de sus responsabilidades, y no dan a concocer y a jurar que una convivencia la hacen las personas en grupo y no un puñadito elegido de exploradores mentales? De caulquier salvador, líbranos, Señor. De los medios de comunicación y de sus titulares, líbranos siempre, también en caso de duda.
En el segundo día todavía dan la impresión de que todos los cuarteles andan como al verlas venir y en el genérico; después, cada día será el día de algo. Como si de una feria se tratara. Acaso no es otra cosa. Y en este genérico, cada uno desempeña su función: el que presenta balance con su botella medio llena, y el aspirante con su botella medio vacía. Me parece que en este terreno tiene más que perder la oposición, sobre todo porque se tiene que mover en el terreno negativo que no es donde reside precisamente el optimismo. Si se desborda el catastrofismo, entonces lo que ronda es el ridículo, el miedo y el mal real que se puede producir en la confianza de las personas para su convivencia. Siempre la botella está en término medio, cuando aún no se ha bebido y cuando la borrachera se ha generalizado. Está en la propia definición, habría que darlo por hecho. Jugar entonces a la serenidad y al sosiego termina calando mucho más que poner explosivos y dinamitar la montaña.
Da la impresión de que el PP anda jugando la baza de la sonrisa y de la calma en Rajoy. Estupendo. Lo malo es que llega demasiado tarde y, cuando los contrastes entre una etapa y otra son tan estridentes, aparece enseguida la figura de la insinceridad.
Todavía no se han tirado demasiadas tartas a las caras del contrario. Mejor que no lo hagan. El mismo día del arranque del espectáculo tuvimos un debate entre Solbes y Pizarro. Diálogo entre caballeros. Ojalá fueran todos así. Muchos medios -otra vez los medios, sobre todo los de la derecha- se quejan de esta actitud reservona -su natural es el ataco, derribo, venzo y mando y ordeno- e incluso alguien se escuda en la posible pena de Pizarro ante la dificultad visual de Solbes. Así anda el patio. Ya vendrán otros debates. Ojalá todos mantuvieran el tono de este. No será fácil. Mañana será otro día.
El circo sigue. Ojalá dure mucho el número risueño de los payasos.

viernes, 22 de febrero de 2008

DIARIO DE CAMPAÑA 1

Este blog es la versión actualizada de un diario personal que tiene bastantes años. Nació en una circunstancia en la que me embarcaba en una aventura social y pública. Quería entonces contar, desde una visión muy personal, los entresijos de mi vida municipal y política en esta estrecha ciudad. Después, diversas circunstancias me separaron de esa senda, hasta el punto de que las referencias han sido y son tardías y como a trasmano. Empieza hoy el principio del fin de un período agitado y turbulento que dura ya cuatro años, pero que en estos días que siguen actualiza la liturgia de la democracia: eso que llamamos período electoral. Me propongo dar algunas notas de mi visión de estos días. Tan particulares y subjetivas como las mías. Al fin y al cabo soy yo el que miro y remiro desde mi terraza. No estoy seguro de que aguante todas las fechas, porque otros asuntos me ocupan más sin duda, pero lo intentaré. Veremos.
DÍA 1
Se levanta el telón de un escenario que ya llevaba tiempo al descubierto. La pegada de carteles se ha transformado en nada pues hoy los carteles se pegan en las ondas y en las imágenes de los medios de comunicación. En buena lógica, toda la campaña electoral sobra. ¿Qué puede haber de nuevo que no lo hayamos todos descubierto? Tal vez en otro tiempo estos días supusieran el amontonamiento de ideas y de proyectos, la elevación a esquema de lo que fueran sueltas y asiladas ocurrencias. Tampoco es menos cierto que hasta ahora se tendría que haber estado defendiendo o alterando un orden de gobierno mientras que en estos días habría llegado el tiempo de las nuevas propuestas. Qué va, todo mentira. ¿Quién se va a sacar más conejos de la chistera? Si alguno lo hiciera en demasía caerían en el ridículo. ¿Es que no conocemos bien cómo respira cada uno? Alguno viene actuando de lobo todo el tiempo y ahora parece querer disfrazarse con piel de cordero. Que se la den a otro, a mí que no me engañen. Porque o antes eran falsos, o lo son ahora , o lo son en ambos casos. La única variable que no se puede considerar es la de ambas verdaderas. Los medios de comunicación son tantos, la res publica está tanto entre los pucheros, que nadie debería dejar apabullarse a estas alturas del partido. Y sin embargo vamos a ello, vistámonos de acólitos y que empiece la liturgia.
Se examina el Gobierno, con su balance al hombro; se examina la oposición, con su actitud en ristre. La vida son propuestas pero también actitudes ante esa vida, forma de encarar tanto las soluciones como los fracasos, tan inherentes y propios de la vida.
Porque lo que hoy empieza tiene un final muy próximo. Y unos ganarán y otros perderán en la suma y recuento de los votos. Tendría que ser tan solo en eso. Porque la vida sigue, y en ella todos juntos, los que sacaron más, los que menos sacaron, los que tengan que irse y los que tengan que quedarse. Qué más da, es tan poca cosa. Salvo que la vida se nos vaya en eso tan sencillo de ganar o perder. Entonces –desgraciadamente, porque qué nivel tan pobre sería ese- deberíamos someternos a la vergüenza pública del derrotado con el sambenito en la cabeza. ¿Y para qué? Para nada.
Primer día de campaña, las lanzas en el aire. Bullicio. Se rueda.

jueves, 21 de febrero de 2008

ONDAS SONORAS

Me voy recuperando, levanto la mirada, oteo el horizonte, lo encuentro despejado. Estos días grisáceos, de postración y cama, me han permitido, con el ritmo de vida al retortero, rastrear en las ondas. Siempre he sido un oyente bien avenido con la radio, pero he de reconocer que la he escuchado sobre todo en programas monotemáticos: opiniones, deportes… Estas mañanas me han permitido sumergirme y bucear en el programa matinal de la Cadena Ser. Y salgo satisfecho del intento. Es un programa grande, misceláneo, abierto a todo el mundo. Me llaman poderosamente la atención dos variables: la rapidez y la precisión. Todo marcha a velocidad de vértigo pero parece que no le falta de nada. Presentar (“conducir”dicen ellos) un programa de este tipo necesita un gran equipo y un encaje de bolillos en todas las acciones. Cuando el presentador anda en una sección ya tiene que haber olvidado los aciertos o los desaciertos de la anterior, por más que se haya producido tan solo unos momentos antes; y, sobre todo, tiene que tener la capacidad para pensar en la sección siguiente pero mostrar algo así como si no existiera en sus preocupaciones. Nada de esto se puede salvar sin un equipo coordinado. Tengo la impresión de que este programa lo tiene. Se nota en la conjunción, en la precisión, en el tono jovial, en la red extensa de gentes por toda la geografía, en el paso inmediato de la última noticia a la consideración más banal.
Y es que aquí cabe todo: he oído en el mismo programa todas las noticias de carácter mundial y nacional, la opinión más sesuda, las más variadas músicas (una de viola de gamba sencillamente sonaba fetén), los anuncios más comerciales de la moda, las opiniones de las propias modistas, las formas de desayunar en distintos lugares, los temas más frecuentes de conversación, los experimentos científicos más novedosos, las correcciones lingüísticas a sus propios errores, presentación de libros… Todo, todo lo más variado. Certificar aquí la importancia que tiene la verbalización de estos contenidos tendría que ser pleonástico pero sospecho que no todo el mundo le concede a esta verbalización la importancia que tiene. También el programa lo consigue. Supongo que a la hora de elegir presentadores tendrán esto muy en cuenta. Si a eso se le suma un sustento en la capacidad personal, tanto profesional como ética, que es la base de la credibilidad en todo, el resultado es el que es. En nada me extraña que sea el programa más oído de todo el panorama radiofónico español con mucha diferencia.
Parezco un publicitario de este programa. No hago otra cosa que agradecer los ratos que me ha hecho pasar estas mañanas, unas más en duermevela y otras más despejado. Si además me llama algún amigo, como hoy A. Merino para darme ánimos, mejor que mejor.
Parecía que la radio tendría los días contados con lo de la caja tonta. Ni hablar del caso.
¿Seguirá en el medio de nuestra vida la radio? Por luego.

miércoles, 20 de febrero de 2008

SON DE CUBA

Llevo tres días en duermevela, y en ese ir y venir al mundo del sueño o de la consciencia escucho la radio desde la fiebre. Qué compañía más grata. Y qué velocidad la de su vida: un minuto es un mundo y una entrevista un todo. Por la radio me llega la noticia de que, en Cuba, Fidel lo deja como comandante en jefe y como jefe del Estado. Y enseguida se vierten en torrentes las más diversas opiniones. Todas coinciden en la apreciación de que algo cambiará. Nunca se sabe cuánto ni en qué forma.
También cuando se habla de Cuba me parece que, por lo común, se simplifican demasiado las cosas y en ese río revuelto siempre hay pescadores que están echando la caña. Por supuesto que en lo de la democracia como sistema menos malo coincidimos todos y todos deseamos que ese país, como los demás, camine en esa dirección; nadie discute que el colega llevaba ya toda una vida en el poder y que lo mejor que le puede suceder a una comunidad es que sus dirigentes se vayan y dejen el sillón a otras gentes con ilusiones nuevas. Ojo, aquí también, y en todos los puestos, porqe tendríamos para hablar y para no parar.
Pero la realidad cubana en estos últimos cincuenta años, con sus virtudes y con sus defectos, ha sido un referente para el mundo entero. Y quien haya querido mirar con ojos serenos y pausados tiene que haber visto lo que allí se ha hecho en sanidad, en educación, en música, en deportes y en tantos apartados del discurrir diario. Y todo frente al gigante americano, amenazando siempre, allí al lado, con sus bloqueos y sus embargos. La lógica de la Historia se va a llevar por delante al dictador, pero los historiadores no van a saber cómo desembarazarse de esta segunda mitad del siglo veinte en Cuba. Y los primeros que van a estar al tajo en positivo van a ser los disidentes actuales, que en su gran mayoría son disidentes pero reconocen muchísimos elementos positivos en esta llamada revolución. Quien conoce a alguno bien lo sabe.
La vida humana tiene que intentar regirse por la razón, pero no toda la vida cabe en la razón ni en el mundo de los códigos. Yo tengo que reconocer que emocionalmente tengo claras simpatías por Cuba y por lo que conozco de ella, por el referente que sigue suponiendo para tantas minorías del mundo entero que no saben a qué asidero cogerse para sentirse alividados. Me siento bastante reconfortado con los perdedores, sobre todo ante las teorias de historiadores revisionistas que apoyan sus afirmaciones en medias verdades y que hacen leña del árbol caído en cualquier época del año.
Me arrimaré a las canciones de Pablo y de Silvio. También son signos de vida, y de la que a mí me gusta.

martes, 19 de febrero de 2008

DE RERUM NATURA

Me sirve como rampa de lanzamiento para la reflexión de hoy el comentario que ha colgado Jesús Majada en la entrada de hace un par de días. Me refiero solo (lo demás, machadianamente, me lo tomo con mucha calma) a esa apreciación de mis filias por los elementos de la naturaleza, o algo así.
El día me pilla afiebrado, enceguecido, griposo, sudado, apocado, con la baja laboral de un par de fechas. Por cierto, ¿cómo se pide una baja? Pero debo seguir y aquí estoy.
Creo que alguna vez ya he dicho algo acerca de mis filias y mis fobias con la naturaleza. No quiero renegar del ser humano. Con el ser humano vivo y convivo, con él pueblo las aceras, con el sufro y gozo, con él se me va el tiempo muy a gusto, con él lleno mis días, a él acudo, a él le pido y a él le doy, incluso la definición de ser humano no la entiendo sin incluir en ella la presencia de los otros seres.
¿Entonces? Pues entonces resulta que los arquetipos que sanciona esta sociedad no me complacen, resulta que la escala de valores que me propone me resulta manifiestamente mejorable, resulta que mis esfuerzos no encajan precisamente en ella y que tengo con ella una relación inevitable de amor y odio que me trae de cabeza cada día.
Pero hay otra dimensión muy evidente. Si echo a andar las variables del espacio y del tiempo, ¿qué me sale? Pues me sale que un mineral es casi eterno, que la sierra que veo cada día desde mi terraza me mira y me remira y ahí está plantada mientras yo voy siendo pasto del tiempo, que su presencia será infinitamente más larga que mi olvido, que casi es inmortal y yo soy efímero, breve, fugaz, momentáneo, pasajero, corto, perecedero, y que me trata bien, tal vez porque yo la miro con buenos ojos, me muestra la certeza de lo que me excede y me recuerda siempre lo mucho que le debo y le debemos.
Así que hay un aterrizaje en lo natural por vía negativa, de huida y de rechazo de otras formas; pero también hay otro por vía positiva y de reflexión, aquel que me apunta la poquedad del ser, la nada de mi vida y la relación necesaria que tengo que tener con la naturaleza.
Mas no quiero que exista ni una renuncia al hombre. Un vaso de buen vino, una conversación pausada, un poco de sentido común y de razonamiento y un picante de vida, son panes que me bastan y me sobran. "Una mesa de pan bien abastada me basta". Por desgracia, no siempre que la busco la encuentro.

lunes, 18 de febrero de 2008

CORAZÓN DE INVIERNO

El mediodía me deja en un duermevela entre la comida, un programa de discusiones alborotadas y otro programa de los llamados del corazón, en espera de la llegada del telediario con el que me quedo un poco en el nirvana. Es mucho más que suficiente para comprobar la trivialización que se hace de casi todo y el bajo nivel en el que nos movemos en esta sociedad encogida. De todos los programas es el social el que se lleva la palma del martirio con mucha diferencia. En él aparecen y se desvelan las vidas de los famosos en un escaparate de estulticia y de bajos fondos. No hay caso si no se habla de alguna relación sexual, siempre insinuada, si no se exalta la belleza externa como principal valor que acompaña a las personas, si no se pone de manifiesto lo extraordinario que resulta cualquier imbecilidad con tal de que se le atribuya a ese famosete. El programa en cuestión se llama "Corazón de invierno". A mí me parece mucho peor que el paradigmático "Tomate". ¿Por qué? Pues porque allí todo era explícito y nadie podía dudar de que se estaba entre mentirosos, putas y cabrones. En este encima se quiere salir airoso, amagando siempre y como no queriendo dar. Las mozas y los mozos de los días del Retiro son muhco más honrados que toda esta fauna que pulula por estos platós. La escala de valores que se va dejando caer implica el halago y hasta la adoración para aquellos favorecidos por la belleza natural, cuyo único mérito es exactamente ese y ningún otro. Los adalides del esfuerzo y de la disciplina en las aulas bien podían poner también el grito en el cielo ante semejante espectáculo. Yo hoy y aquí lo quiero poner, porque no es algo esporádico sino diario que invade todas nuestras actividades.
Aquí opera de nuevo el trajín de los medios de comunicación, que necesitan crear sus héroes para seguir cultivando el morbo, alimentando el instinto, vendiendo anuncios y engordando sus cuentas de resultados.
Y así andamos. Sucede en todos los niveles (deportes, música, cine...)y nadie puede abstraerse. Es verdad que se puede argüir que un empujón al botón elimina todo esto. El argumento es demasiado sencillo para ser verdadero. Eso mismo decía el señor Botín a alguien que le protestaba: "Haber sido tú hijo mío y estarías forrado". No, no, este argumento no vale, es falso, reduccionista y sanciona la realidad sin tener en cuenta la dimensión social del ser humano.
Creo que voy a escuchar más veces, mientras como o me voy quedando traspuesto, la música tocada por Tito, o incluso la última que he adquirido de José Lidón, que me gusta mucho. Sobre todo si, como hoy, me tiene cogido la gripe, la fiebre y la desgana.

domingo, 17 de febrero de 2008

UN RINCÓN EN EL MUNDO

Remato este Machado de fin de semana con un poema que le dedica Luis García Montero en su último poemario: "Vista cansada". La lectura de este libro me ocupa unos buenos ratos de estas dos últimas tardes. Es verdad que el ofrecimiento debería ser personal, pero García Montero me gusta y me vale de intermediario. Vaya pues este su poema para nuestro maestro.

COLLIURE
Un rincón en el mundo
detrás de una frontera,
o detrás de los años o los amaneceres
con la esquina doblada
como la página de un libro,
o detrás de las curvas de una guerra.

Se conmueve el camino a la orilla del mar.
Parece un látigo en el aire
de febrero lluvioso.
Cuando baja del coche,
Ángel González duda,
pone sus pies heridos en la historia
y sube muy despacio,
entre muros franceses
y casas repintadas
con el azul de los veranos,
hasta llegar al cementerio.

Lo que nos trae aquí
no es el sol de la infancia.

Los lugares sagrados nos permiten vivir
una historia de todos en primera persona.
Las flores de la tumba de Machado
imitan el color de una bandera
sagrada por manadato
de mi melancolía.

Aquello que perdimos una vez,
y el frío de las manos, la palabra en el tiempo,
el dolor de las vidas que se cortan
en el cristal de los destinos rotos,
descansa hoy, casi desnudo,
en una tumba de poeta.

¿Cuándo llegamos a Sevilla?,
preguntaba su madre al entrar en Colliure.

Qué difícil la suerte
de los pueblos que viven protegidos
por la misericordia de un poema.
Qué difícil la última
soledad de Machado.
La luna llega al mar,
el mar llega a Sevilla,
nosotros a un recuerdo
y a esta pálida,
desarmada emoción
de compartir una derrota.

sábado, 16 de febrero de 2008

"ESTOS DÍAS AZULES Y ESTE SOL DE LA INFANCIA"


Asistí ayer a la representación teatral "Collioure". Naturalmente, hacía referencia a los últimos días, sufridos más que vividos, de don Antonio Machado y su familia. Siempre he reconocido a don Antonio Machado (me gusta ponerle el don) como un gran maestro. Sé que tiene resabios del S XIX, que su empeño mayor no fue precisamente la vanguardia ("ni soy un ave de esas del nuevo gay trinar") por la vanguardia. Me da igual, lo proclamo una vez más como maestro en la formas y en el pensamiento. Por eso lo releo tanto; por eso esta representación me ha cogido con una relectura del Juan de Mairena recentísima; por eso acudí presto a la llamada del teatro, y por eso me sentí en él como un espectador privilegiado. Teníamos compañía profesional, de esa que lleva en su seno actores conocidos y esas cosas. A mí eso me importa poco, pero siempre se nota al fin en algunos detalles. Algo no me dejó complacido del todo: el texto se nutría sobre todo de los conflictos familiares y personales del poeta en esos penosos últimos días. Es verdad que, en esas situaciones, cualquier ser humano se humaniza más, se hace más "normalito", se rebaja y se torna contradictorio y casi nada, a merced de la enfermedad y de los intereses más inmediatos y mostrencos. Nada hay de malo en ello, solo humanidad y más humanidad. Pero del poeta yo quiero conservar su obra y su pensamiento hondísimo, su reflexión y su interpretación de la vida. También en sus últimos días. Por eso me hubiera gustado ver un texto más trufado de poemas y de pensamientos breves de ese montón ten enorme que acumula en su Mairena por ejemplo, o esos textos poéticos tan densos que hay en su poesía. Además, me pareció un texto bastante neutro, que no es lo mismo que neutral. La figura de su hermano Manuel, desde el otro bando, creo que distorsiona un poco la importancia del maestro y lo que realmente representó. Por otra parte, la presencia de parte de su familia y sus lógicas intervenciones empequeñecieron en parte la realidad de don Antonio y de su madre.
A pesar de todo, fue un rato intenso de teatro y de sentimientos. Y de machadismo. Y yo, como siempre que se trata del maestro, estaba en plan esponja, absorbiendo todo y empapándome con todo. Había mucha emoción para mí en muchas escenas y los recuerdos y experiencias se me acumulaban. Un empujón más para volver (otra vez más) a los textos de Machado, aunque, repito, he dejado hace escasos días su Juan de Mairena.

Y el sábado me ha pillado de nuevo con la mochila a cuestas camino de Llano Alto, la central de la Abeja, Candelario, el camping Cinco Castaños, la Jarilla, la Dehesa,Puente Nueva y vuelta a Llano Alto. Con días como hoy y con acompañantes como Manolo, que tiene una charla amena, una buena máquina en ristre y mucho almacenado en la sesera, el camino se hace casi un paseo hermoso por una franquicia del paraíso. Nada de frío ni de calor (cero grados al canto), un cielo hoy un poquito menos azul y el valle del Cuerpo de Hombre que nos ha servido de cauce en el que estirar nuestros pies y cansarnos. El mejor tributo para sentar los reales en Llano Alto y tomarnos unas cervezas mirando a la sierra blanca. Ya antes la Dehesa había sido testigo de nuestro abundante piscolabis y de nuestra llamada de recuerdo y testimonio para Jesús "Trucho, que se había quedado en casa malito. El paraíso, si es que existe, tiene por aquí muchas franquicias y todas están abiertas casi siempre. Nosotros, por si acaso no pillamos la original abierta, solemos entrar en estas casi todos los sábados. Juro aquí que se compra muy buen género y muy barato. A estas palabras las acompaña alguna fotografía de los establecimientos que frecuentamos. Por si ustedes gustan.

viernes, 15 de febrero de 2008

TENGO QUE HACER CURSILLOS DE LA MUERTE

!Casi siempre la muerte es más digna que la vida! ¿Quién puede enfrentarse al pedigrí democrático de la muerte? Cuando llega, todo es silencio y paz, nociones de la nada, serenidad sin pausa. Durante el trayecto de la vida perdemos tantas veces la vergüenza... El paso por la vida es ir trampeando, dando tumbos sin tasa, alzarse del suelo y volver a besar el polvo, encontrarse a menudo desnudos y sin vestido de honradez que echarse al cuerpo; la vida es deficiencia, certeza de que todo es mejorable, de la desigualdad, de cerrar bien los ojos para no ver el norte, de impotencias sin cuento, de posibilidades casi siempre fallidas, de ilusiones rotas, de trampeo, de siempre pantomima.
La muerte se presenta y nos acoge, clasifica a las cosas por su nombre, nos une en la igualdad, nos certifica el principio del reino de la nada, o acaso del comienzo del reino de la luz -qué ilusionado-, nos descubre desnudos y nos deja servidos y compuestos para todo tiempo y todo espacio, no deja que nadie se proclame por encima de los otros seres, nos deja a la intemperie, a la deriva, ajados y en silencio, serios y en línea recta, como gritando a todos que no hay otro poder tan poderoso.
¿Por qué no la tenemos siempre en cuenta? ¿Por qué no nos enseñan a convivir con ella? ¿Por qué no la invocamos como invocamos todos a la vida? Tal vez si refrescáramos la sed de nuestra mente con la presencia exacta de la muerte tendríamos otras luces, otras sendas de vida, otros trabajos, nuestras ocupaciones serían bien diferentes, y tantos cachazudos se bajarían del burro de la nada, de la hueca e inútil ostentación, de la infeliz mirada, del yo soy más que tú, de las altas peanas de fanáticos de lesa religión, de la incuria y del gesto desmedido, de todo lo que pone al hombre a ras de tierra y lo condena a andar siempre fingiendo.
Tengo que hacer cursillos de la muerte, ungirme de su faz, de su costumbre, llegar hasta el nivel de su serena dignidad.
Sé que si digo esto es por la angustia que siento ante los pinchos de la vida, porque las rosas siempre se venden con espinas, porque el huerto se cava, se arica y se atempera para gozar después del dulce fruto. Y yo quiero vivir, vivir sin tregua, sentir que cada hora me sangra por las venas, comerme como postre por una pata al mundo; pero ver que el camino es compartido, con seres a mi lado, con fracasos y días de victoria. Y quiero no perder la dignidad, la dignidad serena de la muerte.

jueves, 14 de febrero de 2008

PUERTAS ABIERTAS (USAL)


La Universidad de Salamanca (quiero decir la civil) ha realizado una jornada de puertas abiertas. Pero resultó que tras las puertas no había prácticamente nadie. He asistido con un grupo de muchachos, deseosos de conocer lo que podría ser su centro en los próximos años y me he encontrado a un profesor en Filología que llegó tarde y dejó unos balbuceos como mensaje, a un alumno que todo lo que dijo fueron unas frases deshilvanadas para mostrar la existencia de unos edificios de los que yo bien conocía su historia, historia de la que él no contó nada, a una profesora en Biblioteconomía y Documentación que sí se preocupó de animar a los alumnos como posibles clientes suyos en los próximos cursos, y a una joven y rechoncha profesora en Historia que tenía como meta quejarse por una inventada tardanza de los alumnos. Lo que afirmaba al comienzo, parecía que, tras las puertas abiertas, lo que relamente corría era el aire a sus anchas.
La idea de dar a conocer los centros no es nueva ni mala y se concreta ya en todo tipo de instituciones, pero ha terminado de ser en la USAL casi una rutina que no tiene demasiado sentido si no se pone un poco de celo en ella. Ya pueden tener un poco de cuidado porque pronto van a tener que salir a buscar al cliente hasta por las calles y de esta manera y con estos modales no lo van a conseguir. Las universidades huelen a burocracia y a formalismo por todas partes y a profesorado que mira y ve el mundo por el ombligo de su asignatura. Y el ser humano es algo mucho más rico y variado, más universal en sus inquietudes.
Por las calles he visto a un buen grupo de alumnos vestidos de espantajos y suplantando con éxito a cualquier imbécil vestido de lagarterana. Era la fiesta de Derecho y ya se sabe que las fiestas universitarias dan para vino y disfraces, y nada más, que no es poco. Deberían nombrar (yo ya lo he pedido en público y por escrito) un vicerrector del botellón. Ya se sabe que botellones los hay místicos, los hay pseudoculturales y los hay simplemente etílicos. Tal vez los mejores sean precisamente estos últimos. Dato real es el hecho de que los alumnos seleccionan universidades y ciudades a las que ir a estudiar, entre otras razones, según el número de fiestas y las calidades de los botellones. Está en las encuestas y no me lo invento.
Por lo demás, Salamanca está hecha una novia tanto por el día como por la noche. Hoy he coincidido en la Plaza Mayor en el momento en el que se encendieron las luces. Puro espectáculo, fuegos artificiales en la noche. Y lo mismo las calles y los monumentos con su piedra arenisca y sus brillos amarillentos. Un paseo en esas condiciones es un regalo. Yo lo he dado y me he sentido bien, muy bien. Después la carretera nos trajo hasta Béjar, esta ciudad estrecha en la que ahora tecleo. También aquí la noche nos acoge. Sea.

miércoles, 13 de febrero de 2008

SIN TÍTULO


Confieso que hoy no es que tenga precisamente tema. Y sin tema quizás lo mejor sería que me callara y pensara "mañana será otro día". Por eso tiro de cuartilla y anoto: "Cuando el hombre deja de creer en lo absoluto, ya no cree en nada. Porque toda creencia es creencia en lo absoluto. Todo lo demás se llama pensar."
Qué verdad tan verdadera. Cuando alguien me pregunta si creo, siempre respondo en forma positiva. Entonces veo poner caras raras en mi interlocutor, sobre todo si cree conocerme, porque la gente suele tener la opinión de mí como una persona descreída. Cuando le digo que creo en muchas cosas: creo en la presencia del interlocutor, en la existencia de un espacio en el que se desarrolla la pregunta, en el progreso de un tiempo en el que se vive, en..., y vaya usted a saber si creo o dejo de creer en verdades absolutas, se sonríe y no sabe muy bien a qué atenerse.
Tengo dudas sobre si la creencia en lo absoluto no es también pensar, o hacer como que se piensa, o engañarse pensando que se piensa, o aspirar a pensar cuando en realidad solo entra uno en el aturdimiento. Porque pensar desde una mente humana limitada y mísera en conceptos absolutos parece una contradicción en los propios términos. ¿Cómo se puede llegar a lo absoluto desde lo limitado? Ahora recuerdo -creo que viene bien al caso- aquellas palabras bíblicas de "no tomarás el nombre de dios en vano". ¿Alguna vez se puede tomar el nombre de Dios si no es en vano?
Si el ser humano qiere enfrentarse consigo mismo, tiene que dar desarrollo a la razón, a esa capacidad para la relación y para la consecuencia que se ha forjado en su cabeza a lo largo de tanto tiempo. Es la mejor manera de dignificarse. Lo demás ¿qué es y a quién corresponde? ¿Existe lo demás? ¿Quién soy yo para afirmarlo o para negarlo? ¿Tengo derecho a someterme a su protección? ¿Desde qué parámetros?
Como me ocurre casi siempre, sobrevivo en el mundo de la duda, de la inseguridad y hasta del miedo. Y me hallo desvalido y pobre, con mi miseria a cuestas. También hoy que no tenía tema.

martes, 12 de febrero de 2008

VAYA TROPA


Leo en la portada del periódico provincial La Gaceta este titular: "La Cerrallana, elegida para el parador con cuatro años de retraso". Después leo páginas interiores y veo que se editorializa poniendo a escurrir a Jesús Caldera al que se le hace reponsable de este retraso. Joder, "en una de cocer cayó caldera". En este ambiente resulta prácticamente imposible la comunicación y mucho menos el entendimiento mínimo, necesario para la supervivencia, para la convivencia y para el discurrir diario.
Es bastante notorio que los asuntos públicos me atizan menos que hace algún tiempo, aunque los tengo en la recámara cada día; me preocupan y me ocupan otros asuntos de los que no acabo de salir. Pero es que esto clama al cielo.
Por diversas razones he seguido este asunto del parador en Béjar bastante de cerca y tengo alguna opinión fundada en esta experiencia. Para empezar, el asunto viene de los años sesenta, y ya ha llovido desde entonces. Los cagaleches salmantinos que editorializan desde Roma la Chica bien podían enterarse al menos de dónde está esta población del sur de la provincia, para después conocer sus asuntos y más tarde opinar con algo de fundamento.
Pero es que someto el asunto a la consideración de cualquiera desde el sentido común. No se necesita más para darse cuenta del famoso cui prodest. Este asunto del parador beneficia primero a toda la población y después, desde un punto de vista egoísta, al PSOE y a su ministro bejarano, que quedaría como el impulsor de una obra duradera y beneficiosa para la ciudad. ¿Cómo se puede siquiera concebir la acusación de que se han retrasado las aprobaciones por parte del ministerio? ¿Pero no se ve que si no se ganan las elecciones todo queda en propósitos y en vuelta a empezar? ¿A quién interesaba más -desde un punto de vista politiquero y asqueroso- que el proyesto se retrasara, al ministerio o a la Junta y a la Diputación? ¿Por qué nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino? Ojalá algún día conozcamos, todos juntos, los tejemanejes, los vuelva usted mañana y los palos en las ruedas que se han ido poniendo por parte de muchos.
Mucho más burdos que los políticos son sin duda los periodistas de este periódico -y de tantos otros- que acusan impunemente y a voz en grito. !!Y siguen vendiendo el periódico!! Ellos sabrán por qué lo hacen y qué beneficios aspiran a conseguir. Aquí todo el mundo está en campaña. Su derecho tienen, pero me niego a respetar operaciones de tan baja estofa y de tan escasa altura mental. No hay más que repasar en manos de quién están los periódicos y todo el panorama se aclara como en día de verano. Y lo mismo que hacen con esto hacen con las obras de la autovía y con lo que les da la gana. En nombre de no se sabe qué libertad de expresión se embarcan en el mar de la mentira y del insulto. Como en este país esto no tiene castigo, pues a vivir de la infamia y de las medias verdades. Tienen buen modelo en algún periódico de tirada nacional que campea impune y proclamándose como periódico de investigación. Manda cojones. Hoy todas mis fobias se dirigen contra esa cuadrilla de periodistas que viven en el campo de la insidia y, en muchos casos, en el de la enanez mental y expresiva. Muchísimo peor que los políticos, dónde vas a parar.
La historia del parador ha sido bien triste por parte de casi todos, también de muchos ciudadanos; seguramente seguirá siendo triste, pero es historia muy larga de contar en una entrada. Para empezar, si se confirma la noticia, ahí va a quedar enclavado, solitario y a la intemperie, lejos de la ciudad y despegado de ella. Por ejemplo.

lunes, 11 de febrero de 2008

¿AMOR A LA NATURALEZA?


Desde hace bastante tiempo prodigo mis palabras de sentimiento positivo hacia la naturaleza. A ello le sumo mis salidas frecuentes y mi inmersión en ella. Debo reconocer una vez más que, cuando vuelvo, regreso satisfecho y contento, con una sensación de cansancio y de deseo por recuperar el gustillo de la ducha y del descanso, cargado de imágenes y de elementos que me impulsan y me animan.
Como sucede siempre, las razones son múltiples. Tendría que sumar en su índice el hecho de haber nacido en un pueblo (el más bonito, con diferencia, de toda la provincia, diría a mis alumnos) todo él campo y cielo, ríos y montes, encinas y jaras. A ello habría que añadir la suma de años que hace que vivo en esta pequeña ciudad cuyo principal activo es la lujuria de su paisaje. Supongo que, además, la influencia temática y formal de las lecturas que frecuento se terminará calando hasta en los huesos y en los usos personales.
Hay algunas consideraciones que me hago al respecto siempre. Por ejemplo: ¿es positiva la relación de todos los habitantes de los pueblos con el campo? La respuesta me sale negativa en demasiados casos. En los más resulta un enemigo al que hay que sacarle los productos para poder subsistir. En el campo, además, la componente de la casualidad y de la dependencia del tiempo atmosférico es tan grande, que casi todo el mundo anda con la mosca detrás de la oreja. Acaso por aquí algo dulcifique el hecho de que mi relación con la naturaleza fue rabiosamente directa (encinas, cisco,jaras y carbón) pero también escasa: a los once años cambié de actividad y de residencia. Cuando evoco mi niñez siempre lo hago de una manera idílica y emocional.
Tal vez en estos pagos me suceda algo parecido. Yo no dependo directamente de la naturaleza (aunque todos dependamos de ella mucho más de lo que pueda parecer) pero bastante de mi entorno sí: la nieve, el turismo...
Pero hay una razón que creo mucho más honda: acaso es que yo huya de mí mismo, o mejor, hacia mí mismo, en busca de otras relaciones que no encuentro fácilmente dentro de los límites de la ciudad. Uno sigue siendo tan vulgar y previsible que continúa hurgando en las preguntas de siempre, sin hallar un jarabe lenitivo que le apacigüe los males. Y juro que no me resulta sencillo hallarlo por aquí cerca, al amparo de las aceras o de la barra de un bar. Y no es la soledad exactamente, tan hermosa a veces si se desea, porque no creo que este sea el estado natural del ser humano, sino otra compañia más pausada, más propia y duradera. Al fin y al cabo, será la compañia definitiva de cualquiera. Es esta una imagen que cada día va calando más hondo en mi mente. El paso por la vida son tres días, el descanso en el campo será eterno.
Así que me debato entre razones y causas variables. Si yo supiera unir la realidad humana con la paz y el sosiego de los campos...

domingo, 10 de febrero de 2008

AVISPAS COJONERAS


Palabras de Juan de Mairena: "Es un intelectual, es decir, un profesional y hasta un virtuoso de la inteligencia. Excelente persona, por lo demás, pero... !tan poco inteligente!". Hay afirmaciones que encierran mucho jugo y que merecen ser contempladas con calma y con sosiego. Tengo para mí que estas de Juan de Mairena tienen rabiosa actualidad. Esta jodida sociedad no da ni agua a esa gente que le sale, como si fuera un divieso, y que aspira a llegar un palmo más allá del egoísmo y de las propias narices. Hay gente que se mueve perfectamente en el nivel de la lógica y del sentido común, ese del que se dice que es el menos común de los sentidos, de vez en cuando razona y hasta le da por proponer algún esquema de actuación trabado y general. Por si fuera poco, suele ser hasta buena gente: "excelente persona" la considera Mairena. Vale, todo estupendo, la gente lo mira, se queda como con la copla y musita sordamente algo así como "y este de qué va, qué iluso, parece inteligente pero qué poco inteligente es". Porque la enjundia de la reflexión está en la última parte: el inteligente es tan poco inteligente... El inteligente, para esta sociedad, es el que sabe sacar la cabeza en medio del marasmo y de la lucha feroz de cada día, el que sabe aprovechar mejor que los demás los resortes que le ofrece el mercado en beneficio propio, el que "se sitúa" y florece en la res pública. Bien se encarga la sociedad -acaso un poco más sus altavoces- de darle gusto al cuerpo y aplaudir con las orejas a estos héroes, a los que yo veo con grandes pies de barro. Los otros inteligentes, los de darle cuerda al intelecto, resultan avispas cojoneras que no hacen más que picar y que molestan, y parecen diviesos o granos purulentos, son gente peligrosa, mira si lo serán que a veces piensan. Por eso se les mira de reojo, se les ignora siempre, se les saca de la pista y se les abandona a su suerte.
Será porque ellos ponen muy poco de su parte. Je, je, je, no sé si no tendrá razón Mairena: "pero... !tan poco inteligentes!". Si dedicaran sus esfuerzos a algo más productivo, otro gallo les cantaría y los altavoces públicos les aplaudirían y los pondrían en peanas. Pero mira que dedicarse a pensar... Es que hay gente pa to. "Qué descansada vida..."

sábado, 9 de febrero de 2008

ACASO MUCHOS DÍAS


He vuelto de la sierra sofocado pero lleno de aire y de blancura. Becedas, Peña Negra de Becedas, la Peña de Garci Sánchez, el Puerto del Tremedal, y todo el horizonte por montera. Aire, algo de frío mañanero, sol espléndido, nieve y hielo a la par, las sierras todas blancas, las lagunas, los largos cortafuegos, las pistas, los caminos, las fuertes hondonadas, los piornales, los densos escobales, los regatos, el agua que se palpa y lagrimea camino de los ríos, del mar y de la nada, allá a lo lejos Gredos, con su Almanzor en ristre, por encima de todos los picachos, las montañas de Barco,con todas sus lagunas escondidas y la nieve en la falda de los montes, el Berrueco en medio de una extensa llanura, dominando extensiones y extensiones, la llanura extensísima de la provincia charra, con su pantano al fondo, esperando las aguas que descienden con prisa de las sierras, el industrial Guijuelo y a lo lejos, allá en el horizonte, tal vez aquellas torres que guardan la ciudad de Salamanca, el campo charro y la sierra de Francia, con la cima visible del Cervero, y la Peña de Francia donde un día de agosto yo cantara "Veni, Creator Spiritus" en medio de sus claustros y sus bóvedas, y la Sierra de Gata en el oeste, camino del Atlántico, y las otras llanuras extremeñas, y ahí mismo, al ladito del cerco de la Peña, las pistas deportivas de nuestra Covatilla, con sus caminos blancos dibujados y su sol esplendente. Y conmigo Jesús, Manolo, y ese cielo infinito por montera.
Y a la vuelta llamadas de mi hermana con noticias gozosas de mi madre -un pequeño milagro esta mañana me basta y me contenta; cualquier muestra de alivio y de vigor es para mí una fiesta-, y casi media página en un periódico como reseña amiga y literaria de mi libro "El manantial sonoro". No me merezco tanto.
Y, sin embargo, sé que llevo tiempo, acaso muchos días, con el pesar a cuestas, con la falta de ánimo, con un guiño a la vida que se esconde, sin saber entender que hay lo que hay, que soy un claro ser privilegiado a pesar de estos tragos, que la vida se muestra y se me ofrece para que yo la viole y la seduzca, que no merezco tanto de todo lo que tengo.
En fin, ya veis, amigos, un pedigüeño iluso, un sacapuntas romo, un astrolabio, la fe puesta a escurrir, la duda en un diario. Bien sabréis perdonarme, os lo suplico.

viernes, 8 de febrero de 2008

OTRO MILAGRO DE LA PRIMAVERA

Y sin embargo sé que esto es la vida, contrastes y contrastes, más noches y más días, más días y más noches. Porque aquí ya crotoran las cigüeñas, copulan en sus nidos -yo las veo sin prisa, las contemplo contento desde el aula-, dan vueltas en el aire, planean, suben, bajan, se quedan extasiadas mirando la mañana, el sol les da de frente y ellas dan frente al sol. Cualquier día de estos se quedan acostadas en sus nidos, soportando con calma hasta la helada, dando fe de la vida, que se renueva siempre, mostrando la paciencia y la constancia hasta el agotamiento. Hasta que cualquier día emerjan de sus nidos y nos regalen vida entre sus plumas. Para entonces ya será primavera.
Pero esto que ahora hacen ya la anuncia, da señales de vida, son vagidos de posterior hartura, son primeros pregones, falsillas, fotocopias, heraldos de la luz, barruntos, duermevelas. Me gusta contemplar a las cigüeñas subidas en sus nidos, volando por el aire, fundiéndose en amores matutinos. Qué envidia de la vida.
Y debo dar noticia de la flor del almendro, ya crecida, en el sitio de siempre, resguardado, al amparo del sol y entre las peñas, dando vista a la sierra, contemplando la nieve y los desnudos árboles, ellos tambíen heraldos, los almendros, de la creciente luz de primavera. El almendro que crece en Olivillas ha sido siempre para mí el signo de que todo se renueva, de que todo retorna, de que todo está ahí de otra manera. Han sido muchos años, junto a la casa de mis padres. Este año también está puntual a la cita aunque yo me haya descuidado un poco en ir a visitarlo.
Y en este angosto camino de ida y vuelta, de luces y de sombras, de noches y de albas, de amanecer y ocasos, yo también, como el maestro, aguardo "otro milagro de la primavera".

jueves, 7 de febrero de 2008

TODA TU LEVEDAD

Toda tu levedad gravita contra el suelo,
se adormece en lo oscuro de la tierra,
se aleja como nube y en el cielo
dibuja de tormenta una espesura.

Porque sé que te pierdo te siento más cercana,
porque sé que te marchas
me hieren más tus ojos y tus risas,
porque sé de tu adiós
no sé decirte nada.

Tu sonrisa esta tarde era más diáfana,
tu mirada más lenta y más lejana.
¿Qué me querías decir, sin prisas, madre,
desde la senda lenta de tus manos?

Porque tus leyes físicas se agotan,
porque la ley de Newton hace aguas,
déjame que te diga simplemente
que hoy es noche de llanto en mi terraza.

miércoles, 6 de febrero de 2008

VER PARA CREER


Las palabras encierran nuestras ideas, les sirven de vestido en ese caminar tan tortuoso siempre entre el emisor y el receptor. Pero no hay otra vaina en que mecerlas, ni otra apariencia en que manifestarlas. A ellas nos tenemos que acoger y en ellas tenemos que confiar a pesar de todos los pesares. Tanto nos hemos acostumbrado a su uso y a su contacto, que las manoseamos y les damos un trato de usar y tirar, sin fijarnos en la consistencia y en la miseria que a la vez suelen encerrar.
Por ejemplo, ¿quién anda al acecho de lo importante que es este binomio: "creer para ver o ver para creer"? Encierra toda una filosofía de vida y toda una forma de comportamiento. Una postura más racional antepondría la acción de ver para, desde ella, y según los resultados, creer y confiar en algo comprobable; una postura más ¿"espiritualista"? nos empujaría a forzar la creencia, en el convencimiento de que la fuerza de esa fe nos haría "ver" realmente y de forma más fidedigna.
Una vez más, no me resulta nada sencillo situarme en una de las dos versiones, a pesar de mis reiteradas llamadas a la razón como elemento común en el ser humano y único desde el que ponerse de acuerdo. Se reconoce aquí la poquedad de la razón, la finitud de la experiencia, la escasez del entendimiento, el valor de la intuición como revelador de razón, y, en fin, se rinde uno ante las posibilidades no exploradas por imposibilidad de hacerlo desde los criterios racionales.
No debería tratarse aquí de una fe pánfila, sosa y bobalicona, sino de un impulso en cada acción que me hace llegar un poco más allá de la escasez de mi razón, que me lanza a vivir todo con un poco más de intensidad, que me dispara hacia los límites del entusiasmo y de la vitalidad intensiva.
Y, por supuesto, tampoco de una fe que se confunda con la fe de una religión determinada y menos de una liturgia impuesta por la interpretación obligada de una jerarquía. Cada uno llegará hasta la que llegue, y se sentirá aludido por los elementos que mejor le acomoden y sirvan para dar sentido a su vida.
Tal vez esta fe sirviera para adecentar algo la razón cuando la razón siempre tiene que decir tanto para adecentar la fe, para agrandar al ser humano y para dar consistencia a todas sus actividades.
Vivir para ver, variante de la segunda parte del binomio. Que un escéptico casi de vocación ande aplicándose razones de fe y fe de razones a su vida, que invoque en su auxilio a toda posibilidad con tal de ver un poquito más de luz al final del túnel, si es que el túnel realmente tuviera final. Pero así son las cosas: Tomás de necesidad para meter los dedos en la llaga, y con la fe en la retaguardia también por necesidad. Necesitado y mísero que es uno.
Acaso porque, como decía el poeta, "Piensa el sentimiento, / siente el pensamiento".

martes, 5 de febrero de 2008

¿MARTES DE QUÉ?


A veces se cuelan en la vida actividades inesperadas, como se cuela una nube en medio de un mar de sol o un pájaro en un huerto solitario. Tenía pensado acudir a escuchar un concierto de piano al Cervantes. El lugar bien lo merecía, el músico era el bejarano semidesconocido José Lidón y la intérprete una concertista británica. Pero lo había echado en el olvido. Una llamada de Pedro Campo para ofrecerme un par de entradas me sacó de mi letargo y de mi despiste. Y allá que me fui y que nos fuimos, recogidos de la tarde y del fresco, al amparo del teatro en el que nos dimos cita unos cuantos despistados, muy poquitos. Por allí vi a Dámaso García Fraile,catedrático de música en la USAL, impulsor del concierto e intermediario con la pianista (mucho tiempo sin ver a Dámaso a pesar de las cortas distancias), a JSP y a algunas otras personas a las que tenía casi en el olvido. Y empezó el concierto. Enseguida me di cuenta de que aquello prometía. Eran sonatas de José Lidón (hasta seis) y una obra de Domenico Scarlatti. Pronto me ganó una cierta serenidad de espíritu y me dejé llevar por los ritmos simétricos de la música del bejarano. Aquella sensación no hizo más que crecer hasta el final del concierto. Todo pasó deprisa, todo fue un baño de sonidos y de ritmo. Cuando terminó el concierto tuve la sensación de que hay ratos que relamente merecen la pena. Y tuve también la sensación agridulce al comprobar qué reducido fue el número de paisanos que se aprovecharon de algo tan hermoso. Y eso que el concierto era realmente gratis (dos euros, menos el número de entradas regaladas). A este desajuste entre la calidad de los actos y la escasez de público no acabo de acostumbrarme; a veces parece que la relación es exactamente la contraria: cuanto más populachero es el espectáculo, mayor es la asistencia. Un ejemplo, que diría alguien, para empujarte hacia la individualidad. Me traje para casa un disco con música del maestro y un par de tomos con la transcripción de sus obras y con la biografía, regalo de Dámaso García. Gracias.
Pero yo he procurado rematar este puente con otro buen paseo por el campo. Llano Alto, la Peña de la Cruz (cuánta niebla en lo alto de la atalaya), los Neveruelos, alto de la Garganta, Arrebatacapas, camino de los Paporros, regato la Paloma, Llano Alto y Béjar. He tenido enfrente a una sierra de todos los colores según los minutos y las horas y he visto allá en lo hondo los valles y los pueblos, dormidos y engarañados, como si estuvieran en martes de carnaval. Acaso lo estaban. O sea, que he procurado estirar el puente, ese puente del que disfrutamos los docentes y que parece que molesta a no sé quién en otros foros. Si él supiera cuánto lo estiraría yo de veras...
Mientras tanto, por aquí abajo andará eso que llaman aguedesas, alguien que reivindica por un día lo que no quiere defender durante el resto del año. Qué sociología la de este folklore. Con su pan se lo coman. Mañana será otro día.

lunes, 4 de febrero de 2008

GOYESCAS

Tuve oportunidad anoche de ver por la caja tonta la entrega de los premios Goya. No debería tener demasiadas ocupaciones cuando dediqué más de dos horas a semejante espectáculo. Me parece un buen resumen de lo que es esta sociedad en la que vivimos y de lo que son estos años por los que transitamos. En este espectáculo se acumula la mayor densidad por metro cuadrado de ostentación, de elementos superfluos, de vanidad, de glamour, de vaciedad. Y eso que este espectáculo, remedo de los famosos Oscar de los Astados Unidos, me parece mucho más controlado y sereno, menos desproporcionado y un pelín más humano que el del otro lado del charco.
El cine es una de las artes más influyentes en la sociedad actual y, por ello, su puesta en pie y su distribución deberían ser cuidadas con mimo. En concreto a mí me gustaría que la obra recibiera algún reconocimiento más que los bigotes de sus protagonistas o que los vestidos o los pechos de sus afamadas superestrellas del vacío y de la nada. Si el arte, por definición, es magia, por mentira, no nos prestemos a ser engañados más que en aquello en lo que queremos ser engañados. Y es que hay tan poca base que sustente tanta pantomima... Porque no demasiadas veces se pasa del chistecillo barato en las presentaciones, del balbuceo escandaloso en el agradecimiento de los premiados, de la exhibición corporal en manolos y manolas, de los usos lingüísticos incorrectos ( uso de "nominados", empleo de los particulares sin un globalizador anterior: "los nominados son..." frente a los selccionados son los siguientes...). ¿Qué queda de la persona, del actor detrás de lo que se manifiesta ante la cámara? Da la impresión de que es muy poco. Pues al menos no nos exhibamos como héroes porque tenemos casi todo de villanos. Si es que uno tiene la impresisón de que no se respeta ni la presencia de otras personas en el auditorio. Queremos dar glamour y lo hacemos con el balbuceo y con el despiste. Y, naturalmente, caemos en el ridículo.
Pues hay que prepararse para el espectáculo infumable de Hollyvood, que encima paraliza a media humanidad. El cine es un arte que se merece algo más que aspirantes a esquineras del Retiro, a enculadores y a objetos del deseo más vulgar. Hay mucha magia detrás de todo esto y hay que respetarla. La imaginación no se merece tanta bajeza. Pero es que también hay mucho negocio. Y pasa lo que pasa.
Estoy seguro de que también hay mucha gente en el cine con buena base, con la cabeza bien puesta y con los pies en la tierra. Ellos tendrían que dar un poco más la cara ante los medios, para ponerlos en su sitio y para invitarlos a que se ocupen de lo que realmente interesa y a que no dediquen páginas y horas ni al fetichismo ni al puterío. Aunque vendan menos ejemplares, coño.
Por cierto, brindo con Alberto San juán por su propio brindis.

domingo, 3 de febrero de 2008

¿UN DIOS MENOR DE SÍ MISMO?

¿Cómo reproducir yo ahora la larga parrafada que había concebido y que los dioses de la informática me acaban de mandar al limbo de los justos? Y encima con el cabreo que se me debe de suponer después del esfuerzo y de un texto que hasta había releído y que hasta me parecía que había quedado bien.
Así que a resumir esquemáticamente:
a) Se seguía glosando el asunto aquel de la individualidad, de la solidaridad y de los proyectos colectivos, sobre todo porque había dado lugar a comentario en otros foros.
b)Se seguía defendiendo la concepción del ser humano como algo social también en su concepción (quiero decir en la definición del propio concepto), y se recorrían los ejemplos del nacimiento, del crecimiento, de la reproducción y de la muerte (que no es tal hasta el olvido, y el olvido es patrimonio de los demás) como argumentos demostrativos.
c) Se hacía notar, con ejemplos también, el paso por la vida desde la soledad, tomando decisiones, encontrándose solo en el espacio (aunque esté muy poblado), descubriéndose solo en las relaciones cortas y largas y, en fin, perdiendo la conciencia de uno mismo en plena soledad.
d) Se hacía constar la duda -una vez más- en la que uno anda sumido al ver actuar fuerzas tan divergentes y que tiran de la cuerda en direcciones contrarias con tanta fuerza.
e)Se advertía del peligro que tenemos de engañarnos con lo de la individualidad no siempre bien entendida, porque puede ser señal no querida de egoísmo, de cierta autosatisfacción y hasta un poco de sacapecho.
f) Por último se defendía la necesidad de compartir espacios y tiempos de vez en cuando, incluso con aquellas personas con las que no nos sintamos del todo a gusto.
En fin, que esquema había, pero los duendes se llevaron su desarrollo. Espero que al menos no se lleven este póstumo resumen.

¿UN DIOS MENOR DE SÍ MISMO?

sábado, 2 de febrero de 2008

FELIPE Y LA FILOLOGÍA

Nadie ha encontrado una forma mejor para la comunicación que la palabra. El ser humano lo es desde el momento en el que logró el efecto mágico de la palabra, la capacidad lógica de la abstracción, la símbología del sonido articulado. Lo demás se le da por añadidura, acompaña y ayuda, realiza trabajos ancilares, complementa.
Pero la palabra es muy pobre, anda en la miseria, se mueve en los defectos, apunta pero no siempre da precisamente en el blanco del significado exacto, realiza aproximaciones y palpa la realidad no siempre para encontrarla. En el abecé del aprendizaje lingüístico se sitúan la denotación y la connotación; y si ya la denotación resulta difícil de aprehender -los diccionarios son buen ejemplo de ello-, la connotación lo hecha todo a perder y sitúa a la palabra en el mundo de lo subjetivo y de lo interpretativo. Como, además, el emisor cifra el mensaje en unas circunstancias irrepetibles, cuando el receptor descifra, todo se vuelve nubes, tientos y pobreza real.
El preámbulo me sirve para glosar un comentario de la página digital de Luis Felipe Comendador en la que muestra su desacuerdo con mis opiniones vertidas en este blog, a fecha 28-1-08. Y seguramente tendrá razón. ¿Cómo no la va a tener si es su interpetación y la hace para él? Me parece que es un buen ejemplo de lo que expresaba en el primer párrafo. Porque las he releído y no me apeo en nada de su significado, y, sin embargo, tampoco ando separado de sus comentarios. Se hablaba de la miseria de la soledad, del individualismo y de la falta de proyectos colectivos. ¿Seguro que no es verdad que seguramente la soledad no buscada es la principal enfermedad de nuestra sociedad? Pregúntaselo, querido amigo, a los ancianos, y a los menos ancianos. ¿Seguro que no habitan en la miseria los proyectos en los que el fin sea únicamente el individuo,con el olvido del resto de la tribu? ¿Seguro que no se anega en la miseria una sociedad que no tenga proyectos colectivos que abarquen en sus beneficios a todos los habitantes de la comunidad? Seguro que me darás la razón y asentirás. Inmediatamente después afirmarás que desde la soledad, desde la individualidad y desde buenos proyectos personales se puede enriquecer también, y acaso mejor, a la colectividad. Y yo asentiré también, aunque tengo muchas dudas en ese proceso. Y después de glosar las intenciones, nos aproximaremos un poco más en nuestras posiciones, nos daremos unas palabras de ánimo, nos tomaremos un vino, echaremos unas pestes y seguiremos nuestras vidas.
Y habremos utilizado, por cierto, la palabra como elemento de aproximación y acaso esta vez de entendimiento. Sigo pensando que una buena parte del éxito de la comunicación está en el valor de la palabra, y esta claramente vive en la miseria, en las aristas, en la falta de concreción. Y eso que hablamos de comunicación estándar; si nos ponemos en el nivel literario, entonces es que además buscamos la miseria de la palabra pues la comunicación queda desdibujada por la polisemia y por la recreación personalizada.
En tal situación solo se me ocurre una acción atenuante: la buena voluntad del que codifica y del que descodifica. No habrá arreglo total nunca desde el mundo de la palabra; la palabra es solo aproximación, miseria significativa; el ser humano es también mísero por contingente y limitado. Pero la buena voluntad implica ese reconocimiento y la asunción de que hay que ceder y dejar siempre flancos abiertos y sin explicar. Qué le vamos a hacer.
De modo que nos dio un sábado filológico, amigo Felipe. Por lo demás, es verdad -y tú lo has detectado bien-, uno anda embarcado en un proceso de individualización, un proceso que obedece a numerosas causas y que siempre dejará abiertas puertas a lo que anda por ahí fuera y al valor de la tribu como tal. Aunque solo sea por razones matemáticas. ¿Te has parado a pensar, colega, en que somos siete mil millones de personas en este pequeño planeta y en que dando cualquier patada sale una cuadrilla de debajo de las piedras? Lo he dicho más de una vez. La variante de la extensión es cada día más esencial para definir una verdad en nuestro tiempo. Y el individuo ya no se puede definir aisladamente fuera de la variante de la cantidad. Pero esto ya es otro cantar.

viernes, 1 de febrero de 2008

LA IGLESIA Y EL PODER

Hay temas en la vida que se repiten como la guerra y la morcilla; tienen tal pedigrí histórico, que no hay forma de darles esquinazo, que es lo que en realidad se merecen.
La proximidad de una campaña electoral -llevamos varios años en campaña porque lo que sustenta la existencia de la derecha es la consecución del poder cuando no lo detenta y el mantenerlo cuando lo ejerce- nos pone a todos al descubierto y todos enseñamos la patita por el roto de la puerta. Algunos lo hacen impúdicamente y de la manera más escandalosa. Es el caso de la iglesia católica, la única, la inigualable, la perfecta, la increíble, la genuina, la milenaria, la... iglesia católica. Naturalmente, lo ha hecho para apoyar sin tapujos y directamente a la derecha política. Y mucha gente se extraña de ello y pone el grito en el cielo. Yo me extraño de que la gente se extrañe. Pero, tíos, pero si es lo que han hecho toda la vida, pero si es así desde que se convirtió en religión oficial del imperio romano. El conflicto ha existido y existirá siempre. Fue más velado en la Edad Media, época en la que nadie se atrevió a delimitar campos entre fe y razón, sencillamente porque el hombre se había instalado en la animalidad del sometimiento al poder de interpretación de unos pocos, siempre en su conveniencia, y a la desigualdad entre derecho civil, inexistente, y derecho natural, okupa absoluto. En cuanto los criterios racionales empezaron a dejarse ver, la inquisición se alzó como guardiana de los privilegios (el pobre Lutero se enfrentó a cara de perro contra tanto privilegio y así le fue, por ejemplo), pero el esquema de imposición de fe frente a razón se mantuvo. Y se mantiene en sus filas y en su fundamento, como en los otros monoteísmos, por más que la modernidad se vaya abriendo camino a duras penas. Cada día lo van a tener más difícil pues la práctica democrática y el desarrollo de los criterios racionales y científicos los van arrinconando más. Y eso que bien que se defienden pues conservan muchísimos resortes de poder y de influencia en las conciencias de todo tipo.Pero, repito, el esquema que sustenta su existencia sigue siendo el mismo. Por eso sus salidas cada día son más de pata de banco, extemporáneas y ridículas.
No creo que se consiga nada argumentando contra su oportunidad o inoportunidad, o arguyendo contra su exageración o mesura. Habría que someter a debate público sus fundamentos. Alguna vez habrá que dar un paso adelante y decir hasta aquí hemos llegado. Ni concordatos con privilegios, ni exenciones fiscales, ni convenios de ningún tipo, ni costumbres intangibles, ni concesiones educativas, ni mezcla de actos civiles con ceremonias religiosas, ni nada de nada. En una sociedad civil, los criterios que sirven son los civiles, y estos son racionales o no son para todos. La conclusión alguna vez tiene que ser clara y contundente: los señores obispos han hablado; que hablen,: están en su derecho. ¿Qué caso les va a hacer la sociedad civil y la representación política? Sencillamente ninguno. También habla el portero de mi casa (si lo hubiera) y nadie le hace caso. Pues exactamente lo mismo. Ni el más mínimo caso. Cada cosa en su nivel y cada mochuelo a su olivo. Recojo de alguien esta afirmación que en buena medida hago mía: Si dios existe, que pague impuestos. Y añado: Y que se presente a las elecciones, coño.
Yo siempre prefiero una jerarquía eclesiástica así de clarita y tendenciosa. La prefiero para rechazarla sin remilgos. Supongo que, por rechazo desde el sentido común,le hará media campaña electoral al PSOE. No le veo la gracia por ninguna parte: luego se nos crecen y corremos el peligro de que empiecen a sacar pecho y no me arriendo las ganancias. De todos modos, qué cansinos son.